Zacatlán es el municipio más visitado en la Sierra Norte de Puebla y también se ha vuelto uno de los más peligrosos, al enfrentar seis años de continua crisis de inseguridad que, a decir de los habitantes de esa región, es un problema que tiene “el sello de la familia Márquez”, que ha dominado la escena política de 2018 a la fecha y no pudieron controlar la alta incidencia delictiva.
De ahí que se ha acuñado la frase sarcástica entre la población: “En Zacatlán todo mundo sabe quién delinque, menos la Policía y la familia Márquez”.
Esa aseveración es en alusión a lo siguiente:
El actual alcalde José Luis Márquez Martínez, quien por segunda vez ya fue edil, inició su gestión en 2021 con una ola de ejecuciones y balaceras en el centro de Zacatlán. A lo largo de su mandato, fueron constantes los asesinatos en la vía pública, principalmente como producto de guerras entre bandas dedicadas al narcomenudeo y robo de autos.
Ahora está cerrando su gestión con importantes incrementos en los delitos del fuero común y con constantes cambios de los encargados de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Su antecesor –de José Luis Márquez– fue su primo, el edil morenista Luis Márquez Lecona, que inició su mandato en 2018, fecha en que hizo la primera marcha ciudadana contra la inseguridad pública en Zacatlán.
Hay tres sellos distintivos de la gestión de Márquez Lecona. Estos son:
Primero: él mismo –siendo presidente municipal– fue secuestrado en la peligrosa carretera Tlaxco–Tejocotal, en donde hay asaltos, plagios y ejecuciones. Se dice que su familia habría pagado una fuerte suma de dinero para que lo liberaran.
Segundo: tuvo cuatro titulares en la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Uno de ellos –Carlos Cárdenas— acabó en la cárcel, estando en funciones.
Tercero: en sus tres años de gobierno hubo ejecuciones, fuga del líder de una banda de secuestradores y una ola enorme de asaltos.
Y ahora, la próxima presidenta municipal de Zacatlán será Beatriz Sánchez Galindo, la esposa de José Luis Márquez, que forman un matrimonio que antes era priistas y ahora es converso a la 4T.
¿Podrá Beatriz Sánchez Galindo domar el grave problema de inseguridad? Muchos lo dudan, porque se percibe que quien seguirá atrás, tomando las decisiones más importantes, colocando a los miembros del gabinete y dirigiendo la obra pública, será José Luis Márquez.
La postulación de Sánchez Galindo se debió a que José Luis Márquez soñaba con un tercer mandato como alcalde de Zacatlán.
Al final, se percató que como candidato del PRI perdía, por el alto antipriismo –muy justificado— en toda la parte norte del estado de Puebla, en donde al tricolor se le ve como el partido de la corrupción y la violencia. Por eso ya todos corren del otrora partido oficial.
Tentó el terreno de la 4T y ahí lo recibieron con “los brazos abiertos”, como parte de la “adicción” que tienen en Morena a los priistas.
Pero las encuestas indicaban que la población no votaría por él. En mucho por los pésimos resultados que ofreció como gobernante en los rubros de seguridad y obras públicas.
Puso a competir por la candidatura de Morena a uno de sus sobrinos y al ex contralor municipal. Los engañó de que los apoyaría para que alguno de los dos fuera el aspirante a alcalde.
Al final, dicen los enterados, “que dio la orden de que la candidatura era para su cónyuge”.
De ahí es que mucha gente ve con escepticismo que en el próximo trienio cambien las cosas y se reduzcan los robos de autos, los asaltos a comercios, los atracos en carreteras a plena luz del día, las ejecuciones, la venta de drogas, la violencia familiar y las violaciones equiparadas, que son las actividades criminales que han prevalecido durante el dominio político de “los Márquez”.
Ojalá que este columnista se equivoque y las cosas mejoren con el gobierno de Beatriz Sánchez, por el bien de Puebla y de Zacatlán.