La marcha de miles de comerciantes y trabajadores de la Central de Abasto de Puebla (Cedap) –realizada este miércoles— sin duda alguna es una protesta genuina y necesaria ante el fuerte deterioro de la seguridad pública que hay en la capital y su zona metropolitana. Sin embargo, al margen de la indignación que hay por la ola de asaltos y asesinatos, hubo un trasfondo político para organizar esta movilización que es: la urgente necesidad de Luis Pinto Medel de legitimarse y evitar que sea destituido como secretario general de la Cedap, ante todos los visos de ilegalidad que existen en su designación como dirigente del gremio de bodegueros.
Luis Pinto Medel se mece en “una delgada cuerda floja” que en cualquier momento amenaza con romperse por una larga lista de detractores que quieren tumbarlo, con sobrada razón, del cargo de directivo del Consejo de Administración de la Cedap.
El listado de problemas que enfrenta el dirigente de los comerciantes mayoristas de la capital se generó por su falta de lealtad política, la ilegalidad con la que se apoderó del cargo que ostenta y los abusos que ha generado contra los propios comerciantes de la Central de Abasto.
Se sabe que está abierta una investigación en su contra que, en breve, podría provocar su cese y por esa razón, le urge legitimarse, congraciarse, con la autoridad municipal de la ciudad de Puebla.
Aunque su mayor problema es que mucha gente de la Cedap lo quiere fuera del cargo.
Una historia de deslealtades
La crisis de inseguridad en la Cedap se ha expresado con asaltos violentos, asesinatos, desapariciones y venta de drogas, dentro y fuera de las naves de la Central de Abasto.
Se habla de por lo menos tres organizaciones criminales que actúan en torno a este punto de comercialización de mercancías al mayoreo. Siendo la principal una banda que antes era comandada por José Christian N., mejor conocido como “El Grillo”, que desde el mercado Morelos creó una poderosa red de narcomenudeo que abarcaba la mayor parte de la capital. Este hombre murió a mediados de 2023 de un infarto fulminante en una prisión de alta seguridad.
El deterioro de la seguridad en la Cedap tuvo uno de sus momentos más álgidos a finales de 2023, cuando la capital era gobernada por el entonces alcalde panista Eduardo Rivera Pérez.
Dicha situación provocó que José Huerta, el entonces secretario general del Consejo de Administración de la Cedap, fuera obligado a renunciar y en una asamblea extraordinaria, avalada por el ayuntamiento y realizada el 7 de diciembre de 2023, se eligió Luis Pinto Medel para encabezar la mesa directiva de la Central de Abasto de Puebla.
Pinto Medel llegó a esa posición con el respaldo de Eduardo Rivera Pérez, razón por la cual el gobierno de la capital solapó que este personaje no cubriera uno de los requisitos básicos de elegibilidad, que es: no es propietario de una bodega y los estatutos de la Cedap indican que solamente pueden aspirar al cargo de secretario general los dueños de las naves comerciales.
Se sabe que el ayuntamiento panista impuso a Pinto Medel por una razón de peso político: este personaje se habría comprometido a movilizar a los miles de pequeños, medianos y grandes comerciantes de la Cedap, junto con sus familias, a favor de la campaña electoral de Eduardo Rivera Pérez, durante la contienda por la gubernatura del estado de Puebla.
Ese acuerdo se rompió meses más adelante, pues al parecer Luis Pinto se percató de las escasas posibilidades que había de Eduardo Rivera para ganar la titularidad del Poder Ejecutivo mediante la alianza del PRI, PAN y PRD.
Por eso, a principios de 2024, el dirigente de la Cedap le dio la espalda al PAN y se sumó a la red de apoyos de la 4T.
A este personaje se le vio apoyando a los candidatos de Morena, Alejandro Armenta Mier y José Chedraui Budib, quienes contendieron por la gubernatura y la alcaldía de la capital, respectivamente.
Luego del apabullante triunfo de la 4T y la estrepitosa derrota electoral de la oposición en los comicios del 4 de junio pasado, Pinto Medel se sintió fortalecido para cometer abusos.
Un mes después de la elección, cientos de pequeños comerciantes bloquearon varias calles del Centro Histórico de Puebla para protestar porque les habían incrementado de 4 mil a 8 mil pesos la cuota mensual para dejarlos vender en las áreas comunes de la Central de Abasto.
Algunos bodegueros empezaron a denunciar que el dirigente de la Cedap en lugar de atender los problemas de inseguridad y malos servicios públicos en la Central de Abasto, desató una campaña de hostigamiento contra los dueños de locales que no obedecían a sus intereses. La manera de molestarlos es que en sus naves les colocaban contenedores de basura para ahuyentar a los compradores.
“La buena estrella” que Pinto Medel tenía con la 4T se desplomó el 9 de octubre del año pasado cuando, de manera sorpresiva y arbitraria, este personaje convocó a una asamblea extraordinaria de la Cedap para reelegirlo en el cargo e intentar durar hasta el año 2027 en dicha responsabilidad.
Por si fuera poco, en esa misma asamblea, se eligió al tesorero y demás miembros de la mesa directiva.
¿Dónde está el problema de esa elección? En que el artículo mil 458 del Código Reglamentario Municipal establece que: la elección del secretario general de la Central de Abasto se debe realizar el 15 de enero siguiente al cambio de gobierno en el capital del estado, y que la mesa directiva, se tiene que designar hasta el 30 de enero del mismo año. Y todo eso, se tenía que hacer mediante una asamblea ordinaria, no extraordinaria.
Visto de otra manera, Pinto Medel se brincó la norma en la cual el alcalde José Chedraui tenía que haber sido quien convocara a la elección de los nuevos directivos de la Cedap.
El secretario general se reeligió seis días antes de que iniciara la actual administración municipal.
Actualmente Luis Pinto estaría enfrentando –según narran los bodegueros inconformes con su dirigente—dos investigaciones en la Unidad de Normatividad Comercial del ayuntamiento de Puebla, que serían:
Por no acatar el Código Reglamentario Municipal en cuanto a su reelección como dirigente y por no ser propietario de una bodega, que es un requisito para ser secretario general.
Esa situación lo ha llevado a la imperiosa y urgente necesidad de buscar la manera de legitimarse y evitar que lo echen del cargo de dirigente de la Central de Abasto.