Las más recientes encuestas que se han publicado por parte de Consulta Mitofsky y de Massive Caller, sobre las preferencias electorales rumbo al 2024, son por demás reveladoras.
Los datos importantes rumbo al 2024 es que Morena como partido puntea en las encuestas con porcentajes que oscilan entre el 30 y hasta el 32 por ciento de las preferencias, pero lo relevante es que estos números son los mismos que este partido registra desde el 2021, es decir, este instituto político ya no crece en las preferencias, por más que hagan y por más que el presidente López, mantiene niveles de aprobación de entre 58 y hasta 60 por ciento.
Es decir, el partido oficial lleva más de dos años en Puebla, estancado en la preferencia electoral, lo cual, a estas alturas, a casi un año de la elección, es muy bueno para este instituto político.
Morena llegó a su tope electoral, pero se mantiene en sus números en gran parte, por la ausencia de la oposición, algo que ocurre también en el país, en donde no hay un discurso que pueda neutralizar al del presidente de la República y sus mañaneras.
Por su parte, la oposición lejos de crecer, pierde porcentaje en la preferencia electoral.
Ni PAN, ni PRI, ni el PRD han crecido en sus números, por el contrario, han perdido en dos años algunos puntos porcentuales, debido a que reitero, no han podido articular un discurso de contraste, respecto al partido oficialista, de tal forma que ni sumando sus fuerzas representan competencia para Morena y sus aliados del PT y el Verde, los cuales suman porcentajes mínimos de preferencia electoral.
Lo que es un hecho es que, en la mayor parte de los estudios de opinión, se ha incrementado el porcentaje de personas que dicen no saber por quién van a votar o que no quieren contestar, lo cual puede ser una buena noticia para la oposición.
La mayor parte de estas personas que responden no saber, o que no quieren contestar, cuyo porcentaje oscila entre el 22 o hasta el 24 por ciento en cada uno de los estudios de opinión, si se deciden a salir a votar en el 2024, muy probablemente lo harán en contra del partido en el gobierno, pero para que esto ocurra, se le tiene que dar una razón de voto e incentivarlas a salir a votar.
Es por eso que a la oposición le urge ya comenzar a trabajar en la selección de quien vaya a ser su candidato a la presidencia de la República, así como también de quienes vayan a ser sus candidatos a las nueve gubernaturas que estarán en juego en el 2024, algo en donde Morena, también les lleva la ventaja.
De la misma forma, les urge articular un discurso que pueda convencer a este porcentaje de personas indecisas o que ocultan su voto, en primera para que salgan a votar y no se queden en su casa en el 2024 y en segundo lugar, que lo hagan por la coalición PAN, PRI y PRD y sus candidatos.
Los candidatos precisamente también son parte de la ecuación y de los que pueden marcar la diferencia, en un proceso electoral en donde una gran participación puede marcar la diferencia.
En el 2018, el presidente López obtuvo más de 30 millones de votos con una participación ciudadana del 62 por ciento, en la elección intermedia, Morena perdió casi la mitad de su votación al obtener solo 16 millones de sufragios, pero con una participación de tan solo el 52 por ciento, no obstante, fue la participación más alta en la historia de las elecciones intermedias.
Dicho todo lo anterior, Morena pues, puede lucir imbatible, pero si hay una ligera oportunidad para la oposición, pero para que puedan competir lo primero es que se mantengan unidos, que seleccionen buenos candidatos y que logren motivar a la gente a salir a votar, aunque hay quienes creen que antemano están dadas las condiciones para que haya una muy amplia votación en el 2024.
El factor participación ciudadana es una de las claves electoralmente hablando rumbo al 2024 en todo el país y Puebla no es la excepción, para cambiar el sentido de la ecuación, que por el momento favorece al partido oficial y de manera amplia.
Queda claro pues, que Morena y su aspirante puntero, Alejandro Armenta, ya se estancaron dentro de las preferencias electorales.
Pero también lo mismo ocurre con el otro puntero, el alcalde capitalino, Eduardo Rivera Pérez, el cual no sube, pero tampoco baja en las preferencias, aunque a diferencia de los aspirantes de Morena, no se promociona, ni en espectaculares, ni bardas, aunque tiene a su favor la exposición mediática que le brinda su posición.
El resto de los aspirantes tiene a su favor el hecho de que aún pueden crecer en las preferencias, tal y como ocurre con Ignacio Mier, Julio Huerta, Nadia Navarro, Olivia Salomón o algunos otros que tienen esa ventaja.
Twitter: @riva_leo
Ilustración: Alejandro Medina