Los dirigentes de los partidos integrantes de la coalición Mejor Rumbo para Puebla, donde cohabitan PAN, PRI, PRD y PSI, ya tienen candidato a la Presidencia Municipal de San Pedro Cholula. En realidad tienen dos. Uno es la perredista y ex diputada federal Roxana Luna Porquillo, que compitió por la gubernatura en 2016, y otro es Carlos Alberto Carpinteyro Otaolaurruchi, actual secretario de Infraestructura en ese ayuntamiento.
Hasta ayer por la noche se habían cumplido todos los pronósticos que daban como un hecho la fractura de ese bloque de partidos en el municipio cholulteca, que en 2021, sin la ayuda del PSI, que no formaba parte de la coalición, llevó al triunfo a Paola Angon Silva, quien se quedó sin posibilidades de pelear la reelección debido a un desempeño muy mal evaluado por los ciudadanos.
En la antesala de la definición formal, Eduardo Rivera Pérez y Carlos Martínez Amador decidieron apoyar a Roxana Luna para que sea la candidata del grupo, pero Néstor Camarillo Medina, asociado con Paola Angon y Carlos Navarro Corro, dueño del PSI, eligió ir con un candidato propio, un colaborador de la actual presidenta municipal con el que (Camarillo) intentará conservar los beneficios que ya posee en esa demarcación.
Así fue como se dividieron en dos bloques, en beneficio de Morena y los miembros de la alianza Sigamos Haciendo Historia, que están por seleccionar a su candidato de entre tres perfiles: Tonantzin Fernández Díaz, Luis Alberto Arriaga Lila y Nayeli Salvatori Bojalil.
El gran problema para los promotores de Roxana Luna y Carlos Carpinteyro es la competitividad de Morena. Si juntos se aventuraban a una tarea difícil, separados tendrán una misión imposible.
Una encuesta de la empresa Indicadores SC, realizada en los primeros días de febrero, muestra la enorme brecha existente entre el partido en el poder federal y estatal y el resto de los institutos políticos que compiten en San Pedro Cholula.
Según esto, Morena goza del 39 por ciento de las preferencias electorales, seguido del PAN, que tiene 17.9 por ciento. Luego vienen el PRI, con 3.1 por ciento de la intención de voto; Movimiento Ciudadano, con 3 por ciento, y el PRD, con un vergonzoso –pero no sorpresivo– 1.4 por ciento.
Eduardo Rivera y Néstor Camarillo, que en otros sitios del estado sí pudieron ponerse de acuerdo para postular candidatos comunes, aquí fracasaron, y por ello están próximos a condenar el resultado electoral en este municipio, con el riesgo de contaminar –y perjudicar– a algunos otros de la Zona Metropolitana, donde está la joya de la corona, Puebla.
El panismo de San Pedro sufre las consecuencias de diferendos no superados entre el precandidato a gobernador Eduardo Rivera y la alcaldesa en funciones Paola Angon, que por provenir del grupo disidente, donde se ubican Eduardo Alcántara Montiel y Genoveva Huerta Villegas, no recibió la confianza ni el perdón del líder del blanquiazul para cruzar la línea de los defenestrados.
El mal gobierno de Angon tampoco le permitió a la edil saliente efectuar un acto de fuerza para imponer candidato. La misma encuesta de Indicadores SC exhibe que apenas cuenta con 30.5 por ciento de aprobación social, contra 59.4 por ciento de desaprobación y 10.1 por ciento de indiferencia.
La presidenta municipal se desactivó a sí misma, pero el consejo perverso de Camarillo, presidente del PRI, le animó a lanzar a su colaborador, Carpinteyro, sin la suma del PAN y el PRD.
Del otro lado, mientras tanto, Tonantzin, Luis Alberto y “Nay” deben estar más puestos que nunca.