Va en serio la promesa del candidato a la gubernatura Alejandro Armenta de construir el primer Tren Ligero en Puebla, un sueño largamente acariciado para resolver algunos de los muchos problemas que la metrópoli tiene en materia de movilidad.
No es una ocurrencia de campaña.
Ni un buen deseo.
Menos un engaño a la ciudadanía, especialmente aquella que todos los días sufre el pésimo servicio de transporte público con que contamos desde hace décadas.
De hecho, ya se cuenta con el borrador del primer proyecto ejecutivo y la primera propuesta por parte de la empresa que muy probablemente se haría cargo del ambicioso proyecto, que plantea la ruta CDMX-Puebla-Veracruz, pero también un Tren Ligero Metropolitano que, además, conecte con zonas urbanas del vecino estado de Tlaxcala.
Hasta donde se sabe, es la empresa china CRRC Zhuzhou Locomotive Co. LTD la más aventajada en la idea de Alejandro Armenta de desarrollar lo que ha venido diciendo en foros universitarios y reuniones empresariales.
CRRC Zhuzhou Locomotive Co. LTD no es improvisada en el tema.
La firma asiática se ha hecho cargo del Metro de Shangai, la línea M11 del Metro de Estambul, las líneas M1 y M4 del Metro de Ankara, y los trenes del renovado Metro de Frankfurt, así como el tranvía de supercondensadores en Kaohsiung, Taiwán y Doha, Qatar.
Pero también ya tiene experiencia en territorio mexicano.
Estuvo al frente de los trenes de la línea 1 del Metro de la Ciudad de México (construidos en su mayoría en su nueva planta de Querétaro).
Y ya obtuvo fallos favorables en el gobierno de Nuevo León, que encabeza Samuel García, para la construcción de las líneas 4, 5 y 6 del Metro, junto con Mota-Engil.
Para el caso de Puebla, según el primer borrador del proyecto ejecutivo, se plantea un sistema de vagones de última generación y rodadura neumática de las series MM-90X de Concarril/Bombardier, MM-93 de CAF, MM-05 de Bombardier y MM-U3 de SIEMENS-Duewag.
“No se requiere catenaria (curva formada por una cadena, cuerda o cosa semejante suspendida entre dos puntos no situados en la misma vertical) ni tercer carril entre estaciones para el suministro de energía”, señala uno de los documentos.
Y agrega:
“Más del 80% de la energía cinética del tren se puede restaurar en un supercondensador y reciclarse para la próxima propulsión. El consumo de energía puede disminuir hasta un 30%”.
Sobre el impacto presupuestal a las finanzas del estado, aún no hay una cifra ni una conclusión final, pero el proyecto apunta que es financieramente viable, con recuperación de la inversión a mediano plazo, y totalmente rentable desde el punto de vista social, pues miles y miles de personas se beneficiarán al acceder a un transporte de estas características: seguro, rápido y de muy bajo costo.
De ganar las elecciones del próximo 2 de junio, Alejandro Armenta estará cumpliendo el viejo sueño de varias generaciones de poblanos y poblanas, pero sobre todo empezando a resolver uno de los grandes pendientes de todas las administraciones estatales: dotar a Puebla, por fin, de un sistema de transporte público digno, seguro, limpio, cómodo y barato, y no las miserias que hoy tenemos, y que todos, y todas, de alguna manera, padecemos.