Públicamente Ignacio Mier Velazco se muestra como un líder fuerte y estable de los diputados federales de Morena, pero eso no es así, ya que por lo menos ha enfrentado un par de rebeliones, en las cuales los legisladores que representa han exigido que sea removido como líder parlamentario. Apenas hace un par de semanas ocurrió uno de esos episodios cuando le reclamaron, palabras más, palabras menos: “O coordinas bien la fracción o mejor vete a hacer campaña a Puebla”.
Ese reclamo es muy relevante porque ocurrió un día después de la crisis que desató el panista Santiago Creel Miranda, en su calidad de presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, al permitir que –el pasado 1 de febrero– ingresara una escolta de militares armados al recinto legislativo durante la apertura del actual periodo de sesiones de San Lázaro.
Aparentemente ese bochornoso episodio tenía un solo damnificado: a Santiago Creel Miranda, a quien estuvo a punto de costarle el cargo de presidente de la Mesa Directiva por su yerro de primero invitar al recinto legislativo a los militares con armas y después, negar su responsabilidad de haber violado la soberanía de la Cámara de Diputados. Sin embargo, en realidad hubo dos políticos que salieron gravemente perjudicados por ese episodio, el otro fue el poblano Ignacio Mier Velazco, que casi lo destituyen como cabeza de la fracción de Morena.
Por eso el 10 de febrero surgió una reunión de desavenencia entre Mier y Creel, que terminó en lo que se definió “un abrazo de Acatempan legislativo”, que en lugar de haber sido un acuerdo amigable, fue un esfuerzo para que los dos diputados “salvaran el pellejo”.
La historia de lo ocurrido es la siguiente:
El 1 de febrero se realizó la apertura del periodo de sesiones de la Cámara de Diputados y la reunión del pleno, que parecía ser solo de trámite, se convirtió en pandemónium cuando Creel de manera unilateral y torpe decidió primero invitar una escolta militar a presentarse con armas –con rifles automáticos FX-05—y, en segundo lugar, querer remediar la falta de permitir la entrada de fusiles a San Lázaro, mandando a los militares al recibidor del complejo de San Lázaro, bajo el equivocado argumento de que ahí ya no era el recinto legislativo.
Eso mereció que Morena y sus aliados le gritaran al panista hasta el cansancio: “tu no eres un rey”, “apátrida”, “traidor”, por tomar decisiones a nombre de todos los representantes populares sin consultarlos y violar la norma que impide la entrada a San Lázaro de armas de fuego.
En protesta los legisladores de Morena y sus aliados –que son mayoría— decidieron abstenerse de aprobar el acta de la sesión, siguiendo una indicación que habría dado directamente Ignacio Mier Velazco.
Lo que parecía ser un tormento para el panista Santiago Creel, con el paso de las horas de ese 1 de febrero se acabó convirtiendo en un problema grave para Morena, por algo sencillo, pero grave: al no aprobarse el acta de la reunión del pleno de San Lázaro en cuestión –por órdenes de Ignacio Mier–, no había quedado instalado el periodo de oficial de sesiones de la Cámara de Diputados y eso, podía tener efectos negativos para la discusión y aprobación de proyectos legislativos, sobre todo los que surgen de la 4T.
Eso podía llevar que alguien inconforme con algún proyecto legislativo aprobado por la 4T pudiera ser impugnado y echarlo abajo mediante el argumento de que hubo un error de procedimiento, pues la legislatura legalmente no estaba instalada para poder sesionar.
Al día siguiente de esa polémica sesión, la del 1 de febrero, hubo reunión del pleno de los diputados federales de Morena, en donde llovieron críticas contra Ignacio Mier por las siguientes razones:
Primero: su escasa presencia en la apertura del periodo de sesiones de la Cámara de Diputados, algo que dicen sus críticos es muy frecuente. Se ausenta mucho en momentos decisivos.
Segundo: que por no estar del todo involucrado en lo que pasó en esa controvertida reunión del pleno de la Cámara de Diputados, no midió las consecuencias de que no se aprobara el acta de la sesión. Además, no consensó esa decisión con los legisladores que representa.
Fue entonces cuando una diputada tomó la palabra e hizo el reclamo más fuerte, al advertirle, palabras más, palabras menos:
“Si no puedes coordinar al grupo, mejor vete a hacer campaña a Puebla”, al exponer que el político morenista está más interesado en buscar ganar la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla, que en estar atento en lo que pasa en San Lázaro.
Le dijo que sus ausencias se han vuelto frecuentes y que la mayoría de los diputados siguen sus instrucciones por disciplina, pero no porque sean acertadas o porque ejerza un liderazgo en el grupo parlamentario morenista. Por lo que exigió analizar la permanencia de Ignacio Mier como coordinador.
Mier ante esa llamada de atención habría ofrecido remedir el yerro de la no aprobación del acta de la sesión. Por eso se apuró a buscar conciliar con Creel y no solo evitar la destitución del panista de la Mesa Directiva de San Lázaro, sino componer el yerro que cometió por la no aprobación del acta de la sesión.
Otro intento
La otra crisis la enfrentó Mier en agosto de 2022, cuando el político poblano se molestó con un diputado que es presidente de una comisión legislativa y como escarmiento, quería destituirlo de ese cargo.
El diputado en cuestión, en una reunión del pleno del grupo parlamentario, tomó la palabra y habría dicho algo así: “Estoy de acuerdo con que se analice mi permanencia en la presidencia de la comisión que presido, pero también pido que se revise la permanencia de Ignacio Mier al frente de la fracción de Morena”.
Para sorpresa del político poblano, fueron muchos los diputados que pidieron analizar la pertinencia de quitarlo del cargo que ocupa al frente de la fracción del Partido de Regeneración Nacional.
Mier para frenar su posible remoción, retiró la solicitud de revisar la destitución del diputado con el que estaba enemistado y quería removerlo como presidente de una comisión legislativa.
Aunque en realidad quienes lo salvaron fueron los diputados Leonel Godoy Rangel y Aleida Alavez Ruiz, quienes son los verdaderos líderes de la fracción morenista y han decidido sostener a Ignacio Mier al frente del grupo parlamentario.