Este día arrancaron las nuevas administraciones municipales en Puebla, lo cual significa, como cada tres años, una señal de esperanza de que estos actores políticos, de verdad se aboquen a solucionar los problemas de sus afligidas comunidades.
Si algo ha quedado claro en este ciclo de seis años de gobiernos morenistas en Puebla, es que una buena parte de los ediles emanados de este movimiento no saben gobernar, son iguales de corruptos o más que los anteriores y han podido ganar elecciones en 2018 y 2024, gracias siempre a la presencia de López Obrador.
Solo de esa manera se puede explicar el hecho de que Morena haya logrado retener en sus manos los gobiernos de ciudades como San Martín Texmelucan, Huejotzingo, Izúcar de Matamoros y Tehuacán, pese a las pésimas administraciones municipales que tuvieron en las personas de Norma Layón, Angélica González, Irene Olea y Pedro Tepole.
Pero, como lo señalé al inicio de esta columna, como cada tres años renace la esperanza de los ciudadanos que, con el cambio de administración, vengan nuevas y mejores cosas para ellos.
Ayer estuvimos presentes en el cambio de administración de Cuautlancingo, en donde arribó como nuevo edil Omar Muñoz, emanado de Morena, un joven con muchas ganas y que en la tercera oportunidad logró hacerse de la alcaldía de su municipio.
Muñoz se ve con muchas ganas de trascender y de hacer bien las cosas y ojalá por el bien de Cuautlancingo que así sea.
La panista Lupita Cuautle también rindió protesta el día de ayer como nueva presidenta municipal de San Andrés Cholula, sucede en el cargo a su esposo, el ahora exalcalde Edmundo Tlatehui, lo cual muchos pudieran calificar como nepotismo, pero no es así.
Lupita surgió de la única consulta a la base que se haya llevado a cabo en el estado, del partido político que sea, eso le da una completa legitimidad a su administración.
San Andrés es el municipio más importante que hoy le queda al panismo para gobernar, luego de que fueran literalmente arrasados en el pasado proceso del 2 de junio, lo cual le da más valor a lo hecho por Lupita y por Mundo en este lugar. El triunfo no hubiera sido posible, sino hubiera existido un buen trabajo a nivel de la alcaldía encabezada por Tlatehui y por eso la gente les respondió.
En San Pedro Cholula, otro de los municipios de la zona conurbada a Puebla, rindió protesta como presidenta municipal Tonantzin Fernández, una joven alcaldesa que vivió una reñida jornada electoral y, posteriormente, un largo conflicto en tribunales para lograr el triunfo.
Tonantzin tiene por lo mismo una muy alta exigencia por parte de la población y, a partir de ayer, ya comenzó a gobernar, pero tiene a su favor la experiencia adquirida durante su paso por la legislatura local, en donde fue dos veces diputada.
Fernández tiene, pues, por delante una nueva responsabilidad, pero cuenta con la capacidad y la juventud para sacar adelante a uno de los municipios más bellos y con mayor historia de Puebla.
La mejor presidenta municipal emanada de Morena es, sin duda, la alcaldesa de Atlixco, Ariadna Ayala Camarillo, quien no por nada logró la reelección en este importante lugar, el cual se había convertido en un bastión panista y que ahora lo es de Morena.
Ayala cuenta con un buen equipo y la experiencia suficiente para tener otros tres años de prosperidad y seguridad para su demarcación. Sin duda vienen buenos tiempos para la ciudad de las flores, mientras que la carrera política de la presidenta municipal sigue creciendo.
En Huejotzingo inicia una nueva era de la mano de otro ex diputado local, Roberto Solís Valles, quien estará a cargo de una ciudad que, pese a estar cerca de la capital del estado, tiene muchos más rezagos que otros municipios de la zona conurbada.
Roberto Solís tiene la experiencia de haber estado ya como diputado local y la juventud para tratar de transformar a Huejotzingo, municipio que tiene todo para despegar, solo le han faltado buenos gobiernos.
