María Luisa Albores González estuvo en Puebla este martes y ratificó su vecindad en el estado, su ciudadanía poblana, lo que seguramente para muchos tiene un importante significado político, que es: la secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales es una fuerte aspirante a la candidatura de Morena a la gubernatura de la entidad, por su cercanía al presidente Andrés Manuel López Obrador, la firme identidad con el movimiento de la 4T y por la posibilidad –no remota— de que se decida el género femenino para nominar al (a la) abanderado (a) que competirá en la sucesión de 2024.
Una presencia que seguramente pone muy nerviosos a los primos Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, que desde hace varios meses protagonizan un severo enfrentamiento y una acelerada carrera por buscar, cada uno de ellos, agrupar a la mayor parte de la estructura electoral del PRI, como componente de un esfuerzo de agenciarse la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla.
Es cierto que Mier y Armenta están construyendo proyectos electorales muy sólidos y han ganado mucho en popularidad que, por el momento, no tiene la integrante del gabinete federal.
Sin embargo, ambos cargan con las mismas debilidades, que son: aunque son importantes figuras legislativas del ámbito nacional, no tienen la suficiente cercanía al presidente Andrés Manuel López Obrador; y su popularidad se ubica entre las bases del PRI, pero no entre la militancia del movimiento obradorista.
Y un tercer factor: de las nueve candidaturas a gobernador que debe postular Morena en 2024, en cinco estados ya están definidos aspirantes varones y se necesita que, en las cuatro entidades restantes, entre ellas Puebla, se nominen mujeres para respetar la paridad de género. Si es que no se caen algunos de los perfiles masculinos que están “amarrados” en Chiapas, Tabasco, Morelos, Yucatán y Jalisco.
Hasta donde se sabe el presidente Andrés Manuel López Obrador, a diferencia de otros estados, para el caso de Puebla no ha mandado señales de quien pudiera ser el candidato de la 4T.
No se sabe si el presidente está a la espera de ver quien termina con mejores números en la lucha, la carrera política, que protagonizan los ex priistas Ignacio Mier y Alejandro Armenta.
O si se está reservando al momento adecuado para darle el banderazo de salida de María Luisa Albores del gabinete e inicie sus actividades proselitistas, apoyada por la imagen del presidente de la República, tendiente a buscar un cargo de elección popular en territorio poblano.
Mientras que se genera esa definición, María Luisa Albores ha sido muy cuidadosa, muy cauta, de no hacer declaraciones o emprender actividades que se pudieran interpretar como un intento, un interés, de construir su candidatura a gobernadora de Puebla.
No obstante, el martes de esta semana, dos frases prendieron los focos de alerta en la 4T. Dos expresiones que en otro momento político no hubieran generado impacto alguno.
Todo ocurrió en la Quinta Reunión del Grupo de Trabajo Interinstitucional para el Saneamiento del Río Atoyac, que se efectuó en Puebla y contó con la participación de la mandataria de Tlaxcala, Lorena Cuéllar.
La frase inicial provino del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, el primero en tomar la palabra y hacer la presentación del acto oficial, quien se expresó así de María Luisa Albores:
“Es un gusto recibirla en Puebla, su casa, sin duda gran poblana, es un gusto tenerla acá”.
Y minutos más tarde, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales manifestó:
“Gracias por la recepción, gobernador, comparto a todos que estar en Puebla, me siento en casa; mi casa la sigo teniendo en Cuetzalan del Progreso”, en alusión a que ahí se desempeñó por más de dos décadas como asesora de la cooperativa Tosepan Titataniske y que todo ese tiempo vivió, emprendió su activismo social y su desarrollo profesional en la Sierra Norte, en donde nacieron sus hijos.
¿Qué lectura muchos podrían dar a estas palabras del gobernador y de la secretaría del Medio Ambiente?
Que María Luisa Albores tiene el suficiente arraigo en Puebla y en Morena, en donde fue fundadora y primer dirigente de esta fuerza política.
Y lo único que queda esperar es que, en Palacio Nacional, se haga la definición de la sucesión en Puebla, dentro del ámbito de la 4T.