“No sé si felicitarte o no felicitarte”, fueron las primeras palabras que el presidente Andrés Manuel López Obrador le expresó a Sergio Salomón Céspedes Peregrina una semana después de que fue electo gobernador sustituto de Puebla y fue el nacimiento de una prospera relación entre ambos políticos.
Con esa expresión, el mandatario federal sintetizaba el dolor que sentía por la muerte del exgobernador Luis Miguel Barbosa Huerta –acontecida el 13 de diciembre de 2022– y, al mismo tiempo, dejaba sentir la dificultad que significaba para Céspedes Peregrina tomar las riendas del Poder Ejecutivo de Puebla de manera súbita en el cuarto año del actual sexenio.
El gobernador se reunió este miércoles con un nutrido grupo de periodistas, propietarios y directores de medios de comunicación locales. Fue la oportunidad para hacer un corte de caja de su compacta gestión antes de que inicie la veda electoral que le impedirá –hasta junio– hablar públicamente de los temas del Poder Ejecutivo.
Fueron tres los temas que dominaron su conversación: la preocupación sobre los asuntos de seguridad pública; el paquete de obras que se construirán en los siguientes 10 meses, que principalmente permitirán un fuerte crecimiento de la infraestructura educativa, y evitar que el proceso electoral actual derive en violencia o se convierta en la entrada del crimen organizado a los ayuntamientos, por medio del financiamiento de las actividades proselitistas de los candidatos.
La reunión se realizó en un restaurante del Recinto Ferial de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, previo a presentar el cartel de actividades y artistas de la Feria de Puebla, que inicia a finales de abril próximo.
El mandatario aprovechó para deslindarse de la postulación del empresario José Chedraui Budib como candidato de Morena a la alcaldía de Puebla.
Reconoció su amistad con el industrial de la rama textil. Incluso recordó a varios de los presentes que él fue quien lo ayudó a conocer a periodistas de Puebla, recién había llegado de Tepeaca la primera vez que fue diputado local. Sin embargo –sostuvo– que no intervino en su nominación, fue resultado de que el empresario ganó el sondeo que se levantó para medir a los aspirantes.
Y ponderó: “Morena sí respetó el resultado de las encuestas”.
“No tengo candidatos”, aseveró en un par de ocasiones, para intentar dejar en claro que es mentira la versión de que estaría buscando dejar sembrada una estructura política de futuros alcaldes o que aspira a “cogobernar” con el siguiente titular del Poder Ejecutivo, que será electo a principios de junio.
Durante la ronda de preguntas, en la plática informal, alguien expresó su curiosidad de saber cómo surgió su relación estrecha con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Narró que ocho días después de que el Congreso local –en la madrugada del 15 de diciembre de 2022– lo eligió gobernador sustituto lo convocaron, en la Ciudad de México, a una reunión de desarrollo social, que estuvo encabezada por el presidente.
“Llegué una hora antes –del inicio–, como niño aplicado en el primer día de clases”, lo cual le permitió sentarse hasta el frente y quedarse todo el tiempo en el campo visual del mandatario federal durante el encuentro.
Al final, aprovechó para acercarse hasta el líder de la 4T y presentarse. Fue cuando López Obrador le expresó la frase: “no sé si felicitarte o no felicitarte”.
Una semana más tarde, en una gira de trabajo, López Obrador se le acercó y le dijo: “me dicen que eres buena persona, que eres decente”, lo que permitió crear un espacio de confianza entre el gobernador y el presidente, que le confesó que para formarse esa opinión consultó con la mandataria de Tlaxcala, Lorena Cuéllar.
“Que no nos echen a pelear”
El tema electoral estuvo en el centro de la plática entre periodistas y el gobernador, en una comida surtida de chicharrón, tacos de chorizo blanco y de lengua de res, que son platillos característicos de Tepeaca, un municipio con mucha actividad comercial y agrícola, que es el lugar de origen del mandatario.
Un par de peticiones públicas a partidos y candidatos, les hizo el gobernador: “no politizar los problemas de seguridad pública”, como una manera de no obstaculizar los procesos para hacer justicia.
Y “que no nos echen a pelear a los poblanos”, tras advertir que los discursos de los líderes políticos en algunos municipios se vuelven fuente de violencia entre la población.
También conminó –bajo la advertencia de que no hay cabida a la “ingenuidad”– a los candidatos a no caer en la tentación de aceptar financiamientos del crimen organizado, que se ha especializado en ofrecerles “encargarse de todo” a los aspirantes a cargos de elección popular, como una manera de exigir –después de los comicios– que les cedan el control de los municipios.