El abandono de al menos nueve cadáveres en la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, en el tramo de San José Miahuatlán, Puebla, este domingo dos de marzo, enciende las alarmas en México.
Las autopistas que opera Caminos y Puentes Federales (Capufe) son de terror. Los usuarios pagan su peaje para viajar seguros y lo que ven a su paso son escenas de miedo.
¿Cuántas veces encontramos a agentes de la Guardia Nacional en sus patrullas, estacionados a un costado de puentes vehiculares, en espera de multar a cafres o a camioneros?
¿Cuántas veces vemos retenes de los agentes de la Guardia Nacional, que pareciera que funcionan, pero que en realidad no sirven?
De confirmarse que entre las nueve víctimas abandonadas este domingo en la Cuacnopalan-Oaxaca, hay estudiantes de Oaxaca desaparecidos el pasado 27 de febrero en la zona de Huatulco, Oaxaca, la pregunta que surge es:
¿Cómo trasladaron a las víctimas más de 400 kilómetros para abandonarlas en el tramo de Miahuatlán, sin que ningún policía se percatara?
En el tramo de Huitzo, Oaxaca, hay un retén permanente de agentes federales en esta autopista, quienes usan reductores de velocidad para supervisar vehículos o camiones sospechosos.
Si es que los asesinos circularon por ahí, entonces pasaron por sus narices. Los homicidas se tomaron su tiempo para dejar los cadáveres a un costado de esta carretera, sin ser vistos.
Solo en los últimos 15 días se difundieron videos de casos de miedo en autopistas operadas por Capufe, que cruzan por Puebla.
Traileros dieron a conocer recientemente la operación de falsos retenes en la Puebla-Orizaba, en los tramos de Esperanza y de las Cumbres de Maltrata.
Los delincuentes usan luces parecidas a las usadas por fuerzas policiales para detener a camioneros y así asaltarlos, durante la noche y madrugada, sin que ningún agente de la Guardia Nacional pase por esos tramos.
En la México-Puebla, a plena luz del día, delincuentes asaltan a transportistas en el tramo de Río Frío a Tlahuapan.
Y así podemos hacer un recuento extenso del último año. El tres de septiembre de 2024, sicarios se dieron tiempo para disparar 63 veces contra Adela Guadalupe, quien entonces era presidenta del DIF Municipal de Calpan, en la México-Puebla.
A la mujer la asesinaron en el tramo de Santa Rita Tlahuapan, cuando conducía su vehículo. Tampoco había seguridad en esos momentos.
¿Qué pasa con Capufe? ¿Qué pasa con la Guardia Nacional? ¿Qué pasa con el Gobierno de México que tiene colapsadas con la inseguridad las autopistas que cruzan por Puebla y por todo el país?