La elección de nuevo dirigente estatal en Morena será más compleja de lo que se esperaba. La ruta crítica del grupo que está en ascenso al poder mantiene como su candidato al diputado local Pavel Gaspar Ramírez, pero en la ecuación se han involucrado personajes que obligarán a los integrantes de ese equipo a modificar el plan original o a hacer un mayor despliegue de recursos políticos para lograr el propósito primigenio.
Eloísa Vivanco Esquide, secretaria de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, es uno de esos personajes.
Se presenta en sus redes sociales como fundadora del partido lopezobradorista y “reconocida activista social y feminista de izquierda”, pero además es madre de Claudia, Mayté, David y otros tres hijos de apellidos Rivera Vivanco.
Aquí es donde entra en escena un segundo personaje: David Rivera Vivanco, hijo de Eloísa, quien quiere ser presidente de Morena y asegura que llegará al registro de candidatos, con altas posibilidades de ser elegido en la asamblea del consejo estatal, gracias a las buenas relaciones de su progenitora con la cúpula del partido.
Llegados a este punto vamos con otros dos actores relevantes en la trama: Luisa María Alcalde Luján y Bertha Elena Luján Uranga.
La primera es presidenta del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, y la segunda, además de ser mamá de Luisa María y diputada federal, es amiga, de las de a deveras, de Eloísa Vivanco, madre –otra vez, porque hay que subrayarlo– de David.
David Rivera Vivanco le ha pedido a Eloísa Vivanco que ésta a su vez le solicite a su amiga Bertha Luján que haga todo lo posible para que Luisa María Alcalde obligue a los morenistas de Puebla a elegir al relevo de Olga Romero Garci-Crespo mediante una asamblea limitada solo a los consejeros estatales vigentes. Y de paso, que no permitan el nombramiento de nuevos consejeros de manera previa a la elección.
El aspirante, hermano de Claudia Rivera Vivanco, es consejero en funciones, condición que lo pone en ventaja frente a Pavel Gaspar, solo en el supuesto de que Luisa María Alcalde ordene que se defina al nuevo dirigente a través del método que él quiere.
Si eso sucede, habrá que ver además si la mayoría de los 152 integrantes del Consejo Estatal le otorgan la bendición –y el voto–, o si, en cambio, se la dan a un nuevo representante de los intereses del régimen que se encuentra en transición, que sustituya a Pavel Gaspar.
El argumento principal de los miembros de la familia Rivera Vivanco para llevar la ventaja a su terreno tiene que ver con el estatuto del partido, que, como se escribió aquí en la entrega pasada, asienta en el artículo 31 que para ser elegible para un cargo de dirigencia se debe ser integrante del consejo.
Este embrollo, que ha puesto a la líder nacional de Morena entre la espada y la pared, entre los intereses de la amiga de su mamá y los del gobernador electo Alejandro Armenta Mier, es lo que parece haber entrampado la unción del diputado local por el distrito de Acatlán de Osorio.
La partida, sin embargo, no está perdida para el legislador.
En efecto, la convocatoria para la renovación de la dirigencia estatal de Morena en Puebla considera el método de elección mediante asamblea de los 152 consejeros estatales. Pero no es el único. También asienta la posibilidad de nombrar delegados en funciones, a través de una sesión extraordinaria de la Comisión Nacional de Elecciones, en el caso de que los palomeados no sean consejeros. En este escenario entra otra vez el nombre del diputado.
La moneda, entonces, sigue en el aire.
Pavel, David o un tercero, ¿quién será?