La sucesión gubernamental en Puebla estará en función del candidato que resulte de Morena a la gubernatura de Puebla en 2024. De cómo se resuelva ese proceso y quién sea el elegido, sabremos si tendrá el respaldo del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta o si éste le jugará las contras, apoyando a un candidato de la oposición.
Por supuesto que los candidatos de la oposición (PAN, PRI y posiblemente Movimiento Ciudadano) también incidirán en el resultado. Pero si las preferencias se mantienen como hasta la fecha, no hay duda que el sucesor del gobernador Barbosa será un miembro de su propio partido.
De los muchos factores que intervienen en la designación de un candidato a gobernador, en Morena la opinión del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador tiene un peso determinante y definitivo.
Otro factor de igual o similar importancia es el posicionamiento o la intención de voto.
Eso significa que el candidato de la 4T a la gubernatura de Puebla será aquel que además de gozar de la estima presidencial, sea percibido por los votantes como el favorito para ganar las elecciones del primer domingo de junio de 2024.
Hasta el momento la lista de aspirantes de Morena se reduce a cuatro: el senador Alejandro Armenta Mier, el diputado federal Moisés Ignacio Mier Velazco, la expresidenta municipal Claudia Rivera Vivanco y el diputado local Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
De estos, los únicos que reúnen los dos factores determinantes son los primeros: el senador Alejandro Armenta, presidente de la Comisión de Hacienda en la Cámara Alta, y el diputado Ignacio Mier, coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara Baja. Ambos, por cierto, provienen del PRI, lo que les resta simpatía entre los militantes de la izquierda y los “puros” de Morena.
La inclusión de Claudia Rivera en la lista es un tanto forzada, por una cuestión de género y porque el presidente de la República la conoce. Sin embargo el hecho de que haya perdido los comicios de 2021 por un amplio margen la pone en clara desventaja.
El cuarto aspirante, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del estado, Sergio Salomón Céspedes, es percibido como la carta del gobernador Barbosa, aunque con escasas posibilidades ya que es una figura política local poco conocida o reconocida, y con un pobre nivel de posicionamiento y marketing entre la población en general.
A los militantes y dirigentes de Morena no les simpatiza que el diputado Sergio Salomón haya sido priísta, presidente municipal de Tepeaca gracias al exgobernador Rafael Moreno Valle y actualmente presidente del órgano de gobierno del Poder Legislativo por disposición del gobernador Barbosa.
Ninguno de los dos primeros está en los afectos del Ejecutivo estatal; a ambos los ha descalificado, por sus orígenes y por sus vínculos con actores políticos del pasado.
Por esa razón tanto Armenta Mier como su primo Nacho Mier han optado por pintar su raya con el gobierno del estado, buscando el respaldo de actores y grupos políticos fuera de Puebla.
Con el cobijo del senador Ricardo Monreal Ávila, Armenta Mier se ha dedicado a recorrer el estado y a crear comités de apoyo con las estructuras y enlaces que hizo a su paso por el DIF, la Secretaría de Desarrollo Social y el Comité Directivo Estatal del PRI.
Con menos frecuencia y de forma más limitada por su falta de estructura territorial, el diputado federal Nacho Mier viene haciendo lo propio, aprovechando su condición de coordinador parlamentario y la cercanía que este cargo le permite con el presidente López Obrador.
Cualquiera de estos dos puede ser el candidato de Morena. Nacho Mier por decisión del presidente López Obrador, a pesar del veto del gobernador Barbosa, y Armenta por su activismo y despliegue territorial, en una negociación de reparto de cuotas con el senador Ricardo Monreal.
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