Rodeada de asesores de diminuto cerebro y cooptada –casi “secuestrada”– por operadores de oscura reputación, la alcaldesa de San Pedro Cholula, Tonantzin Fernández Díaz, suma ya 100 días… pero de errática administración, un síntoma compartido lamentablemente por muchos ayuntamientos de Puebla en manos de Morena.
No solo se ha quedado por debajo de las expectativas, sino que en este breve lapso ha quedado claro, clarísimo, que en su gobierno importa más la lealtad que la eficiencia.
La inexperiencia, la improvisación, la frivolidad, los caprichos y las variaciones de carácter, han sido el sello de la casa.
Hasta hoy, Tonantzin Fernández no ha hecho otra cosa que colgarse de la sombra del gobernador Alejandro Armenta Mier, quien, generoso, le ha brindado respaldo político. Y es que el mandatario sabe, y muy bien, que hay que cuidar la marca Morena, a pesar de los alcaldes y las alcaldesas de Morena, el eslabón más endeble de la 4T.
En un reciente reporte de Consulta Mitofsky –el índice más creíble– sobre la aprobación ciudadana de los 150 presidentes o presidentas municipales de México, la cholulteca fue la décimo tercera peor rankeada del país.
Las pifias de Tonantzin Fernández se cuentan por docenas, ya es más comedia que tragedia; sin embargo, una de las más recientes ha causado no pocos problemas y contratiempos a los ciudadanos, que como siempre son quienes acaban sufriendo las torpezas y negligencias de sus autoridades.
Y es que un error en la Ley de Ingresos del Ayuntamiento de San Pedro Cholula para el ejercicio fiscal 2025, con la aparente complicidad del área jurídica del Congreso del estado, hará que los vecinos tengan que pagar refrendo por uso de suelo, lo que será un duro golpe para las de por sí alicaídas finanzas de miles de familias.
Fue la diputada María de la Barreda Angon –integrante de la Comisión de Hacienda del Poder Legislativo y, paradójicamente, hija de la exalcaldesa de ese municipio, Paola Angon– quien lo denunció.
Explicó que en la sesión de la Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal del pasado 10 de diciembre, se discutió y aprobó una propuesta de modificación al artículo 20, fracción V, presentada por ella.
Dicha propuesta consistía en eliminar el término “referendo” dentro de los cobros de uso de suelo, lo cual fue sometido a votación, aprobado por unanimidad y asentado puntualmente en la versión estenográfica y el video oficial de la sesión.
Posteriormente, el dictamen modificado por esta comisión les fue enviado al correo electrónico de todos los diputados para su conocimiento antes de ser sometido al pleno. En dicho documento constaba claramente la eliminación del término “referendo”, cumpliendo con lo aprobado en la Comisión, y en esos términos fue votado por el pleno del Congreso.
Sin embargo, al revisar la publicación oficial en el Periódico Oficial del Estado, se encontraron con una gran sorpresa: la ausencia de dicha modificación, como si la discusión, aprobación y votación unánime de esa Comisión jamás hubieran existido.
Este hecho representa una violación grave al proceso legislativo y una falta de respeto a la voluntad expresada por los diputados en Comisión y en el Pleno.
No es admisible que la Dirección Jurídica del Congreso, cuyo deber es asistir técnicamente a las comisiones, haya remitido un proyecto al Periódico Oficial del Estado que no refleja las modificaciones aprobadas, y que la alcaldesa Tonantzin Fernández, por alguna razón, haya hecho caso omiso a tan grave equivocación, que afectará duramente a sus gobernados.
Pero como bien dicen, el diablo está en los detalles. Y es que a nadie escapa que el director jurídico del Congreso, Jesús Juárez Lezama, fungió como asesor de Tonantzin Fernández cuando esta fue diputada local, por lo que se presume que el “error” no fue un simple error, sino algo deliberado y que apesta a kilómetros de distancia.
Mientras no se corrija esta situación, los cholultecas –seguramente sin saberlo, porque nadie se ha tomado la molestia de informárselos– deberán pagar su “refrendo”, ante el silencio cómplice y muy sospechoso de Tonantzin Fernández, hasta hoy un desastre como presidenta municipal, por más que desde el gobierno del estado le estén echando una mano –y la mitad de la otra– en estos primeros 100 días de pifias y… vergüenza.