Todavía no llega a los primeros 100 días de gobierno y el alcalde de Izúcar de Matamoros, Eliseo Morales Rosales, conocido como “El Chino Morales”, ya acumula una lista de controversias, de asuntos negativos, que lo encaminan a ser una de las autoridades locales más conflictivas del actual trienio. El último escándalo es que parecería que el ayuntamiento busca cometer un fraude en la próxima elección –a finales de enero—de los ediles auxiliares, al imponer una serie de restricciones para evitar que participen en los plebiscitos los candidatos que no son del grupo político del presidente municipal.
Tal situación ya generó una oleada de protestas en las 10 juntas auxiliares de Izúcar de Matamoros por el intento de dejar fuera a muchos candidatos, sin importar que se violan preceptos constitucionales.
Y es que el gobierno de “El Chino Morales” ya hizo su particular interpretación sobre la paridad de género y la reelección, que se salta lo que dice la Constitución y las leyes secundarias en materia electoral.
Pareciera que en Izúcar de Matamoros se estuviera emulando a Juan Vargas, mejor conocido como “Varguitas”, quien es el personaje central de la celebre película La Ley de Herodes –del director Luis Estrada— que, al ser mandado al pueblo imaginario de San Pedro de los Saguaros, se convierte en un autócrata y entonces él mismo decide reformar la Constitución para beneficio propio, aprovechando su lejanía de la capital del país en la época del sexenio del presidente Miguel Alemán Valdés.
Resulta que en la convocatoria que el ayuntamiento de Izúcar de Matamoros emitió el pasado 30 de diciembre para renovar las presidencias auxiliares, establece lo siguiente:
En el inciso F prohíbe la reelección, al indicar que no podrán participar en las votaciones de finales de mes “los que hayan ocupado el cargo de presidente o inspector de la junta auxiliar o inspectoría en calidad de propietarios en el periodo inmediato anterior”.
Dicho de otra manera, en el gobierno matamorense se desconoce la figura de la reelección contenida en la Constitución y en los códigos electorales del ámbito federal y del estado de Puebla.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha establecido que propondrá una reforma electoral para impedir la reelección de alcaldes y legisladores, pero de lograrse entraría en vigor hasta el año 2030. Eso no lo ha importado a la gestión municipal de “El Chino Morales”.
Un segundo aspecto, que es el más controvertido, es que en la convocatoria solo se menciona que se debe de respetar el principio de paridad de género, lo que en términos generales se entendería que en cada planilla se deben de postular al mismo número de mujeres que de hombres. Eso no ha sido así.
Cuando varias planillas han solicitado el registro, han sido rechazadas por Edileth Tapia Rodríguez, quien es la presidenta de la Comisión de Elecciones, bajo el siguiente argumento: la funcionaria dice que, si una planilla es encabezada por un hombre, entonces la siguiente planilla no se le pueda dar el registro si no lleva como aspirante a presidente auxiliar a una mujer.
Varias planillas que les han negado el registro han presentado recursos de queja bajo la siguiente lógica: el principio de paridad de género se tiene que aplicar en cada planilla que se inscriba para participar en los plebiscitos y no se puede aplicar de una planilla a otra.
Además, al negarse el registro a los candidatos se viola el artículo 1 de la Constitución que establece que cualquier ciudadano tiene derecho de votar y ser votado.
Hasta ahora nadie ha escuchado a los inconformes y se está dejando a muchos candidatos fuera de la contienda.
Todo apunta a que en el ayuntamiento de Izúcar de Matamoros no es que ignore lo que dice la Constitución, sino que habría acomodado las reglas para descalificar a todos los candidatos que no son del grupo político del alcalde Eliseo Morales Rosales.
Y eso, queda claro, es un intento de fraude electoral en la renovación de los gobiernos de las juntas auxiliares.
Los ataúdes, los pleitos, las obras del zócalo
Todavía no transcurren 100 días del primer año de gobierno y el alcalde Eliseo Morales ya lleva en su lista varios escándalos.
Uno de ellos es que a su llegada a la presidencia municipal se han disparado los índices delictivos.
Y el alcalde, en lugar de buscar combatir el crimen organizado, mandó a comprar mil ataúdes para regalar a “quien le haga falta”. Como si él mismo advirtiera que va a morir mucha gente.
Apenas arrancó el actual ayuntamiento y ya se han dado los primeros desencuentros entre el personal del gobierno local y el edil. Todo por los malos tratos que han recibido, sobre todo, los inspectores municipales.
Una de las primeras obras que emprendió el edil fue mandar a renovar la fuente del zócalo de Izúcar de Matamoros. En lugar de atender algún problema prioritario del municipio. El proyecto ya mereció ser clausurado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.