Está en todos los titulares la noticia de que el Ayuntamiento de Puebla, a cargo de Adán Domínguez planea solicitar un crédito de 600 millones de pesos a pagar a 10 años justo antes de irse.
Como cada cambio de administración municipal, que sucede a dos meses de que termine el año, los que se van se terminan el dinero.
¿Se terminaron el dinero? Eso dicen las columnas y notas que en la a últimas horas se escriben al respecto.
Sí, eso ha pasado en varias administraciones, lo hemos visto cada fin de trienio. No es nota.
Lo que es nota es que el que se va se preocupe por el que llega y pretenda dejarle listo un préstamo millonario.
Vamos a ver.
Los trascendidos dicen que el viernes en una reunión el tesorero fue enterado de la operación financiera.
Coinciden en que “se gastaron todo el dinero del año” y es necesario solicitar un préstamo.
Según lo que he investigado faltarían unos 500 millones de pesos por pagar antes que termine el 2024.
Es dinero que, además, no se ha recaudado.
¿Será? ¿Cómo si en su informe Adán Domínguez dijo que se iban con la conciencia tranquila por el “deber cumplido”?
Bueno les decía, la nota es que el alcalde quiera dejar listo el crédito para que viene. Sobre todo sino es de su partido político.
Lo que sí está muy claro, sigo subrayándolo es la intención de Adán Domínguez de asumir el costo político y social que implica la petición de una línea de crédito.
Hasta la noche del domingo los regidores no habían sido informados sobre esta intención. Entiendo que en las próximas horas tendrán en sus manos los estados financieros de septiembre y la intención del crédito.
El alcalde dará a conocer pronto sus intenciones en las que el mayor beneficiado será el alcalde electo, Pepe Chedraui.
Saqué usted sus propias conclusiones.
