Al igual como ocurre en muchas partes del país, en Puebla el Partido Movimiento Ciudadano (PMC) se viene perfilando como la tercera opción frente a la polarización que hay entre la 4T y el Frente Amplio por México, con un índice de intención del voto que fácilmente libra el 3%, que es el mínimo para seguir con vida. Sin embargo, hacia el interior de esta fuerza política muchas voces opinan todo lo contrario: el PMC llegará al proceso electoral de 2024 en condiciones de debilidad debido a un factor central, que es la errática y descuidada conducción de su dirigente: Fernando Morales Martínez.
Son varios los líderes regionales del PMC que, por enésima vez, están buscando una vía para exponerle a Dante Delgado Rannauro, el fundador del partido, que en Puebla no se podrá avanzar –en los comicios de gobernador, alcaldes y diputados del año entrante– mientras siga al frente el hijo del exgobernador Melquiades Morales Flores.
Un grupo de dirigentes municipales y militantes del PMC han armado un expediente mediante el cual exigen un cambio urgente del coordinador de la Comisión Operativa Estatal del partido, al advertir que si eso no ocurre, la fuerza política naranja se derrumbará en la contienda que se avecina.
Algunos de los argumentos en contra de Fernando Morales serían los siguientes:
El actual coordinador de Movimiento Ciudadano ya ha excedido en dos ocasiones su periodo estatutario como dirigente. Actualmente lleva ya 14 meses extras, en relación con la última fecha que se había fijado –en agosto de 2022– para que dejara esa responsabilidad.
Sin tener militancia en el PMC, luego de haber sido presidente estatal del PRI y servir al morenovallismo, Fernando Morales Martínez llegó a encabezar el Partido Movimiento Ciudadano el 4 de abril de 2017 y su mandato concluía el 4 de abril de 2020.
Por un descuido de la dirección nacional de esta formación política, en 2020 no se renovó a los líderes del llamado “movimiento naranja” en varios estados del país, entre ellos Puebla.
A principios de 2021, se consideró que ya no era conveniente cambiar a los integrantes de la Comisión Operativa en la entidad poblana y se dejó a Morales en su actual posición, para que una vez que pasaran los comicios locales y federales de ese año fuera sustituido.
Debido a que en los municipios de Teotlalco, San José Mihuatlán y Tlahuapan hubo comicios extraordinarios, a principios de 2022, se determinó que la cabeza del PMC en el estado de Puebla se quedaba hasta agosto del año anterior.
Lo que más ha molestado a las voces críticas del PMC es que en varias ocasiones Morales Martínez les ha dicho que el está dispuesto a dejar su cargo y que no está aferrado al mismo. Sin embargo, se sabe que en realidad quiere dejar en su lugar a Fedrha Suriano Corrales, quien siempre ha sido su fiel colaboradora desde que el primero era presidente estatal del PRI poblano.
Otro argumento que se expone en el expediente en cuestión es que, en los comicios de 2021, casi todos los candidatos a alcaldes en el estado se quejaron de que nunca recibieron ayuda del partido.
Los abanderados se hartaron de demandar presupuesto, propaganda y asesoría política por parte del partido que los postuló.
Al revés, sentían que había una intención desde la cúpula local del PMC de “exprimirles” su dinero, ya que les habrían ofrecido servicios de mercadotecnia y comunicación electoral, pero se los cobraban como si fuera un negocio privado.
Por esa razón, el PMC acabó obteniendo un resultado pobre en la ciudad de Puebla y los municipios conurbados de la capital.
Y la actuación más cuestionada ocurrió en San Martín Texmelucan, que es el tercer municipio más importante del estado. Ahí había elementos suficientes para que el entonces candidato a alcalde, Abraham Salazar, pudiera impugnar y echar abajo el resultado electoral que favorecía a Morena.
Salazar fue la sorpresa de esa elección y según su conteo de votos, él había ganado los comicios.
Lo que más sorprendió es que el recurso de impugnación contra el cómputo oficial de la votación en San Martín Texmelucan se presentó de manera extemporánea, por lo que fue desechado en el ámbito de la justicia electoral. Lo que generó la idea de que alguien habría “vendido” la lucha que se había dado contra la reelección de la edil de dicho municipio, Norma Layón.
Por eso los inconformes lanzan la advertencia: si no se remueve a Fernando Morales, en la contienda de 2024, se repetirá la “misma película” del proceso electoral de 2021.
Y concluyen: el único logro del partido obtenido en 2021 fue garantizarle una diputación local a Fernando Morales.