Ayer dimos cuenta de cómo inició la historia de lo que hoy conocemos como Angelópolis y el jugoso botín que resultó para los gobiernos en complicidad con los desarrolladores inmobiliarios.
Es cierto, todos esos terrenos que hoy vemos llenos de casas de lujo y de modernos edificios, plazas comerciales, hoteles, universidades y restaurantes, eran solo tierras de cultivo y pastoreo, las cuales poco a poco se fueron desarrollando, con la instalación de la moderna infraestructura, lo que cambió la plusvalía de la zona.
Bien dice el dicho: “información es poder” y eso es con lo que contaron un grupo de personajes con poder e influencias, información privilegiada, que les permitió comprar esos terrenos en forma barata y de ahí desarrollar un emporio inmobiliario, Lomas de Angelópolis.
En el año 2000, la familia Posada, los hermanos, Gabriel, Alejandro y Rafael, quien había sido diputado local del PRI, vendieron al grupo Maseca, propiedad de José Antonio González Martínez, su harinera, la Asunción, la más grande de América Latina, se dice que la transacción en ese tiempo equivalió a cientos de dólares, algunos señalan que a más de 100 millones.
Maseca cuyo antecedente era la empresa Gruma, era una de las favoritas del entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, quien hizo crecer a esta empresa, la cual patrocinó al entonces orgullo de México, el mejor boxeador de todos los tiempos, la leyenda, Julio César Chávez, por cierto, hoy muy buen amigo del gobernador Armenta y de la 4T.
Con el dinero de la venta de harinera la Asunción y con la información privilegiada con la cual contaban los Posada, patrocinadores de las campañas de casi todos los gobernadores del PRI, y más tarde del PAN y también de Morena, se dieron a la tarea de comprar las más de 450 hectáreas de tierra, que hoy forman parte del desarrollo de Lomas de Angelópolis, ubicadas en los municipios de San Andrés Cholula y Santa Clara Ocoyucan.
Los terrenos los compraron a precios sumamente baratos y en algunos casos, como lo ha documentado el periódico, La Jornada de Oriente, mediante el despojo y las amenazas a los pequeños ejidatarios de la zona. Cabe señalar que estos terrenos, no son parte de las mil 081 hectáreas expropiadas por Bartlett en 1992, sino terrenos comprados a ejidatarios de la zona, con la complicidad de gobiernos estatales, municipales, comisariados ejidales y notarios.
El grupo original de inversionistas estuvo encabezado por Los Posada y la familia Quirós Pérez y más tarde se agregaría un personaje clave para el despegue de todo este desarrollo inmobiliario, su nombre, Pedro Aspe Armella, el ex secretario de Hacienda, en la era de Carlos Salinas de Gortari y un genio en el tema de las Finanzas.
Con Melquiades Morales al frente del gobierno de Puebla y sobre todo con Mario Marín, habían gozado de todo tipo de privilegios, pero la incorporación de Aspe al grupo de inversionistas, fue fundamental para contar el apoyo de protección del nuevo mandatario, Rafael Moreno Valle Rosas.
Pedro Aspe había sido el maestro de toda una generación de brillantes personajes con el ITAM, los cuales tenían como meta gobernar a México, entre ellos, Roberto Moya Clemente y Fernando Aportela Rodríguez, quien fue subsecretario de Hacienda en tiempos de Enrique Peña Nieto.
Con Aspe al frente, lo mejor estaba por venir. (Continuará)
Clausuran Panificadora Puebla. El viernes 4 de abril la Unidad de Normatividad y Regulación Comercial del Municipio de Puebla clausuró parcialmente el establecimiento ubicado en Avenida 15 de Mayo 2919, en el Fraccionamiento Las Hadas, conocido como Panificadora Puebla, el cual operaba al margen de la ley teniendo al frente a un español de nombre Baltasar Suárez Fernández, conocido por sus malos tratos a empleadas y a los mismos clientes.
