Si bien es cierto todas las encuestas le dan una amplia ventaja a Morena y a su candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, lo real es que la lucha por las 9 gubernaturas que están en juego, a la par de la silla del águila, en algunos casos, está por demás interesantes. Veamos.
Tabasco y Chiapas son dos entidades que Morena tiene prácticamente en la bolsa, ahí si la oposición y sus candidatos, no tienen prácticamente nada que hacer, salvo esperar a que se lleve a cabo el proceso y se declare al ganador de la contienda.
De hecho, la oposición solo busca salir lo menos dañada de las elecciones que se lleven a cabo en estos lugares, esto pese a la inseguridad que prevalece en estos sitios.
Sin embargo, la verdadera lucha se centra en 4 entidades que cuentan con los padrones electorales más importantes en el país, la Ciudad de México, Jalisco, Veracruz y Puebla, cabe señalar que el estado de México es el listado más importante.
De estas cuatro entidades, Morena enfrenta problemas en tres, la Ciudad de México, en donde por más que tratan de levantarla, su candidata, Clara Brugada, nada más no puede y cada se desinfla.
Ahora la estrategia ha sido a recomendación de la candidata Claudia Sheinbaum, que, a todos los eventos de Brugada, acuda acompañada del candidato al senado, Omar García Harfuch, quien goza de una mejor reputación que la candidata, lo cual confirma lo que Claudia siempre supo, él tenía que haber sido el candidato. La CDMX pende de un hilo.
Jalisco es otro estado que está en alta competencia electoral y eso todo mundo lo sabe. Ahí la alianza tácita que se estableció entre el candidato de MC, Pablo Lemus y Xóchitl Gálvez, ha dado sus frutos, así como el apoyo que le ha dado el gobernador, Alfaro al proyecto de voto dividido, aunque la moneda está en el aire.
Veracruz es el estado en donde Morena ya de plano “encendió” los “focos rojos”, ante el mal desempeño de su candidata, la oriunda de Zacatecas, Rocío Nahle, tan es así que la propia candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, tuvo que ir a esta entidad en rescate de su candidata, la cual se hunde.
En Guanajuato y en Yucatán la ventaja es para la oposición, aunque las ventajas son cortas, lo que todo parece indicar que esto será un final de “foto finish”.
Lo que estos resultados demuestran, es que más allá de las encuestas, la preferencia electoral de Morena, ya no es la misma que en el 2018, por más que los propagandistas del sistema se esfuercen por tratar de hacer creer que sí.
Sin López Obrador en la boleta, la maquinaría electoral está basada en los programas sociales y los gobernadores, quienes, violando la ley, tiene las manos, los pies, y todo el cuerpo metido en el proceso.
Para el caso de Puebla, la ventaja de Alejandro Armenta es clara, la entidad no se debe de ver como “foco rojo” para Morena, sin embargo, lo que preocupa al oficialismo, es que prometieron 2 millones de votos y estos ellos mismos lo saben, no se van a cumplir.
Eso es lo que realmente los tiene molestos, porque además saben que pueden perder importantes ciudades del estado, como la propia capital, así como varios municipios del área conurbada y algunas cabeceras distritales, debido a que como lo comenté en mi pasada entrega, diseñaron un modelo para dividir el voto y dárselo todo a Sheinbaum y a Alejandro, pero poniendo en riesgo estas ciudades y algunos distritos.
Luego entonces, tres de los cinco principales padrones electorales que están en disputa están en riesgo a excepción de Puebla, esto por supuesto, hecha también por la borda el llamado plan C, que implicaba el que Morena y aliados obtuvieron la mayoría calificada en el Congreso, para poder modificar todas las leyes que quisieran a su antojo.
Esto es sin duda, el mejor termómetro de lo que realmente pasa en el país, más allá de las encuestas, en las cuales ya casi nadie cree y que van a terminar muy lastimadas en su reputación cuando todo esto ya haya concluido.
Se acerca ya el segundo debate electoral, el cual difícilmente va a cambiar las tendencias, que reitero favorecen a Claudia Sheinbaum, quien muy seguramente, será la próximamente se convertirá en la primera mujer en ocupar la presidencia de la República, pero sin los supuestos 35 millones de votos que supuestamente iba a tener, es más, ni siquiera los 30 millones que, en el 2018, obtuvo Andrés Manuel López Obrador.
El hartazgo de la población y la apatía de los jóvenes para participar en la política, sin duda, también van a colaborar en el triunfo de Sheinbaum, como factores primordiales, así como reitero, la operación política de los gobernadores y los programas sociales.