El escenario para Alejandro Armenta en la carrera por la gubernatura se ve positivo. El 2 de junio, el pronóstico ubica al candidato de la coalición conformada por Morena, PT, PVEM, Fuerza por México y Nueva Alianza en la posibilidad de sacar hasta 900 mil votos de ventaja al abanderado de la alianza opositora, Eduardo Rivera Pérez. ¿Está la moneda en el aire?, como dice la alianza del PRI, PAN, PRD y PSI. Todo indica que ya no.
Y es que todo parece indicar que la pregunta ya no es sobre el resultado, sino sobre los alcances de la diferencia entre el primero y segundo lugar, de acuerdo con el análisis y las encuestas de la empresa Indicadores, de Elías Aguilar.
Veamos la reflexión que se obtienen de las mediciones que ha realizado la encuestadora:
Distinto de lo que se podría suponer, es al senador morenista con licencia a quien más beneficiaría una alta participación en las urnas, de entre 62 y 65 por ciento de la Lista Nominal estatal.
El histórico de la asistencia a las votaciones presidenciales tiene un promedio de 62.4 por ciento, en Puebla.
Esa es precisamente la proyección para el 2 de junio de 2024.
Si, en principio, se cumple este pronóstico de al menos una participación de 62.4 por ciento o de hasta de 65 por ciento, el registro mínimo de votos será de mínimo 3 millones 057 mil 600 en el estado.
En ese supuesto, Alejandro Armenta obtendría entre un millón 700 mil a un millón 900 mil sufragios.
Por su parte, Eduardo Rivera tiene escenarios que lo ponen entre 930 mil y un millón 50 mil votos.
Dadas las condiciones de la elección, las mediciones que se han venido realizando y las proyecciones matemáticas, con la posible participación incluida, la diferencia entre Armenta y Rivera sería de 770 mil a casi 900 mil votos.
Sólo por no dejar de mencionarlo, el candidato de Movimiento Ciudadano, Fernando Morales, tendría entre 87 mil a 98 mil votos, lo que lo dejaría apenas rescatando el registro partidista en el estado, con alrededor de 3.2 por ciento.
Hay que subrayar que, de acuerdo con el análisis de Indicadores, el llamado Parri no es un beneficiario del Efecto Máynez, que ha reportado un crecimiento casi exponencial para el candidato presidencial de MC, Jorge Álvarez Máynez.
Y es que hay de carismas a carismas.
De simpatía a antipatía.
Luego entonces, al menos desde este análisis y esta visión, la moneda cayó hace rato.
Un dato adicional, que no deja de llamar la atención, es que en el tema de la votación presidencial, hay todavía la posibilidad de que a Claudia Sheinbaum se le cumpla la meta de los 2 millones de votos en Puebla.
Esto por un efecto de mayor simpatía por ella, que por las opciones locales.
Por cierto, la candidata a la Presidencia estará el sábado para su cierre en el estado.
Será en el Estadio Hermanos Serdán.
La cantidad de asistentes será un termómetro para suponer lo que luego puede ser una manifestación a su favor en las urnas poblanas.
¿Está consumado el resultado de 2024?
¿Media decena de encuestas, que dan como ganador a Armenta, se pueden equivocar?
Como he dicho, ¿la única encuesta que ve con posibilidades a Eduardo Rivera descubrió el hilo negro?
Sin duda, en el war room del ex alcalde podrán decir que ellos tienen “otros datos”.
La pregunta obvia es: ¿realmente los tienen?