La aseveración del estratega del entonces precandidato morenista parecía acercarse más a la manifestación emocional de un colaborador subjetivo, deseoso de exaltar las cualidades de su jefe de cara al proceso electoral, que a la opinión rigurosa de un analista basado en el conocimiento de números, fríos e imparciales, para permitirse expresar un pronóstico tan tajante.
Pero la ausencia de periodistas en la sala (este reportero asistió en calidad de invitado) y el todavía lejano arranque de las campañas (faltaban 45 días) llamaba también a pensar que no se trataba de un artilugio, sino de un vaticinio, producto del análisis de datos, que había que considerar con seriedad.
Tres meses y medio después, concluidos los comicios y con resultados oficiales a la vista, hoy ha sido demostrada la exactitud de aquella afirmación.
Armenta se hizo de un millón 908 mil 954 votos, mientras que Eduardo Rivera Pérez obtuvo un millón 52 mil 216 y Fernando Morales Martínez consiguió 140 mil 77.
Traducido a porcentajes, quedó así:
Para Armenta fueron 59.5 por ciento de los sufragios; para Rivera, 32.8 por ciento, y para Morales, 4.3 por ciento. La diferencia entre el primero y el segundo lugar fue de 26.7 puntos, tal y como previó Sánchez Galicia.
Llegados a este punto cabría preguntar si el colaborador de Alejandro Armenta es un mago o si posee una bola de cristal para ver el futuro.
La realidad es que no, ni una cosa ni la otra.
El consultor contó, sí, con análisis de datos que le permitieron hacer prospectiva de manera eficaz, gracias a los resultados de encuestas y estudios de opinión que le ofrecieron tendencias de intención de voto que resultaron certeras.
Aquí entraron en juego varias firmas encuestadoras, pero una en particular fue la que le ayudó a definir criterios y delinear estrategias de competencia, primero en el proceso interno de Morena en 2023 y luego en la contienda constitucional que concluyó hace apenas una semana.
La empresa es Indicadores SC, de Elías Aguilar García, una vieja conocida de Sánchez Galicia que se ha ganado el respeto de los integrantes del equipo de comunicación del mandatario electo, y del propio ganador de los comicios, gracias a lo acertado de sus números.
Revisemos tres casos:
La encuesta de Indicadores correspondiente al 27 de abril, realizada a mitad de campaña, dio 62 por ciento de la intención de voto a Armenta, 33 por ciento a Rivera y 5 por ciento a Morales. La diferencia entre el morenista y el panista fue de 29 puntos.
Tres semanas después, el 18 de mayo, la firma de Elías Aguilar obtuvo números muy parecidos. Armenta sacó 62.6 por ciento de las preferencias, Rivera 34.2 y Morales 3.2. La diferencia quedó en 28.4 puntos, otra vez por arriba del umbral de los 25.
Otra muestra de la exactitud del trabajo hecho por esta empresa se dio el día de la jornada electoral, con las encuestas de salida.
Basada en la respuesta de 8 mil 759 votantes, con un intervalo de confianza de 95 por ciento y un margen de error de +/- 2.05 por ciento, el cuarto y último corte realizado por Indicadores el domingo 2 de junio, a las 6 de la tarde, expuso que Alejandro Armenta se había hecho del 61.07 por ciento de los votos, Eduardo Rivera del 30.61 por ciento y Fernando Morales del 5.88 por ciento.
Aun cuando la encuesta de salida marcó una distancia de 30.46 puntos entre el primero y el segundo lugar, tres puntos más que en el resultado final de la elección, al comparar los números del estudio con los reales, y tomando en cuenta el margen de error (de +/- 2.05 por ciento), queda demostrada la precisión de los datos de Indicadores.
La empresa de Elías Aguilar hizo una trascendente labor para la campaña de Alejandro Armenta.
Por eso fue que ayer recibió un reconocimiento público por parte de Sánchez Galicia, a través de la red social X:
“En #Puebla de 98 encuestas realizadas por 26 empresas de investigación demoscópica que pude observar, sólo 2 registraron el error absoluto medio más bajo: #Mitofsky de @RoyCampos e @IndicadoresSC de @Elyas_Aguilar
Mi reconocimiento y mi respeto
De las otras, mejor no decimos nada.”
Ese “error absoluto medio más bajo” fue de 1.1 puntos porcentuales con relación al resultado final de la contienda.