En la Sierra Norte de Puebla destaca, por encima de todos los actuales ediles, Bety Sánchez Galindo, la nueva presidenta municipal de Zacatlán y de extracción morenista, quien asume el cargo que dejó vacante su esposo, José Luis Márquez Martínez, el único edil de cuyo trabajo puede presumir el PRI.
Bety, al igual que Lupita, sucede a su esposo en el cargo por méritos propios y respaldados por una amplia votación popular.
Se trata de una mujer preparada para gobernar y con muchas ganas de hacer bien las cosas por su comunidad.
Como inicié mi texto al arranque de esta columna, esperemos que vengan, como cada tres años, cosas buenas para Puebla.
Nuevos tiempos, nueva era
Para los que no entendieron lo que ayer aprobó el Congreso de Puebla, aquí les va la explicación con peras y con manzanas.
Debe de quedar claro que hay una nueva era en la política en la entidad, con el Congreso formalizado con la consolidación de la 4T, ese movimiento que combate a la mafia del poder y de la corrupción.
Eso lo dejaron claro la diputada Laura Artemisa Gracía Chávez y el diputado José Luis García Parra, durante la madrugada del 15 de octubre, en donde, de manera muy puntual, le recordaron a la oposición que el pasado 2 de junio, la gente decidió darle la mayoría a la coalición integrada por Morena, Verde, PT, Nueva Alianza y Fuerza por México.
En suma, ambos personajes recordaron que están ahí, en el Poder Legislativo, por el mandato popular de la mayoría, pero no es solo eso, también porque son respetuosos de las instituciones, como en este caso del Tribunal Electoral del Estado, que resolvió anular las elecciones en Xiutetelco, Ayotoxco de Guerrero, Venustiano Carranza y Chignahuapan, por lo que al Congreso le correspondió convocar, como lo manda la ley, a las elecciones extraordinarias en marzo del 2025 y, en tanto, nombrar a los concejos municipales con toda la responsabilidad y escuchando a las diferentes voces.
En el Congreso del estado hay orden y una línea de mando, lo que quedó claro, así como la muy buena operación de la dupla García Chávez–García Parra, así lo mostró en este primer round, que significó el nombramiento de los concejos municipales, especialmente el caso de Venustiano Carranza.
El gobernador electo, Alejandro Armenta, seguramente quedó contento, pero especialmente satisfecho porque en el Legislativo tiene a dos de sus más cercanos colaboradores y personas de confianza.
El cabildeo fue efectivo para evitar que personajes de cuestionada reputación asumieran presidencias municipales.
Es cuánto.
La historia de un vividor del erario público
Édgar Hernández Hernández acaba de renunciar como delegado de la Delegación Atlixcáyotl, lo hizo junto con toda su planilla.
El interés y ambición personal fue superior que su responsabilidad contraída en un proceso de elección en los plebiscitos del 2021, donde con trampas y engaños logro inscribirse, ya que no contaba con los requisitos mandatarios.
Fue la imposición de Karina Pérez Popoca, quien por su ambición por tener el control político de la Delegación Atlixcáyotl impuso a este personaje, que lo único que vino a hacer en esta zona fue generar conflictos entre vecinos a quienes durante dos años y medio no hizo absolutamente nada por esta demarcación, solo pelearse con las autoridades municipales y así presionar para conseguir ahora el cargo público como secretario de Servicios Públicos Municipales.
Es decir, Édgar Hernández Hernández nunca tuvo la capacidad de servicio, ni la verdadera intención de representar con honor y cariño a la gente que vive en la Delegación Atlixcáyotl, solo los usó para negociar sus interés personales como lo hizo en últimas fechas donde se inauguró la Subcomandancia de Policía en el Deportivo Mayaquen, donde acorraló y atacó con su grupo de choque a regidoras y presidente municipal para presionar y así obtener este beneficio personal.