Dos eventos importantes ocurrieron este fin de semana y que son dignos de resaltar.
Por un lado, la liberación de quien fuera gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, y la negociación que llevó a cabo el secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, con los ejidatarios de Tlahuapan, que derivó en la liberación de varios tramos carreteros de Puebla, principalmente la autopista que conecta a la Ciudad de los Ángeles con la capital del país.
El primer evento sin duda se llevó la agenda poblana e incluso la nacional, y es que la liberación de quien fuera gobernador de Puebla y quien se encontraba preso en el penal del Altiplano, se le quiso adjudicar el Poder Judicial de nuestro país, el cual enfrenta la embestida de la 4T.
Marín Torres, quien fuera gobernador de Puebla durante el periodo 2005 al 2010, fue detenido el 3 de febrero de 2021 en el puerto de Acapulco, Guerrero, de donde fue trasladado al penal de Cancún y posteriormente al Altiplano, luego de ser acusado por la delito de tortura, en contra de la periodista, Lydia Cacho, autora del libro, “Los demonios del Edén”, en donde se denuncia la operación de una red de pederastia encabezada por el empresario de origen libanés Jean Succar Kuri, fallecido hace un mes.
El exgobernador de Puebla obtuvo su libertad luego de que la juez segundo de Distrito determinó que Marín, de 70 años de edad, “no es un personaje peligroso”, por lo cual puede terminar de cumplir su condena en arraigo domiciliario y pagar una multa de 100 mil pesos.
Cabe señalar que, unos días antes, también obtuvo su libertad quien fuera el director de la Policía Judicial de Puebla durante el periodo de Marín como gobernador, Adolfo Karam Beltrán, quien recibió el beneficio del cambio de medidas cautelares, por lo que obtuvo su libertad, luego de haber sido detenido también por el delito de tortura.
¿Qué tanto puede seguir influyendo Mario Marín en Puebla? En lo personal, no creo que en mucho, su participación en política se apagó luego de la derrota que sufrió Javier López Zavala en el 2010, aunque el exmandatario intentó algunas reapariciones públicas en varias ocasiones, en 2016 durante la campaña de Blanca Alcalá y en 2019, todas bajo el repudio público de diferentes sectores de la sociedad poblana, que nunca olvidó el tema del Lydiagate.
¿Cuánto puede afectar la liberación de Marín al nuevo gobernador Armenta? En nada, si bien es cierto, quien será el nuevo mandatario de Puebla trabajó a la órdenes de Marín durante su gestión, una vez concluido su periodo, Alejandro inició su propio proyecto y sus propias relaciones, pese a tener trabajando a su lado al sobrino político del exmandatario, José Luis García Parra. Se equivocan quienes buscan vincularlos, el exmandatario no tendrá ninguna influencia en la nueva administración.
El caso Aquino
Pero también, como lo comentaba dentro de esta misma entrega, la liberación de Marín, opacó la gran semana que tuvo un personaje, el actual secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, quien se robó la agenda política.
Al arranque de la semana pasada, Aquino fue destapado por quien será el nuevo gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, como nuevo titular de la Secretaría del Bienestar, con todo lo que esto implica.
Pero por si esto fuera poco, Aquino Limón cerró su semana con una negociación con los ejidatarios de Tlahuapan, que habían bloqueado por tres días la autopista México-Puebla, el Arco Norte y la antigua carretera federal a la capital del país, en reclamo del pago de sus tierras que fueron expropiadas para la construcción de estas vías de comunicación.
Los ejidatarios, durante las primeras horas del sábado, liberaron estas vías, lo que colocó al funcionario en el primer plano político, no solo por lo que será su nueva encomienda a partir de diciembre, sino también porque comienza a ser contemplado como una posible pieza rumbo al 2030, cuando llegue la sucesión de Armenta.
Aquino tiene como ventaja que es una bisagra en la relación entre el gobernador Céspedes y quien será el nuevo mandatario, Alejandro Armenta, es amigo de ambos y nadie lo puede perder de vista.
Tlatehui, en pie de guerra
El todavía alcalde de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui, reunió el sábado pasado a un grupo importante de ediles emanados del albiazul, para hacer una reflexión en torno a la derrota que vivió el albiazul en la pasada jornada electoral del 2 de junio y fue claro al señalar a la dirigencia estatal de su partido, a la cual culpó de la derrota sufrida en la pasada elección.
“No jugaron a ganar, jugaron a no perder feo y de todas formas perdieron feo”, dijo el edil, quien recordó que su municipio, San Andrés Cholula, fue el único en donde la candidatura se definió mediante un método democrático y eso los llevó a obtener un triunfo contundente a manos de quién será la nueva presidenta municipal, Guadalupe Cuautle.
En este sentido, emplazó a la dirigencia estatal del albiazul a abrirse a la voluntad de la militancia para renovar a la presidenta, Augusta Valentina Díaz de Rivera, tal y como se hará a nivel nacional, y agregó que él no quita el “dedo del renglón” en su intento de ser el nuevo encargado de Acción Nacional en Puebla.