Sergio Herrera Vázquez fue removido –a finales de 2023– como secretario general de la sección 1 del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), situación que lo llevó a emprender un litigio contra la organización gremial, que no ha podido ganar. Sin embargo, ahora está siguiendo otra estrategia para intentar que su grupo político regrese al poder, que es lanzar a tres planillas para buscar ganar la dirigencia del SNTSS, aparentando que son fórmulas independientes y ajenas a la facción del líder defenestrado.
En noviembre de 2023 le pidieron la renuncia a Sergio Herrera como consecuencia de que su gestión sindical salió mal librada de una auditoria que, puso al descubierto, múltiples irregularidades financieras de la agrupación y a la par, muchas denuncias por presuntas ventas fraudulentas de plazas de médicos, enfermeras e intendentes del Instituto Mexicano del Seguro Social.
A partir de la caída del secretario general de la sección 1 del SNTSS se desató, como pocas veces, una fuerte efervescencia política para buscar al próximo dirigente gremial, que debe ser electo hasta principios de 2025. Sin embargo, en meses anteriores ya había hasta 19 aspirantes anotados para buscar la secretaría general.
Ahora, ya se redujo ese grupo de suspirantes a solo 5, que son los que ya se encaminan a medirse en las urnas para buscar dirigir la organización laboral los siguientes 6 años. Ellos son tres mujeres y dos hombres.
Lo interesante es que hay tres planillas que se han constituido con la supuesta visión de que buscan superar el reciente “periodo obscuro” en que ha estado inmerso el sindicato del IMSS. Pero en realidad, los aspirantes de esas formulas no tienen nada de críticos de la corrupción del gremio, pues forman parte de una estrategia del grupo político de Sergio Herrera para recuperar el control del SNTSS.
¿Por qué esos tres aspirantes no se asumen como parte de la facción de Herrera Vásquez? Porque los trabajadores del IMSS, desde siempre, han estado acostumbrados a nunca votar por la corriente política que está al frente del sindicato.
Por eso las planillas en cuestión quieren aparentar ser independientes y no tener nada que ver con Sergio Herrera, cuyo grupo político está “apestado” entre las bases. Estas fórmulas son:
El Círculo Blanco que lleva a la cabeza a María Elena de la Vega, la planilla Lila que postuló como candidata a Edna de la Cuesta y la fórmula Negra, que tiene como aspirante a Luis Rey.
Dicen fuentes bien informadas que atrás de la conformación de cada una de estas tres planillas estaría presente “la mano” de José Antonio Mitznahuatl Roque, quien es el secretario del Interior de la sección 1 del SNTSS y “brazo derecho” de Sergio Herrera.
Para ayudar a crecer a estos grupos, dicen los críticos del sindicato, se estarían utilizando las promesas de ascensos entre los trabajadores y el otorgamiento de créditos.
La cuarta planilla que va a competir es la Roja, que es encabezada por María Isabel Romero Bedolla, quien ya contendió hace seis años y ella, fue parte de la dirigencia, cuando el secretario general del sindicato era el doctor Francisco Javier Torres Zenteno.
La intensión de Sergio Herrera de competir con tres planillas se ha topado con el surgimiento del Movimiento Sindical Planilla Verde, que tendrá como candidato a Daniel Momox, y que el sábado anterior mostró mucha fuerza política al reunir a poco más de 800 trabajadores del Seguro Social, que a su vez representan a muchos núcleos de empleados del IMSS.
El poder de esta formación es que se han cohesionado cuatro corrientes, que son las de mayor arrastre en el gremio, que han formado una planilla de unidad. Estos grupos en el pasado competían entre ellos, pero ahora han formado un solo bloque. Los dos principales líderes, aparte de Momox, son Felipe Meza Texis y José Arturo Varela Gutiérrez.
Prácticamente los 5 aspirantes ya se midieron sus fuerzas a finales de septiembre de este año, cuando se realizó el Congreso Nacional en el que Rafael Olivos Hernández ganó la dirigencia del SNTSS, que agrupa a unos 420 mil trabajadores del IMSS en todo el país.
