La marcha realizada el día de ayer en Puebla fue un éxito rotundo por parte de la oposición, la cual, dejó en claro que su bastión es la capital del estado y que será muy difícil para Morena el poderse quedar con el triunfo en este lugar, en donde se concentra la mayor parte de las clases medias del estado.
¿Cuántos marcharon? A ciencia cierta no lo sé. Los organizadores hablan de 35 mil personas, el oficialismo afirma que fueron menos de 10 mil. Lo realmente importante es que se trató de una gran movilización de gente, hartas del autoritarismo de Morena y de su principal representante el presidente López.
Aunque participaron miles de ciudadanos, no puedo llamarla marcha ciudadana, porque la participación de los candidatos del bloque opositor a la gubernatura, Eduardo Rivera, y a la alcaldía, Mario Riestra, le quitaron ese tinte y terminó o al menos así se traduce, como una movilización a favor de estos personajes. Las cosas como son.
Quitando este hecho, la marcha fue sin duda un ejercicio muy importante y muy interesante, el cual nos deben de remontar al “Lydiagate”, el escándalo político detonado en el 2006, por las grabaciones dadas a conocer por el periódico, “La Jornada”, una charla telefónica entre el entonces gobernador de Puebla, Mario Marín Torres y el empresario de origen libanés, Kamel Nacif Borge, quienes planearon la detención y traslado de la periodista Lydia Cacho a Puebla.
En ese entonces, más de 20 mil almas se movilizaron para solicitar la renuncia del entonces mandatario y este acto significó el inicio del fin del “marinismo” en Puebla, el cual cayó derrotado en la elección del 2010.
La referencia histórica no tiene pierde, si se toma en cuenta el contexto en el que va a dar la elección del 2 de junio. Eduardo Rivera Pérez, era el dirigente del Comité Directivo Estatal del PAN en ese tiempo y Alejandro Armenta, un hombre cercano a Mario Marín y brazo derecho de su segundo a bordo, Javier López Zavala.
Pero de regreso a la marcha de este domingo, para mí lo realmente importante es que el panismo y sus aliados, mandataron un mensaje de fortaleza en su bastión, Puebla capital, ciudad que tiene características propias, mismas que hicieron que el ex mandatario Manuel Bartlett Díaz, la bautizara como “la Polis” (la ciudad-estado) y el periodista, Manuel Buendía, la nombrara en los años setentas como, “la Belfast de América”, por sus “conflictos religiosos”.
Queda claro que, dentro de dos domingos, Armenta y todos los candidatos de Morena, tendrán que hacerle frente al enorme descontento de las grandes áreas urbanas de Puebla, en contra de Morena y del presidente López, quien llega al final de su administración, completamente desgastado y ha dejado de ser un activo para los integrantes de este partido, reitero, entre las clases medias y altas, al menos de Puebla y las principales ciudades del país.
Tal y como se pronosticó, toda la zona conurbada es bastión principalmente del albiazul. ¿Le va a alcanzar a los candidatos del bloque opositor para alzarse con el triunfo? No lo tengo claro, pero si para entender que la contienda está más cerrada de lo que parece y que se trata de una lucha entre el voto panistas en los principales centros urbanos, contra el voto de Morena en el interior del estado, en donde los programas sociales tienen amplía efectividad y en donde el partido del presidente López, ha desbancado al PRI.
Un grave error de Lalo y repetido por Toño. El pasado fin de semana, para ser exactos el viernes, en la ciudad de Huauchinango, el candidato de la oposición a la gubernatura, Eduardo Rivera Pérez, cometió un grave error, al utilizar la palabra, “morenacos”, para referirse a sus adversarios del oficialismo.
El desliz del candidato del panismo fue aprovechado y maximizado por sus adversarios políticos, quienes volcaron todo su aparato mediático y de redes para exhibirlo como “clasista” e incluso exigirle una disculpa pública.
Rivera reaccionó de inmediato y reconoció mediante un video que se había equivocado, pero el daño ya estaba hecho. El y su equipo deben de tener mucho cuidado en lo que resta de la campaña, para no volver a cometer un error de este tamaño, que puede costarles muy caro.
Pero, no había pasado ni un día, cuando el candidato a diputado federal por el distrito 11 con cabecera en Puebla capital, Toño López, cometió el mismo error, al arremeter en contra de sus adversarios y llamarlos “nacos y rateros”.
Todos los integrantes del oficialismo callaron y sus porristas mediáticos también, dando al traste con los reclamos que realizaron contra del candidato de la oposición.
La gran traición en Cuautlancingo. Bien dice el dicho, “cuando la perra es brava, hasta los de casa muerde”, Alfredo Romero, quien era el candidato de Alejandro Armenta a la presidencia municipal de Cuautlancingo, no pudo soportar haber sido desplazado por Omar Muñoz, quien tiene el mayor respaldo popular y con tal de desquitarse, ayer le fue a levantar la mano al candidato del PAN a la presidencia municipal de este lugar, Filomeno Sarmiento.
Romero le había pedido a Omar y a su equipo 2 regidurías, el manejo del C5 y el SOSAPAC, pero al solo ofrecerle una regiduría y tres direcciones; ante esto, se lanzó a los brazos del panista como buen traidor, ni hablar. Que Judas y sus 30 monedas de plata salven su alma.
Dictarán sentencia a Rueda. Este lunes en punto de las 9 de la mañana, el juez Juan Carlos Malpica Aladro dictará sentencia al director del periódico Cambio, Arturo Rueda Sánchez de la Vega, y a Florentino Daniel Tavera Ramos, así como a la red de vínculos con las empresas factureras por 400 millones de pesos, dentro del proceso 99/2024.
El acto se llevará a cabo en la Casa de Justicia, de la 11 Sur, en el caso conocido como “operación Angelópolis”.