La elección del PAN se ha cerrado tanto que, es de pronóstico reservado. Sin embargo, faltando menos de cinco días para los comicios, en el frente riverista se tiene la confianza de que ya se alcanzó el respaldo de al menos 60 consejeros, dos más de los que se necesita para ganar, por lo que existe la confianza de que el domingo podrá triunfar la dupla de Felipe Velázquez Gutiérrez y Rocío Sánchez de la Vega, quienes buscan la presidencia y la secretaría general del albiazul, respectivamente.
Tal cálculo se ha hecho luego de que en esta semana se han venido ya decantando casi la totalidad de los 114 integrantes del Consejo Estatal del PAN y han expresado, a cada una de las dos fórmulas que compiten, cuál es la orientación del voto que emitirán este 15 de diciembre.
Uno de tantos factores que están “inclinando la balanza” de las preferencias entre las dos facciones que compiten, la riverista y la morenovallista, ha sido el activismo de la expresidenta estatal del partido Genoveva Huerta Villegas, quien ahora es aspirante a la secretaría general de esta fuerza política, haciendo equipo con Mario Riestra Piña, quien es el segundo aspirante a la presidencia panista.
Sorpresivamente uno de los activos valiosos que estaría influyendo para un posible triunfo de Felipe Velázquez es sorpresivamente el activismo de Genoveva Huerta, aunque parezca ilógico, por tratarse de dos personajes que están en bandos contrarios.
La explicación es la siguiente: un error que se habría cometido en el frente morenovallista es que se logró ir tejiendo una alianza con varios líderes del PAN y de manera automática, sin consultar a los interesados, se dio por hecho que tal adhesión incluía a los consejeros que son parte de cada una de estas expresiones. Eso no ha sido así.
La alianza entre Mario Riestra y Genoveva Huerta fue sorpresiva porque, aunque ambos políticos tuvieron su mayor crecimiento en el PAN a la sombra del extinto exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas, pero luego de la muerte de este último en diciembre de 2018, los caminos de Huerta Villegas y Riestra Piña se alejaron y entre ambos surgió una fuerte rivalidad o mejor dicho, actitudes de desprecio.
Hace unas semanas cuando anunciaron que dejaban sus diferencias atrás y construían una sola candidatura, bajo el concepto de promover la inclusión hacia el interior del PAN, se generó un positivo efecto mediático, pero no así en las filas de los miembros del Partido Acción Nacional, que calificaron de negativa esa unión.
A muchos panistas no les agradó, no les pereció correcto, que de “un plumazo” se borraran las diferencias entre Huerta y Riestra.
En el frente morenovallista se dio por hecho de que ya iban juntos en la misma causa los líderes de cada una de esas dos corrientes, también lo hacían los consejeros estatales que son del grupo de Genoveva Huerta y los de Mario Riestra, y eso no ocurrió así.
Resulta que varios consejeros leales a Huerta no les gustó para nada que no les hubieran consultado sobre el proyecto de aliarse con Riestra y simplemente, han expresado que no les agrada el segundo de ellos, a quien ven como el principal responsable de la derrota del PAN en los comicios del pasado 2 de junio en la capital.
Y algo similar ha pasado con los seguidores de Riestra, que no olvidan el bloqueo y el maltrato que Genoveva Huerta ejerció a lo largo de su mandato como dirigente panista contra las corrientes internas del partido que no eran parte de su facción.
Por tanto, algunos consejeros de uno y de otro grupo del frente morenovallista mejor se han inclinado a acercarse, dialogar y decidir votar con la corriente que lidera Eduardo Rivera Pérez, que ha postulado a Felipe Velázquez y Rocío Sánchez de la Vega.
El ex alcalde de Atlixco, Felipe Velázquez, ha desplegado un discurso interno con las fuerzas vivas del partido para remarcar que, aunque lo respalda Eduardo Rivera, las decisiones en el PAN –en caso de ganar— las va a tomar él y los miembros del Comité Directivo Estatal, sin permitir una injerencia del excandidato a la gubernatura.
Mientras que Rocío Sánchez de la Vega ha demostrado ser una buena operadora política y eso le ha permitido acercarse a las diferentes corrientes del partido, incluidos los panistas que se siguen considerando morenovallistas, para intentar adherirlos a su bando de la contienda albiazul.
Esta suma de factores es lo que, de acuerdo con los cálculos de los riveristas, les ha dado la certeza de que si van a ganar el domingo entrante.
Romero le apuesta a Velázquez; Cortés a Huerta
Otra situación importante es que, a nivel nacional, aunque aparentemente son parte del mismo grupo político Jorge Romero Herrera y Marko Cortés Mendoza, ha surgido una fractura entre el nuevo presidente nacional del PAN y el dirigente saliente del albiazul, respectivamente.
Marko Cortés no quiere perder influencia en el PAN y busca incidir para que personajes afines a él ganen algunas dirigencias estatales del partido. Para el caso de Puebla, el exlíder albiazul está apoyando a Genoveva Huerta Villegas.
Jorge Romero entiende que, si quiere afianzar su liderazgo en el PAN nacional, su grupo tiene que ganar la mayoría de las dirigencias estatales del partido, para no volverse un presidente frágil sin el apoyo de las estructuras regionales de esta fuerza política.
Por tanto, Romero ha planteado que es prioritario que gane Felipe Velázquez en Puebla, por ser parte de sus intereses políticos.