El fuerte llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador para que las precampañas de la 4T sean austeras y sobre todo, no se utilicen espectaculares, llega con siete meses de atraso a Puebla, ya que la guerra de los anuncios panorámicos inició en diciembre del año pasado y ha implicado un gasto que de manera conjunta –entre los aspirantes de Morena a la candidatura de gobernador– que ya rebasa en mucho el tope de gastos de campaña –de 42.9 millones de pesos– que se autorizan por partido político para los comicios constitucionales destinados a la renovación del Poder Ejecutivo.
Según cuentan algunos conocedores del tema es que, entre los aspirantes de la 4T a la candidatura presidencial, a la gubernatura de Puebla, al Senado, a la alcaldía de la capital y diputaciones locales y federales, ya se habrían agotado 80 por ciento de espacios para anuncios espectaculares, bardas y puentes que son atractivos para la propaganda político-electoral.
Es simplemente un escándalo de dispendio de recursos económicos, ya que hasta ahora ninguno de los aspirantes ha transparentado un solo peso de lo que están gastando. Todos otorgan respuestas inverosímiles de que los anuncios los colocan manos anónimas, que son medios de comunicación los que otorgan el financiamiento, que son “amigos” los que despliegan la propaganda.
Este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador deploró “el gasto excesivo”, sobre todo en espectaculares, del que dijo: “No, no es lo correcto… yo no estoy de acuerdo con ese gasto en publicidad”. El mensaje estuvo aparentemente dirigido a los aspirantes a la candidatura presidencial, pero al final lo expresó de una manera que esta enfocado a todas las precampañas de la 4T en el país.
La expresión más contundente del mandatario fue el señalar que con ese gasto excesivo, “van a hacer lo mismo –los precandidatos de la 4T– que hacen los conservadores, van a hacer lo que está haciendo Claudio X González”, el empresario que es artífice de la coalición opositora.
Ante las palabras del presidente, hubo un mutis de las llamadas “corcholatas” de Puebla, es decir los políticos que buscan la nominación morenista para pelear por la gubernatura.
El senador Alejandro Armenta argumentó que “hasta que me ordene Morena” va a bajar sus espectaculares, en lo que es una manera de evadir el cuestionamiento por la abundante propaganda que tiene en todos los rincones del estado promocionando un libro sobre el litio y otro más, en torno al consumo de los edulcorantes, que en realidad es una estrategia para vestir su promoción personal en mensajes con supuestos contenidos sociales.
Aunque el despliegue más crítico y cuestionable es el de Ignacio Mier Velazco, el coordinador de los diputados federales de Morena, que en su afán de crecer sus índices de popularidad –que hasta la fecha siguen siendo muy bajos— en diciembre pasado inició con la llamada “guerra de los espectaculares”.
Hace siete meses, el equipo de Mier, utilizando el engaño de que es una campaña publicitaria de las revistas Tendencia y Central Municipal, que no tienen ninguna presencia relevante en territorio poblano, desplegó más de 100 espectaculares, en un conteo conservador que hizo en su momento La Jornada de Oriente, porque algunas versiones indicaban que eran más de 200 anuncios panorámicos, que se colocaron en territorio poblano, de Veracruz y el estado de México.
En aquel entonces, el PAN estimó que los espectaculares de Mier tenían un costo mínimo de 2.5 millones de pesos al mes.
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Ahora esa propaganda es tal vez tres o cuatro veces más grande que, la expuesta en diciembre de 2022, pues abarca vallas publicitarias en puentes, lonas y anuncios gigantes en torno a las principales carreteras, avenidas importantes, plazas comerciales, mercados e instalaciones deportivas en los municipios más poblados de la entidad.
A todo lo anterior, ahora hay que sumar la nueva propaganda de la tercera “corcholata”, que es Julio Miguel Huerta Gómez, quien es el último que ingresó a la contienda por la candidatura de Morena y desde la semana pasada, entró de lleno a la “guerra de los espectaculares”. Antes había privilegiado la pinta de bardas con el ingenio de las frases “Ya es Julio” o “que ya sea Julio”, mediante un juego de palabras con el nombre principal del aspirante y la llegada del séptimo mes del año.
Un cuestionamiento importante es preguntarse: ¿esa propaganda, sobe todo los espectaculares, va a decidir quién va a ser el candidato de Morena a la gubernatura?
A estas alturas ya hay una contaminación visual tan excesiva, que la gente ya no pone tanta atención a los mensajes, sobre todo cuando la mayor parte de los espectaculares –en su mayoría— llevan colocados entre cuatro y siete meses, puesto que la intensificación de los anuncios panorámicos se aceleró en marzo pasado.
Hace unos pocos meses, el aparato propagandístico de Ignacio Mier le permitió reducir de manera importante la distancia, en el índice de popularidad, con su rival Alejandro Armenta Mier, quien ya tocó “el techo” de ganar más adeptos, luego de llevar dos años en permanente campaña de promoción.
Sin embargo, en las últimas semanas ha bajado el puntaje de Ignacio Mier, lo que demuestra que ya se perdió la efectividad de sus anuncios y ahora, quien le empieza a “pisar los talones” es Julio Huerta, que se encuentra en la etapa de crecimiento de seguidores.