Ha pasado más de un mes desde que los estudiantes de Medicina de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) tomaron la institución en una manifestación que se extendió de tal forma que terminó en un paro en toda la universidad, incluidos los campus regionales y las preparatorias.
Este lunes 31 de marzo, por fin los estudiantes levantan el paro y entregan las instalaciones en Ciudad Universitaria.
Importantísimo porque solo con la entrega de estas instalaciones, la universidad pública más importante del Estado podrá abrir su proceso de Admisión 2025.
Justo este lunes se cumple la “dead line” para liberar la institución y poder cumplir con la admisión que llevaba ya un mes de retraso.
El proceso para que los estudiantes queden conformes ha sido tortuoso, la rectora Lilia Cedillo y el secretario General, Manuel Alonso se han enfrentado durante días a los estudiantes en las llamadas mesas de negociación.
Han sido de lo más pacientes ante peticiones absurdas, necedades y solicitudes que solo evidenciaron que muchos de los paristas no conocen ni siquiera los estatutos de su institución.
Y es que cómo olvidar que en el pliego petitorio estaba el menú vegetariano a cinco pesos. ¡Por dios! Si a esa edad nos encantan los taquitos de canasta de la bici.
Perdón, sigo.
El caso es que las facultades en Ciudad Universitaria entregan las instalaciones y las clases presenciales se reactivan el miércoles.
En paro, hasta el domingo, siguen Filosofía y Letras, Psicología, Lenguas y Físico Matemáticas.
Ya son las menos, así que es cuestión de días para que la BUAP regrese a la normalidad.
La pregunta ahora es si la resolución del conflicto apuntala a Lilia Cedillo para la reelección, o si el paro en sí mismo ha complicado su aspiración para permanecer al frente de la BUAP.
¿Ustedes qué piensan?