Desde hace 8 años se frenó la pretensión del político José Luis Márquez Martínez –quien fue alcalde priista de Zacatlán y ya es un converso de la 4T– de construir el hotel más grande de San Pedro Cholula, obra que fue clausurada por el daño que se iba a provocar a la zona de la Gran Pirámide de Cholula, también conocida como Tlachihualté. Ahora, que se quiere reactivar ese proyecto, de manera sospechosa el expediente de dicho inmueble ha “desaparecido” en el Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) correspondiente al estado de Puebla.
De acuerdo con una solicitud de información que presentaron defensores del patrimonio cultural de Cholula, el Centro INAH Puebla ha respondido que no se localizó ningún expediente o documentación relativo al hotel de José Luis Márquez, quien es esposo de la actual edil de Zacatlán, Beatriz Sánchez Galindo.
Pareciera que se está frente a otro escándalo de corrupción del INAH, que hace unos años frenó la obra en cuestión y ahora, toda la documentación de dicho asunto se esfumó.
Y también podría ser un acto de corrupción de políticos de la 4T, que están interviniendo a favor de ese negocio de hospedaje que inició el dos veces ex alcalde priista de Zacatlán.
Todo eso ocurre frente a la actitud indolente de la presidenta municipal de San Pedro Cholula, Tonantzin Fernández, quien ha hecho caso omiso a la petición que le formularon ciudadanos cholultecas de frenar de manera definitiva la edificación del hotel ubicado en el área colindante al basamento piramidal de la Tlachihualté, que es el más grande del mundo.
Tonantzin Fernández se dio a conocer como una activista defensora de la pirámide de Cholula durante el morenovallismo y ahora, que lleva tres meses en el poder, ya le dio la espalda a sus principios para convertirse en una promotora de la gentrificación del municipio que gobierna bajo las siglas de Morena.
Se esfumó el expediente de clausura
En septiembre pasado se narró en esta columna que en el año 2017, cuando José Juan Espinosa Torres era alcalde de San Pedro Cholula, se otorgó la licencia de construcción para que en la esquina de las calles 5 Oriente y 2 Sur, del Centro Histórico de ese municipio, se edificara un hotel en un predio de 3 mil metros cuadrados, que era propiedad de José Luis Márquez Martínez, quien para esa fecha ya había sido edil priista de Zacatlán y funcionario del administración del ex gobernador Mario Marín Torres.
Desde un principio se dijo que la pretensión era que fuera el hotel más grande de la región de San Andrés y San Pedro Cholula, que es donde está asentada la zona arqueológica que data de 300 años antes de Cristo.
A los pocos meses se descubrió que el proyecto planteaba un edificio que rebasaba los cuatro o cinco pisos, lo que venía a dañar, entre otros elementos, el paisaje histórico al romper con la visualización de la zona de la pirámide –que en la cúspide tiene al templo católico de la Virgen de los Remedios—desde el zócalo cholulteca de San Pedro.
Dicha situación provocó dos intervenciones del Centro INAH Puebla. Eso fue de dominio público, pues todo mundo vio los sellos de clausura de la dependencia federal. Era evidente que se violaba las normas que protegen a las zonas históricas de México.
Al no destrabarse en ese entonces la clausura, literalmente José Luis Márquez abandonó todo. El proyecto se quedó en obra negra y hasta la fecha el lugar luce como un edificio que se quedó a medias, que luce espantoso, pese a que se dice que la propiedad tendría un valor de unos 50 millones de pesos.
Hay un factor que es clave: cuando se paró el proyecto hace 8 años, José Luis Márquez era un destacado militante priista que sufría la derrota del PRI por parte del morenovallismo y el PAN. Por tanto, su influencia política era nula, por lo que no pudo destrabar la clausura del INAH.
Ahora hay un giro de 180 grados: Márquez dejó el PRI desde el año pasado –cuando terminaba su segundo gobierno en Zacatlán—y se pasó del lado de Morena, pues consiguió que su esposa Beatriz Sánchez Galindo se convirtiera en candidata de la 4T y en su sucesora como edil de dicho municipio de la Sierra Norte de Puebla.
Esa condición ahora le da un alto nivel de influencia para que el matrimonio Márquez-Sánchez Galindo pueda pedir “ayuda” ante dependencias del gobierno federal, lo que no pasaba en 2017.
Hace unos días, los ciudadanos Salvador Charolet y Ricardo Martínez, preocupados por el daño que podría provocar el hotel de Márquez al patrimonio cultural e histórico de Cholula, presentaron la solicitud de información 330018325000018 ante el Centro INAH de Puebla.
Los solicitantes al enterarse que habría la intención de retomar lo trabajos de construcción del hotel de Márquez, le solicitaron al INAH que les entregara copia de lo siguiente:
“Licencias de construcción, dictamen y demás documentos expedidos en favor de JOSE LUIS MARQUEZ MARTINES Y/0 BEATRIZ SÁNCHEZ GALINDO, EX ALCALDE Y ALCALDESA ACTUAL DE ZACATLAN, PUEBLA. En su caso oficios de suspensión y/o clausura de obra, con respecto a la construcción que se realiza sobre una plataforma prehispánica y adjunto al basamento piramidal ubicada en la calle 5 Oriente y 2 Sur, de Cholula, municipio de San Pedro Cholula, iniciada en el año 2017, bajo la administración municipal del alcalde JOSE JUAN ESPINOZA TORRES.” (sic)
El pasado 23 de enero, Nayely Tello Gutiérrez, quien es jefa del Departamento de Trámites y Servicios Legales del Centro INAH Puebla, respondió mediante el oficio 401.12C.6-2025/170, lo siguiente:
“Se informa al solicitante que después de una búsqueda exhaustiva dentro de los archivos de la Sección de Arqueología y Monumentos de este Centro INAH Puebla me fue informado lo siguiente: Derivado de una búsqueda exhaustiva en los archivos de la Sección de Arqueología y Monumentos del Centro INAH Puebla no se localizó expediente o documentación al respecto, por lo que no es posible proporcionar la información solicitada, siendo así aplicables los criterios 50/014/2017 y 50/007/201707/17 aprobados por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI)”.
Dicho de otra manera: en el INAH nadie sabe, nadie supo, porque hace ocho años los del INAH clausuraron el hotel de Márquez.