Muchas lecturas dejó, de por medio, la visita del canciller de México, Marcelo Ebrard a Puebla, quien, de entrada, hay que decir cautivó a los dueños del capital poblano.
Pero quién se robó la tarde fue el presidente del Club de Empresarios, Antonio Yitani Maccise, quien dirigió al discurso de su vida, ante los 300 invitados que se dieron cita en el hotel “El Presidente” de Puebla.
De entrada, Antonio Yitani, heredero de uno de los apellidos más influyentes de Puebla, no tuvo empacho en reclamar, que los empresarios poblanos, les piden a los congresistas (diputados federales) que “no le bajen el switch” a las empresas del sector privado en el tema de la reforma eléctrica. El canciller solo tomó agua y aguantó, sin inmutarse, el reclamo velado detrás de lo dicho por el presidente del grupo más influyente del capital poblano. 300 hombres de verdadero poder económico.
Yitani Maccise pidió una reforma eléctrica que no deje fuera a los capitales privados y llamó a todos los interesados en el tema, a que estudien con detenimiento este asunto antes de tomar una decisión.
Pero si el tema de la reforma eléctrica causó ámpula, ni que decir, cuando Antonio Yitani, al micrófono, habló sobre el tema de la inseguridad y los graves daño que le está ocasionado al país, la indiferencia gubernamental, ante la ola de violencia en la que se encuentra México.
“No tenemos porqué vivir dentro de una normalización de la violencia, a diario se libran batallas y la delincuencia avanza sin cesar, protegida por el manto de la corrupción y de la impunidad, esto no es nuevo, ni exclusivo de estos gobiernos, esta situación empezó hace muchos años, pero hay que frenarla, es necesaria una estrategia nacional que se contundente y de resultados”, reprochó el líder empresarial, lo que acarreó una carretada de aplausos por parte de los ahí presentes.
Ebrard solo apuró su vaso de agua mineral, mientras le sonreía a su esposa y apuraba el contenido de su vaso. La cúpula empresarial poblana, no es fácil y nunca lo será.
Ebrard y un fuerte olor a candidato. Pese a las palabras del líder empresarial poblano, el canciller Ebrard nunca se dejó ver incómodo.
Si bien, no aplaudió el mensaje del presidente del Club de Empresarios de Puebla, tampoco, se dejó ver molesto.
La entidad no es desconocida para Marcelo, tal vez, por su cabeza pasaban los recuerdos del 29 de junio de 2010, cuando en ese mismo lugar, el hotel “El Presidente”, presidió lo que a la postre sería la cena del triunfo al lado del hoy fallecido, Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Erika Alonso.
Marcelo era en ese entonces, jefe de gobierno de la Ciudad de México y su apoyo fue fundamental para que Rafael días más tarde, se alzara con el triunfo en contra del PRI y de su candidato, Javier López Zavala. Un grupo de periodistas encabezados por el ya fallecido, Enrique Montero Ponce, fueron testigos del acto.
De vuelta a la actualidad, la mesa principal del acto conmemorativo el LIV aniversario del Club de Empresarios de Puebla, estaba conformada por el propio Ebrard, su ahora esposa Rosalinda Bueso, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, el líder del Congreso local, Sergio Salomón, Céspedes Peregrina, la presidenta del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, Blanca Lilia Ibarra Cadena, la presidenta de 5 Radio y vocal del club, Coral Castillo y el diputado federal, Juan Carlos Natale, el segundo hombre más asediado de la tarde, después del canciller y su hombre de confianza, quien lo trajo a Puebla.
El gran ausente, sin duda, el gobernador Miguel Barbosa, quien previó a esta comida, se reunió con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y habló con él en privado. Barbosa se la sabe de todas, todas en política.
Durante su conferencia de prensa mañanera, el mandatario estatal había externado, que no iba a estar presente en la comida, porque reconoció, tiene diferencias con “algunos empresarios de este grupo, los cuales solo se dedican hacer grilla”. En lo personal creo que es porque en el fondo, la candidata de Morena a la presidencia de la República será la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. El gobernador poblano es un hombre institucional.
Presencia con olor a destape. El empresariado poblano, una buena parte de los hombres del dinero y del poder, se le rindieron a Ebrard, no es casualidad, “el carnal” huele a poder y la cúpula poblana, al parecer ya tiene candidato.
Un gran empresario poblano se me acercó y me comentó al oído, Marcelo va ser candidato, está más que amarrado con Dante, será por Movimiento Ciudadano e irá con Monreal como dupla, el zacatecano, va a ir por la Ciudad de México y Marcelo a la grande, ya está más que platicado con Dante.
Los wiskis, los postres y los cafés, transcurrieron de mesa en mesa, el canciller evitó a toda costa hablar de política, en su discurso pareció más bien secretario de Desarrollo Económico. Él sabe que el capital poblano, se la va a jugar a su favor.