El gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, le hizo una promesa a nuestros paisanos en los Estados Unidos: en 2027, en el Congreso local, habrá un diputado migrante.
Durante su pasada visita a Nueva York y Los Angeles, Armenta Mier hizo el compromiso, luego de escuchar a la comunidad poblana de ambas ciudades, las cuales cuentan con una muy importante población originaria de nuestra entidad, la cual clama por tener representantes en el Congreso y en el gobierno local.
De hecho, serán los propios integrantes de las diferentes organizaciones de migrantes, de las diversas ciudades de los Estados Unidos, los que escojan a quien será su representante mediante votación.
Para tal efecto, se buscará la colaboración del Instituto Nacional Electoral y del órgano local, para organizar este proceso inédito y de alta relevancia para las comunidades poblanas que habitan en los Estados Unidos, principalmente en las ciudades de Nueva York, Chicago y Los Angeles.
También se buscará que la comunidad tenga un representante a nivel federal, dentro de la próxima legislatura en la Cámara de Diputados, es decir, habrá una verdadera representación de los grupos de migrantes poblanos en la Unión Americana.
Los aspirantes serán hombres y mujeres que viven en los Estados Unidos, no poblanos que hayan vivido allá y que ahora están de regreso en Puebla.
Esta iniciativa cayó muy bien entre las comunidades de los poblanos en los Estados Unidos, quienes, a su vez, van a aportar para el desarrollo de sus comunidades mediante el programa peso por peso.
La cantidad de remesa procedente del vecino país del norte hacia Puebla es impresionante y el año pasado superó los 4 mil 500 millones de dólares, siendo el motor de la economía de más de 30 municipios de la Mixteca, pero también de la Sierra Norte y ahora incluso hasta de la capital del estado.
Incluso, la familia de Armenta, el gobernador electo, es originaria de Izúcar de Matamoros, municipio que a finales de los ochenta y principios de los noventa, era el principal centro de expulsión de mano de obra hacia los Estados Unidos, especialmente a la ciudad de Nueva York, conocida coloquialmente por los paisanos como Pueblayork.
Quien visita Izúcar todavía puede observar la cantidad enorme de casas de cambio que existen en esta ciudad, al igual que en Atlixco, a la cual acuden las familias de los migrantes para intercambiar sus remesas.
Quien será el nuevo gobernador de Puebla tiene de verdad compromisos reales con la comunidad migrante de los Estados Unidos y en los hechos quiere demostrar su afinidad con estos grupos, los cuales, como quedó demostrado en su reciente gira, no han perdido el arraigo por su tierra natal.
Fueron más de 40 mil, los poblanos los que desfilaron hombro con hombro, junto con Alejandro Armenta, por las calles de la Gran Manzana y, también, los que se deleitaron con la presencia de la cantante mexicana, Belinda.
Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer
Vaya coyuntura en la que se encuentra Puebla, lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, dentro de esta larguísima transición, la cual culmina hasta el 14 de diciembre de este año, cuando, por fin, Alejandro Armenta tome posesión de su cargo como nuevo gobernador de Puebla.
Como lo mencioné en mi pasada entrega, este “vacío” de poder, se acentúa más cuando se analiza el papel de los presidentes municipales, los cuales están a 20 días de cambiar de administración, razón por la que, ya poco les importa lo que ocurra en sus diferentes demarcaciones.
Esta situación comienza a perjudicar a Puebla en temas vitales como la seguridad pública, la cual es, hoy por hoy, la demanda número uno de los poblanos ante las escenas registradas en la semana pasada y durante todo este 2024.
Es evidente que los alcaldes de los 217 municipios de la entidad, ya bajaron la guardia y están más interesados en ya poder cerrar su gestión y evitar las auditorías y los desvíos de recursos, que en vez de tratar de atender las demandas ciudadanas, esto ya es un hecho.
Mucho trabajo, tendrán que hacer los nuevos ediles que están por entrar en funciones, para tomar de inmediato las riendas de sus respectivas presidencias, para evitar el caos que se ha generado en diferentes puntos de la entidad.
Los primeros días de las nuevas administraciones municipales y los últimos del año, deberán de enfocarse a tratar de mitigar los efectos del terrible problema del crecimiento de la inseguridad en Puebla, tarea prioritaria para los 217 nuevos ediles.