Los retos que tienen enfrente las nuevas autoridades tanto a nivel estatal como en el ámbito municipal, son de verdad, de dimensiones pocas veces vistas.
El tema número uno en el cual deben de trabajar las nuevas autoridades, es sin duda el de la inseguridad, el cual se ha agudizado en Puebla, durante las últimas administraciones, sin perder de vista que fue la administración de Miguel Barbosa y específicamente su entonces secretario de seguridad, el chiapaneco Raciel López Salazar, quien abrió las puertas para la instalación del cártel de Jalisco la Nueva Generación en la entidad.
Todo un reto tiene por delante la nueva administración estatal para tratar de frenar la ola de violencia que ha vivido Puebla en este 2024, la cual incluye el asesinato de algunos candidatos a puestos de elección popular y también a autoridades recién electas.
Cabe señalar que, este fin de semana aparecieron mantas en la autopista México-Puebla, a la altura de San Martín Texmelucan, pidiéndole al gobernador Céspedes y al nuevo mandatario entrante, Alejandro Armenta, poner fin a la inseguridad en esta zona y a las extorsiones por parte de la policía municipal de este lugar, pero no es el único municipio en estas condiciones, Tehuacán está también hundido en una ola de violencia y abandono pocas veces vista.
Otro reto muy importante que deberán de enfrentar las nuevas autoridades y principalmente las de la zona conurbada, es la falta de agua potable en esta región, en donde se asienta el mayor número de población, más de dos millones de habitantes y en donde la escasez del vital líquido.
La demanda es cada día más grande y los mantos acuíferos, sobre todo en la ciudad capital, están cada vez más agotados. Desde hace tiempo, se advirtió que en 2024 Puebla podría enfrentar una crisis hídrica de dimensiones pocas veces vista, lo cual ya es evidente.
San Pedro y San Andrés Cholula en donde antes abundaba el vital líquido, también se han secado y amenazan con ya no poder satisfacer la demanda de su población y ya ni que decir de Cuautlancingo y Amozoc, dos municipios en donde desde hace tiempo, ya no hay agua.
El reto para las nuevas autoridades es enorme, por lo que, si no hay un trabajo coordinado y en conjunto entre gobierno, municipios y la concesionaria, Agua de Puebla, la crisis puede dañar a la entidad, más de lo que ya ocurrió en este año, en donde es evidente que el cambio climático ya es una realidad en el estado.
Es un hecho que se deben de buscar y de invertir en nuevas fuentes de abastecimiento para la Angelópolis y toda la zona conurbada, la última data del año de 1995, cuando se puso en marcha el proyecto Nealtican, cuyo acueducto traslada miles de litros de agua a la capital, proveniente de los escurrimientos del volcán Popocatépetl, pero ya es insuficiente.
Ojalá las nuevas autoridades tal y como lo prometieron en campaña, se den a la tarea de explorar nuevas alternativas para el suministro del vital líquido, antes de que la situación se pueda volver caótica.
Un tercer problema que tiene que ser atendido y valorado en su justa dimensión, tiene que ver con el confinamiento de los desechos sólidos de la ciudad y los municipios conurbados.
Actualmente, el relleno sanitario de Chiltepeque el cual data también de hace 30 años, está llegando a su límite de capacidad y a esto se le debe de agregar que actualmente, también está recibiendo los desechos de los municipios conurbados a la capital como san Pedro y San Andrés Cholula debido al cierre del confinamiento regional que se ubicaba en el territorio de Calpan.
Se necesita pues, un relleno sanitario más para Puebla capital como medida de previsión a futuro y también, el ubicar un nuevo sitio para la instalación de un relleno sanitario intermunicipal como ya lo dijo el gobernador, Sergio Salomón, para satisfacer las necesidades de los municipios de la zona conurbada.
De verdad, vaya reto que tiene por delante las nuevas autoridades que están ya por entrar en funciones.
¿Legislatura u Oficialía de Partes? La nueva legislatura local, la LXII que entró en funciones hace unos días, deberá de elegir cuál quiere que sea su papel en la historia de Puebla, es decir, como van a querer ser recordados los integrantes de este poder.
Sé que es muy soñador lo que voy a decir, pero la actual legislatura, en donde existe una abrumadora mayoría del bloque morenista y sólo 6 diputados de oposición, algo nunca visto, debe de legitimarse a través de su trabajo.
El nivel de los integrantes de esta legislatura en comparación a la del año pasado, es muy bajo, se trata de muchos personajes, sin experiencia, sin embargo, deberemos de ver, si se conforman con ser como lo dije una oficialía de trámites, levantando el dedo a todo lo que envié el gobernador Armenta o si de verdad, van a tratar de empujar algunos temas por iniciativa propia.