La unidad panista es una farsa, pese a los esfuerzos realizados por el alcalde, Eduardo Rivera Pérez, por mostrar un partido político cohesionado, luego del desayuno al cual convocó hace unos días y en el cual convergieron algunos de sus principales detractores.
Mustiamente acudieron al encuentro, la ex dirigente estatal Genoveva Huerta, quien aún no termina de digerir su derrota, pero aún más, el haberse quedado sin el manejo de los jugosos recursos asignados por concepto de prerrogativas a este partido, las cuales manejaba a su antojo, de ahí que sus incondicionales la bautizaron como la “jefa Geno”.
También estuvo ahí “Rasputín” Alcántara “socio” de Huerta Villegas, en su calidad de coordinador de los diputados locales del PAN, el cual solo se coordina a sí mismo y quienes son los primeros en intrigar en contra de Rivera Pérez, con el dirigente nacional del albiazul, Marko Cortés, el cual tampoco termina por aceptar del todo, el liderazgo de Lalo en Puebla.
La dupla Villegas-Raspu, fueron quienes alentaron a Cortés de buscarle a Eduardo Rivera una competencia, para obligarlo, según ellos, a ya comenzar a tomar definiciones rumbo al 2024, de ahí vino el alentar al ex senador, Javier Lozano, para que levantara la mano en busca de la candidatura del PAN a la Casa Aguayo.
Ambos personajes solo fueron a la reunión para fingir una supuesta unidad inexistente y para poder llevar más chismes al michoacano, Cortés, quien les compra una buena parte de las cosas que le dicen estos personajes, los cuales además también están en constante comunicación con los operadores del gobernador Barbosa.
Fue más sincera la postura de la diputada local, Mónica Rodríguez Della Vecchia y del también diputado local, Rafael Micalco Méndez, quienes prefirieron hacer caso omiso a la invitación del edil capitalino, con quien no tienen una buena relación, cada uno de ellos, por diferentes motivos.
Es claro y es notorio que, así como en Morena, no existe la unidad, porque cohabitan varias corrientes, en Acción Nacional, las diferencias entre morenovallistas y tradicionales, no se han acabado, ni se van a acabar y además el líder nacional de este partido, Marko Cortés, tampoco hace mucho en abonar a que ambos bandos limen sus diferencias, haciendo caso a los “chismes” que le hace llegar Huerta Villegas y otros personajes.
Un muy difícil panorama enfrenta el panismo poblano rumbo a la elección del 2024, debido a la fractura interna que arrastra este partido político, sumado a inoperatividad de la dirigencia estatal, la cual ganó con Augusta Valentina Díaz de Rivera, pero que tal pareciera que perdió o que Genoveva Huerta es la que sigue al frente de esta fuerza política.
Para el panismo se acercan fechas claves, en octubre la renovación del Comité Municipal del PAN en Puebla capital, que encabeza el eficiente, Jesús Zaldívar Benavides, quien no va a tener el menor problema para lograr la reelección, aun si el grupo de Genoveva Huerta, busca tratar de ponerle competencia.
El segundo momento vendrá en la renovación del Consejo Estatal de este partido, en donde Huerta Villegas y su pandilla busca la revancha de lo que ocurrió hace un año, cuando cayó derrotada en la lucha por la dirigencia estatal.
Para esta ocasión, Huerta Villegas sabe que está perdida en la capital y ha apostado a poner todas sus fichas en el interior del estado, en donde sus aspirantes a consejeros, en su mayoría pasaron los exámenes aplicados y se aprestan a luchar por tomar este órgano interno, vital en la vida del albiazul.
De acuerdo a mis fuentes, Augusta se ha dormido en sus laureles y se puede llevar un doloroso revés en el próximo mes de noviembre, fecha en donde se habrá de renovar este órgano de dirección.
Así pues, las cosas al interior del panismo poblano, no marchan nada bien, y amenazan con ponerse peor, ante la indiferencia del anodino, presidente nacional de este partido, Marko Cortés, el cual pareciera hacerle el juego a la mal llamada cuarta transformación, fingiendo ser oposición.
Existe contrabando de Paxlovid. A través de redes sociales y grupos de WhatsApp, vivales comercializan Paxlovis, medicamento destinado al combate al covid-19, cuya venta está prohibida por parte de particulares.
El secretario de Salud, José Antonio Martínez García, al que algunos señalan como el “delfín” del gobernador, Miguel Barbosa, aseguró la semana pasada que a Puebla llegó un lote de este medicamento, el cual, solo está en poder de la dependencia a su cargo que es la única encargada de manejar este medicamento.
Ojalá tomen cartas en el asunto y verifiquen el origen del supuesto producto que se comercializa, reitero, a través de redes y grupos de whatsapp, para frenar su comercialización y verificar su autenticidad.
Twitter: @riva_leo