El establecimiento operaba en la ilegalidad debido a que en ese negocio existen dos licencias de funcionamiento correspondientes a los giros de Ultramarinos con venta de bebidas alcohólicas y Panadería y pastelería, puntualizando que la venta de alcohol comparte la misma área con el giro de la panadería y sin tener independencia de acceso comercial como lo exige el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun) y violentando la Normatividad en materia de Protección Civil.
Es decir, el uso de suelo nunca debió otorgarse bajo estas condiciones ya que el área no se encuentra segregada, ni pertenecen a domicilios distintos, violentando el Código Reglamentario referido en su apartado de expendios con venta de bebidas alcohólicas.
No conforme con operar con dos licencias irregulares y al margen de la ley, día sábado 5 de abril fueron quebrantados los sellos de clausura, incurriendo en un delito penal, razón por la cual alrededor de las 7 pm de día sábado acudieron elementos de la Seguridad Pública del Municipio de Puebla en las patrullas con números de identificación PDLC-496 y PDLC-369 para levantar el reporte con número de folio PUE 2500346499 y dejar así constancia del delito señalado por quebrantamiento de sellos de clausura.
Derivado del retiro de los sellos y en consecuencia el lunes 7 de abril personal de la Unidad de Normatividad y Regulación Comercial se presentó para cumplir con su responsabilidad y reponer los sellos de clausura para proceder al cierre total de actividades alrededor de las 3:00 p.m. y así evitar alguna responsabilidad administrativa o penal.
Aunado a todo esto, quien ocupa irregularmente la propiedad no cuenta con un contrato de arrendamiento, ni con la autorización de la propietaria para ocupar la superficie, ni para refrendar las licencias de funcionamiento que operan al margen de la ley. Tampoco tiene autorización de la propietaria, ni de Normatividad del Municipio de Puebla para subarrendar y ampliar su giro comercial, como sucede sobre calle la calle Italia en donde ocupa la licencia de Ultramarinos para vender tacos y comida en general en la misma superficie que ampara una de las licencias, ya que en esta superficie existen cajones de estacionamiento propios del negocio.
Lo ocurrido en este establecimiento no es un tema menor y por ello, se presentaron las denuncias penales correspondientes en contra del responsable por el delito de quebrantamiento de sellos.
En este momento la Secretaría de Desarrollo Urbano está conocedora de las ilegalidades y de la solicitud de la cancelación de las licencias de funcionamiento referidas, ya que a todas estas irregularidades se suma el hecho de que existen escuelas en la Colonia Las Hadas a menos de 200 metros y no a más de 200 metros de la venta de bebidas alcohólicas, contraviniendo también en este aspecto tan delicado al Coremun en el capítulo de expendios con venta de bebidas alcohólicas.
La autoridad municipal debe ser muy responsable ante esta situación, para evitar incurrir en responsabilidad administrativa y en posibles actos constitutivos de delitos por parte de los funcionarios públicos que en su momento autorizaron y expidieron dichas licencias al margen de la ley.
La revocación de las licencias de funcionamiento debería ir a la par de la revocación de la licencia de uso de suelo específico que derivó en las licencias de funcionamiento ya que ambas licencias se encuentran a nombre de la misma persona moral de razón social, Panificadora Puebla, acreditando con este hecho otra irregularidad adicional.
El silencio del CCE. Entre los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial de Puebla existe mucha molestia en contra de su actual presidente, Héctor Sánchez Morales, quien guardó un silencio sepulcral ante los hechos de Lomas de Angelópolis.
Lejos de mostrar su solidaridad con los empresarios, como lo hizo la Coparmex, el presidente del CCE, exhibió sus compromisos y prefirió hacerse el occiso, lo cual demuestra que no representa a los verdaderos empresarios de Puebla.
Mal, muy mal por Héctor Sánchez, a quien ya de plano, mejor deberían de incorporarlo al gabinete estatal.