El Partido del Trabajo, que va en coalición con Morena, el Verde, Fuerza por México y Nueva Alianza, está entorpeciendo el tema de las designaciones de los candidatos del bloque “Sigamos Haciendo Historia”.
El Profe Alberto Anaya, sempiterno dirigente nacional de este partido, ya dejó en claro en la mesa de negociaciones que su partido no va a ceder sus seis senadurías, ni sus diputaciones federales, que ascienden a 34; esta fue una de las razones por la cuales no pudieron incorporar a Jorge Estefan al grupo de candidatos que jugarán por este bloque el próximo 2 de junio.
El Verde intentó intercambiar con el PT el Distrito 10 con cabecera en la ciudad de San Pedro Cholula, para poder siglar a Estefan en el 14 con cabecera en Izúcar de Matamoros, pero el Profe Anaya se negó porque el voto fuerte de este partido se concentra en la región de la Mixteca poblana.
Anaya ha dejado en claro que no va a permitir que, por ningún motivo, gente ajena a su movimiento vaya como representante por este partido político, que tiene bajo su responsabilidad siglar en Izúcar, Tehuacán, Teziutlán y San Martín Texmelucan.
De hecho, de los cinco distritos más votados en el 2021 está Acatlán en primer lugar, y Tehuacán en tercero. De ahí que la diputada Esther Martínez, de Teziutlán; Nelly Maceda, de la Mixteca; Araceli Celestino, en Tehuacán, y Jaime Valtierra, de San Martín, son las cartas del Partido del Trabajo en estas demarcaciones y no quieren ceder por ningún motivo estas posiciones.
De la misma forma, el PT esta entorpeciendo la negociación para designar al candidato de la coalición en Puebla capital, al negarse a ceder su posición en el segundo lugar en el Senado de la República, el cual le corresponde a la exsecretaria de Bienestar, Liz Sánchez.
Y es que se busca mandar a la exalcaldesa de Puebla Claudia Rivera en su lugar, a cambio de que le deje libre el camino al empresario José Chedraui Bubid, para que abandere a la coalición en esta ciudad.
Otro problema es que ya no se puede cambiar los espacios siglados porque estos ya están registrados ante el INE.
Como lo señalé al inicio de esta semana, ya se les está haciendo bolas el engrudo.
Ya se veía venir
Todo el movimiento y la parafernalia que se ha armado por la salida de varios cuadros importantes del PRI, era algo que ya se veía venir, no en balde hace unos días titulé mi columna como “El efecto Hidalgo”.
Se busca no solo ganarle a la coalición opositora, sino aplastarla para alcanzar el plan C en la Cámara de Diputados y la de senadores, para poder tener la aplastante mayoría en ambas cámaras y sacar adelante las últimas reformas del presidente López.
Lo que hoy se busca vender como noticia y como una novedad, era algo ya muy cantado, se ha tratado de montar un escenario apocalíptico para la oposición, cuando gran parte de estos personajes, ya se sabía, estaban desde hace tiempo operando para Morena.
De los 20 o hasta 50 presidentes municipales que según se iban del PRI, solo se presentaron cinco, Lupita Vargas, hija de quien fuera brazo derecho de Genaro García Luna, Ardelio Vargas Fosado, cabeza de la masacre de Atenco, entre otras linduras; Pepe Márquez, edil de Zacatlán, quien hay que reconocer sí tiene un liderazgo regional, pero desde hace tiempo ya trabajaba para Morena y estaba clavado con el proyecto de Julio Huerta; Manuel Orato, alcalde de San Salvador El Seco; Emiliano Vázquez, de Zapotitlán, y el de Guadalupe Victoria, Aurelio Flores Solano, otro que desde hace tiempo ya traía su juego en Morena.
Es decir, no hay ninguna novedad en el frente y nadie que se pueda llamar sorprendido, por cierto, de estos tres últimos presidentes municipales, juntos no suman ni el número de ciudadanos que tiene la junta auxiliar San Francisco Totimehuacan en Puebla capital.
Lo único cierto es que todo lo que está ocurriendo en el PRI a nivel nacional y local es culpa de Alejandro “Amlito” Moreno, quien trae sus propios acuerdos bajo el brazo en personajes ligados al presidente, y de Néstor Camarillo en Puebla.
Camarillo es un personaje demasiado “chiquito” para desempeñar el cargo que tiene en sus manos y también para ser un representante de Puebla en la Cámara alta, mencionar tan solo su nombre “achaparra”, pero también es cierto que toda la salida de cuadros del tricolor como Silvia Tanús, Jorge Estefan y demás, estaba más que concertada y se aceleró el 9 de noviembre, tras la designación de Alejandro Armenta, ex presidente estatal del PRI, como coordinador de los esfuerzos de la 4T en Puebla.
Así le hubieran dado el Senado a Estefan, él hubiera operado desde el PRI a favor de Armenta y eso todo mundo lo sabe, ya que fue el artífice de la llegada al poder de Miguel Barbosa y también de Sergio Salomón, él ha sido el vicegobernador durante estas dos administraciones.
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Ilustración: Alejandro Medina