Quien ha convertido en una tragedia su derrota electoral es Pedro Tepole Hernández, quien fracasó en su intento de reelegirse como edil de Tehuacán. A un mes de las votaciones, el alcalde solo ha tenido una aparición pública, misma que se percibió forzada, en contra de su voluntad. Por lo que en la ciudad poco se saben si el político sigue cumpliendo con sus labores de gobernante, si se encuentra en el municipio y si todavía tiene ganas, ánimos, deseos de terminar bien su gestión, a la que le faltan 3 meses y medio.
Luego de los comicios del 2 de junio, como si fuera un cartujo –que son los monjes que hacen la rígida abstinencia de no hablar por semanas o meses— Pedro Tepole no ha querido decir una sola palabra del resultado del proceso electoral.
Hasta ahora, ni ha reconocido ni ha cuestionado el triunfo electoral de Alejandro Barroso Chávez, el candidato de Morena que ganó la contienda. Pese a que ambos son de la 4T y se supone, que había un compromiso de mantener la unidad en torno a esta expresión política.
El ayuntamiento de Tehuacán no ha frenado su marcha y en las dos últimas semanas se inauguraron una serie de obras públicas, que no dio tiempo de terminar antes de las votaciones.
Lo que sorprende es que, se ha anunciado, se ha programado, que en la apertura de esas obras va a ser Pedro Tepole quien se encargara de cortar el listón simbólico de la inauguración y de última hora, el alcalde ha cancelado su presencia y el acto protocolario se le encarga a algún funcionario de la comuna.
Tampoco se sabe si está despachando en sus oficinas, si concede audiencias y si encabeza reuniones de trabajo. Nadie –fuera de los funcionarios municipales—lo ha visto.
Tepole atiende en el edificio Morelos, el cual es un espacio público que remodeló la ex alcaldesa priista Ernestina Fernández Méndez, por lo cual a lo largo del presente trienio el Palacio Municipal dejó de ser utilizado como despecho del alcalde.
En el edificio Morelos nadie puede entrar si no tiene una cita con el alcalde, alguno de los regidores o secretarios del ayuntamiento. Por ese hermetismo la opinión pública de Tehuacán ignora si Tepole sigue al frente del gobierno de la ciudad o de plano, ya “tiró la toalla”.
El pasado jueves 30 de junio, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina acudió a Tehuacán a la apertura de la remodelación del Tribunal Laboral, le inauguración de algunas obras que se realizaron con fondos estatales y a entregar apoyos económicos de la Secretaría del Bienestar.
Lo que más llamó la atención es que ahí junto el mandatario, aparecieron Pedro Tepole y Alejandro Barroso Chávez.
Es decir, por primera vez se daban la mano el alcalde saliente y el presidente municipal entrante. Al primero se le veía un rostro duro y serio. Al segundo nervioso y un poco sonriente.
Había un ambiente de rispidez entre ambos. Es notorio que no hay el más mínimo asomo de cordialidad, aunque sea fingida.
Trascendió que, previo a las inauguraciones de obras, sostuvieron un encuentro privado con el titular del Poder Ejecutivo, donde se habría abordado la difícil relación entre ambos candidatos, el ganador y el perdedor.
También se supo que fue el gobernador quien dio la instrucción de que debían estar los dos ediles, el que está en funciones y el alcalde electo, como una manera de buscar que ya se supere la rivalidad electoral.
En el acto organizado por el gobierno del estado, frente a los medios de comunicación locales, el mandatario Sergio Salomón les hizo un llamado a los dos a actuar con responsabilidad y garantizar “la unidad”, en beneficio de los intereses colectivos de Tehuacán.
Y ahí surgió el compromiso, de que en este mes de julio que inicia, van a tener su primer encuentro para arrancar el proceso de entrega-recepción del ayuntamiento tehuacanense.
La interpretación que brotó entre los políticos locales es que, por los discursos y la manera que se organizaron los eventos, se percibe que Tepole acudió de manera forzada, sin mucho ánimo de participar.
Y pareciera que se empieza a asomar una resistencia de Pedro Tepole a tener una transición tersa con Alejandro Barroso.
Sobre todo, cuando el próximo edil, el día de la visita del gobernador, declaró que se revisará “con lupa” lo que reciba del gobierno municipal y sin omitir el reporte de ninguna anomalía o error detectados.
Una vez que se acabó la visita del gobernador, Tepole de nuevo se esfumó de los espacios de opinión pública.
Una actitud negativa, que no es algo menor; Tehuacán es la segunda ciudad más importante del estado, es compleja y tiene muchos problemas públicos que resolver, en donde es fundamental la presencia del alcalde del municipio.
Es parte de la rivalidad Armenta—Mier
Con riesgo de que este columnista se equivoque, se puede afirmar que nunca ha existido un enfrentamiento directo y público entre Pedro Tepole y Alejandro Barroso. Ah sido a través de terceros o sin mencionar sus nombres, como se han atacado y exhiben su fuerte rivalidad.
Durante las campañas electorales, el quipo político de Tepole habría elaborado e inundado las redes sociales con una serie de memes con la imagen de Alejandro Barroso, al que tildaban de ser un infiltrado, un extraño, en el universo de la 4T. Lo señalaban de no ser “armentista”, que era el principal argumento para atacarlo.
Mientras que Alejandro Barroso, la noche del 2 de junio, en medio del jubilo desbordado de que había ganado, o mejor dicho había arrasado en la elección por una proporción de dos a unos frente a su más cercano rival, declaró: que había triunfado a pesar “de la intensa compra de votos”.
El candidato de Morena no dio nombres de los supuestos “mapaches electorales”, pero se intuye que habría sido un ataque directo contra el edil Pedro Tepole, por ser el único que tendría la capacidad económica y de recursos humanos para “comprar” votos. Toda vez que el PAN estuvo extraviado a lo largo de la contienda.
La rivalidad entre Barroso y Tepole nació en el proceso interno de Morena para elegir al candidato a alcalde de la 4T.
Se sabe que la encuesta del partido la ganó Pedro Tepole, en mucho por la popularidad que la da ser alcalde.
Pero para evitar una ruptura de la 4T con Ignacio Mier Velazco, quien amenazaba con abandonar la candidatura a senador, luego de que fracasó en su oneroso proyecto –en el que gastó más que cualquier contienda normal— de ser el abanderado del movimiento obradorista a la gubernatura, se decidió entregarle una serie de posiciones políticas para que se sosegara.
Una de esas posiciones que le otorgaron a Mier fue la postulación de Alejandro Barroso Chávez, como candidato a alcalde de Tehuacán. Efectivamente, luego de que le dieron la nominación al político ex priista, se terminó la beligerancia del ahora senador electo.
Ese movimiento, sin duda alguna, fue un trago amargo para Tepole, quien para remediar esa exclusión optó por convertirse en candidato del PVEM y de Nueva Alianza, como una manera de derrotar a Barroso de Morena.
Por lo que la contienda electoral en Tehuacán se redujo a un pleito interno de la 4T, que amenaza con extenderse, por lo menos, hasta que termine el actual trienio.