En febrero de 2020 nació ContraRéplica Puebla.
El arranque se dio unos días antes de que el mundo se encerrara en sus habitaciones debido a la presencia de un Drácula iconoclasta: el murciélago de Wuhan.
Como el vampiro de Bram Stoker, esta criatura ataca desde una zona invisible: en este caso, el aire que respiramos.
En esas condiciones arrancó el nuevo proyecto periodístico.
No cabría en esta columna la mención total de las exclusivas que llevamos entre el final del invierno de 2020 al joven otoño de 2021.
Eso logró que ContraRéplica se colocara a la vanguardia de la prensa poblana.
A esto hay que sumar las maratónicas entrevistas que en ese lapso nos concedió el gobernador Miguel Barbosa Huerta, mismas que fueron ricas, también, en exclusivas.
En febrero pasado, Nacho Juárez y quien esto escribe nos reunimos con Toño Grajales Farías, director general de esta empresa, para anunciarle nuestra partida.
¿El motivo?
La creación de un nuevo medio que pronto estará en circulación: Hipócrita Lector.
Toño nos pidió entonces que pospusiéramos la salida, una vez que estaba encima el proceso electoral que culminó en junio pasado.
Así lo hicimos.
Día con día nos metimos de lleno en las elecciones poblanas.
Y, tras los comicios, surgieron temas en los que ContraRéplica también llevó mano: el conflicto de la UDLAP, el caso del notario 1 de Tepeaca y la trama de Ciudad Modelo, entre otros.
(Durante las campañas electorales nos metimos profundamente en temas como el cártel inmobiliario y administrativo del ayuntamiento de Puebla, el manejo ominoso de las licitaciones y el vulgar asunto del presunto hostigador sexual que regenteaba los dos puntos anteriores: Andrés García Viveros).
Tanta actividad periodística y de investigación postergó nuestra salida.
En estos días, por fin se consumó.
Gracias a Toño Grajales por su generosidad sin límite para que este proyecto llegara hasta donde llegó.
Gracias a Héctor Serrano por la apertura brutal.
Gracias a Javier Amador: un nuevo gran amigo entre los muchos que tengo.
Gracias a don Antonio Grajales Salas, padre de Toño, por la amistad de tantos años que hoy se vio consolidada.
Gracias, siempre, a Francisco Santiago y a Martha Bautista: director general y directora editorial de ContraRéplica Mx.
Me voy con los mejores ánimos de este periódico.
Mi deseo es que bajo la conducción de Paty Estrada continúe a la vanguardia informativa.
Incluyo en estos agradecimientos a los columnistas y articulistas que nos acompañaron en esta ruta: Pedro Angel Palou, Carlos Chimal, Alejandra Gómez Macchia, Mario Martell, Celina Peña, Miguel Maldonado, Monserrat Moreno, Pablo Argüelles y tantos otros que sería imposible enumerar.
Gracias también a Nacho Juárez por ese espíritu de búfalo (fuerza, estabilidad, consistencia) y una generosidad a prueba de madrugadas laboriosas y muchas veces complicadas.
Con él nos vamos a hacer Hipócrita Lector.
En esta nueva aventura nos acompañarán, entre otros, el gran Carlo Pini (un periodista de altos vuelos que en su momento fue el director de Información de Grupo Imagen Multimedia), Alejandra Gómez Macchia (quien publicó el año pasado un brutal libro de cuentos en España), Zeus Munive (reportero de toda la vida que dirige la revista 360 Grados), Alfredo Victoria (epidemiólogo que ha salvado a decenas —si no es que centenas— de poblanos víctimas de Covid) y los ya citados Mario Martell, Celina Peña y Miguel Maldonado.
(Pasajeros, igualmente, de este barco camaronero serán Osvaldo Valencia, Iván Rivera, Óscar Rojas y otros reporteros y fotógrafos que se sumarán, así como un acompañante de mil batallas: el diseñador Isart García Cano).
Por lo pronto, La Quinta Columna aparecerá a partir del lunes 8 de noviembre en las páginas de La Crónica Puebla, que dirige el gran periodista Arturo Luna Silva.
Su estadía ahí será temporal: únicamente durante las semanas que tardemos en echar a andar Hipócrita Lector.
(No es la primera vez que Arturo aloja generosamente mi columna. Lo ha hecho en otras dos ocasiones).
Muy agradecido estoy, faltaba más, con mi querido Javier Pacheco Pensado, quien me hizo la invitación —junto con Arturo— en el contexto de un delicioso mole de caderas.
También le mando un abrazo y mi agradecimiento al empresario Juan Pablo Kuri.
Gracias, también en primerísimo lugar, al hipócrita lector que me ha acompañado en este noveno medio que dirijo.
(El próximo será el número 10).
Cierro con unas palabras del poeta Octavio Paz pronunciadas durante la ceremonia en la que recibió el Premio Nobel de Literatura:
“(Gracias) es una palabra que tiene equivalentes en todas las lenguas. Y en todas es rica la gama de significados. En las lenguas romances va de lo espiritual a lo físico, de la gracia que concede Dios a los hombres para salvarlos del error y la muerte a la gracia corporal de la muchacha que baila o a la del felino que salta en la maleza. Gracia es perdón, indulto, favor, beneficio, nombre, inspiración, felicidad en el estilo de hablar o de pintar, ademán que revela las buenas maneras y, en fin, acto que expresa bondad de alma. La gracia es gratuita, es un don; aquel que lo recibe, el agraciado, si no es un mal nacido, lo agradece: da las gracias. Es lo que yo hago ahora con estas palabras de poco peso. Espero que mi emoción compense su levedad”.
