En un evento con estudiantes de la Universidad Madero (UMAD), el candidato del PAN-PRI-PRD-PSI a la gubernatura de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, lanzó una audaz afirmación: “Después del debate superaré en las encuestas al candidato de Morena, Alejandro Armenta”.
Sin embargo, expertos en encuestas y procesos electorales consultados, aseguran que esta misión es prácticamente imposible de lograr en los días que faltan para el debate -es este domingo-, o incluso en los escasos 20 días restantes de campaña, pues la distancia entre los candidatos es considerable y el tiempo para convencer a la ciudadanía es cada vez más reducido.
Según la encuesta más reciente de Consulta Mitofsky, Alejandro Armenta registra una preferencia bruta del 51.5%, mientras que Eduardo Rivera se sitúa en un 30.3%, lo que supone una ventaja de 21.2 puntos porcentuales.
Con una lista nominal de electores en Puebla de 4 millones 937 mil 582, y suponiendo una participación del 60%, tendríamos 2 millones 962 mil electores.
Esto implica que la distancia en número de votos entre el primer y segundo lugar es de 628 mil votos.
Para alcanzar a Armenta, Rivera debería restarle 31 mil votos diarios en promedio, hasta el final de la campaña.
En un escenario aún más improbable, Rivera debería obtener 125 mil votos diariamente para igualar a Armenta inmediatamente después del debate del 12 de mayo.
El último debate entre candidatos a gobernador de Puebla fue el 19 de mayo de 2019, con una audiencia reportada por el INE de 280 mil 608 personas.
Incluso si Rivera lograra convencer al 100% de las personas que sintonicen el debate del próximo domingo, lo cual nunca ha sucedido en la historia de los debates, seguiría abajo de Armenta por una diferencia de 350 mil votos.
Ante este panorama, la misión de Eduardo Rivera de superar a Alejandro Armenta se presenta como una tarea titánica, casi imposible de lograr en el tiempo y las circunstancias actuales.
Entonces, ¿cuál es la motivación detrás de la afirmación de Eduardo Rivera?
¿Acaso vive en una fantasía o está siendo engañado por su equipo de campaña?
En cualquier caso, todo parece indicar que se llevará un duro golpe de realidad el próximo 2 de junio.