En el 2004, el profesor y escritor Juan Gerardo Sampedro adquirió un inmueble pero cometió un error: ir hacia el escritorio de quien desde el otro lado lo despojaría de sus ahorros.
El ex auxiliar de la notaría 24 le mostró documentos apócrifos.
Al paso del tiempo, se supo que ese inmueble tenía un embargo dos años antes.
El ex auxiliar entonces comenzó a lanzar amenazas fuertes al comprador.
Hoy dice que no pudo registrar la escritura porque la propiedad está registrada a nombre de otra persona.
El nombre del notario: Sergio Moreno Valle Germán.
Al parecer no es el único caso.
La notaría 24 carga con muchas irregularidades semejantes: casos de predios y casas mal obtenidas.
Él da fe de las transacciones.
Es más: pide que el pago le sea entregado directamente.
Eso eso es francamente indigno.
¿Cómo conseguía tener en orden todo para que al momento de que cayeran los ingenuos no hubiera problemas?
Esa duda sí mata.
Adiós, don Jorge. Hombre culto como pocos, generoso, con una conversación llena de luces, Jorge Alberto Lozoya Legorreta recibió el cariño de sus amigos en una comida que dejó en claro algo: que el espacio que deja en Puebla no podrá ser cubierto.
El embajador Lozoya, ex director del Museo Internacional del Barroco, se va a vivir a Albuquerque, Nuevo México, tras ganar la célebre beca Fulbright.
Impartirá clases en la Universidad de Nuevo México y seguramente escribirá algún nuevo libro.
Su carrera académica y diplomática es brutal.
Estudió Relaciones Internacionales e Historia en El Colegio de México y en la Universidad de Stanford .
En 1999 fue elegido por unanimidad —por los gobiernos de los países latinoamericanos, España y Portugal— para establecer la Secretaría de Cooperación Iberoamericana, con sede en Madrid .
Lozoya ha ocupado el cargo de Secretario Técnico de Política Exterior en la Oficina del Presidente de México (1989-1991).
Fue Cónsul Honorario de México en Taipei , mientras estudiaba en la Universidad Nacional de Taiwán, y luego fue nombrado embajador.
Fue, igualmente, Cónsul de México en Sevilla, España, con motivo de la Exposición Universal de 1992, y Embajador de México en Israel (1996-1997) y Malasia (2007-2012).
Podría seguir enumerando cargos, pero prefiero detenerme en la conversación que tuvimos hace unas horas con amigos entrañables como Saúl Juárez, poeta, narrador y funcionario cultural a nivel nacional durante muchos años.
En esa mesa privilegiada se habló de todo: del cine mexicano de la época de oro, de las ciudades utópicas durante la Nueva España, de la relación de Lozoya con algunos presidentes de la República, y de la comida mexicana.
Y todo bañado por el relato minucioso del embajador.
Claro que lo vamos a extrañar.
Pronto retorno a Puebla, querido don Jorge.