El estado de Puebla estuvo representado por 33 congresistas y de ellos, 15 espacios fueron ganados por la planilla de Daniel Momox y 7 por la fórmula de Isabel Romero. Lo cual muestra que la corriente de Sergio Herrera está muy disminuida.
La estrepitosa caída de Sergio Herrera
La historia reciente de Sergio Herrera se puede reducir a una expresión: tenía todo para ser un buen dirigente sindical y en poco tiempo él mismo acabó con su popularidad.
Hace 6 años, el favorito para ganar la elección de la sección 1 del SNTSS, que agrupa a los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social en el estado de Puebla–, era Felipe Meza Texis, pero de manera sorpresiva, en una cerrada elección, ganó el abogado Sergio Herrera Vázquez, que no tenía experiencia en la vida sindical del gremio.
Parecía que un sector importante de trabajadores del IMSS mandaba el mensaje de que querían a un dirigente que no fuera de las fuerzas políticas tradicionales.
Lejos de que Herrera aprovechara la coyuntura, su gestión a los pocos meses de que llegó al cargo se volvió un desastre. Desconoció a los grupos que le ayudaron a ganar la contienda y los expulsó de la dirigencia sindical. Después, empezaron a llover una ola de acusaciones de actos de corrupción, principalmente relacionadas con la presunta venta de plazas en el IMSS.
Aparecieron grabaciones de personas reclamando que habían pagado fuertes sumas de dinero y que no les cumplieron con la asignación de puestos de trabajo.
Cuando apenas se acercaba al primer tercio de su periodo como secretario general se aisló y dejó de acudir a los centros laborales del IMSS, para evitar los reclamos de los trabajadores. Quiso recuperar su popularidad generando un artificial conflicto con la delegación del Seguro Social, pero no le resultó esa estrategia.
Su errática conducción hizo crisis en julio de 2023, cuando en el 46 Congreso Seccional Ordinario del SNTSS el 64 por ciento de los delegados decidieron no aprobar el informe financiero de Sergio Herrera, correspondiente al ejercicio de 2022, al no existir –de acuerdo con la visión de los congresistas— una justificación convincente del gasto de la mayor parte de los recursos económicos del sindicato.
Lo que nadie esperaba es que, ahí mismo, los delegados se organizaron y tras declarar que había quorum legal tal como lo marcan los estatutos sindicales, decidieron destituir a Sergio Herrera, quien se encontraba en estado de pánico y no sabía como parar la rebelión en su contra.
Y la sorpresa fue mayor cuando en el momento más álgido de la convención de la sección 1 del SNTSS, apareció de la nada, Arturo Olivares Cerda, quien en ese entonces era el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social.
Ahí Olivares Cerda pidió a los congresistas frenar la destitución. Les prometió realizar una auditoria y si esta demostraba malos manejos, se destituiría a Sergio Herrera. Los asistentes a regañadientes aceptaron.
Semanas más tarde, había la sensación de que todo había sido un engaño. Que Olivares Cerda “le había salvado el pellejo a Sergio Herrera” y no habría auditoria.
Equivocados estuvieron los que pensaron así, porque si hubo dicha auditoría. Fuentes del sindicato revelaron que se descubrieron gastos no justificados, facturas “infladas”, compras diferentes a lo reportado y muchas, quejas de presunta venta de plazas de médicos y enfermeras en el IMSS.
A finales de 2023, le pidieron la renuncia a Sergio Herrera por parte de la dirigencia nacional del SNTSS. El afectado nunca les firmó su dimisión, pese a que dejó el cargo. Todo ese procedimiento fue un craso error del sindicato, porque el defenestrado secretario general inició un litigio en el que ya en tres ocasiones ha ganado suspensiones contra el proceso que lo quitó de la titularidad de la organización gremial.
Herrera podría ganar, pero ya no le da tiempo recuperar el tiempo perdido. La renovación de la dirigencia está a la vuelta de la esquina.