Ayer le decía en broma que los burócratas del gobierno del estado de Puebla seguramente serían los mejor hidratados del país, a juzgar por lo que la administración de Luis Miguel Barbosa Huerta consume en garrafones de agua purificada y por el monto de este millonario contrato adjudicado de manera directa.
La empresa beneficiada con esta adquisición es Industrial Gugar SA de CV que no es poblana, sino oaxaqueña. Se le adjudicó un contrato de más de 7 millones por menos de 6 meses para suministrar garrafones de 20 litros a 21 dependencias y entidades de la administración pública estatal.
El costo unitario que el gobierno barbosista paga por garrafón es de 28 pesos con 80 centavos, que es altísimo considerando la cantidad de unidades que supuestamente consume al mes.
Ese precio sería normal, si el gobierno adquiriera 50 garrafones mensualmente, que es el costo que una pequeña tienda paga a una empresa purificadora reconocida (Coca Cola, Bonafon, o e-pura por ejemplo) por el suministro semanal o quincenal de esa cantidad de garrafones.
Sin embargo, la administración estatal compra supuestamente más de 40 mil unidades al mes. Solo por eso, el costo tendría que ser mucho menor.
Pero no es lo peor.
Lo absurdo, lo ilógico, son las cantidades que los empleados del gobierno supuestamente ingieren de agua purificada.
El récord se lo llevan los 135 empleados de base, contrato y de confianza de la Secretaría de Igualdad Sustantiva, que es una dependencia de nueva creación, ya que cada uno de ellos supuestamente consume casi 2 garrafones diarios, es decir casi 40 litros de lunes a viernes.
Increíble no.
Pero no son los únicos empleados híper hidratados.
Los 796 empleados de la Secretaría de Administración, que es la dependencia que firmó el contrato con Industrial Gugar, consumen 4.4 litros diarios cada uno de lunes a viernes; los 105 empleados de la Secretaría de Economía 4 litros diarios; y los 130 empleados de la Secretaría de Turismo 3.2 litros cada uno.
Por supuesto que eso es imposible, a menos que por alguna extraña razón los burócratas del estado no sólo se estén contagiando de Covid, sino que ahora padezcan potomonía, es decir de un deseo compulsivo de beber agua sin sed.
En realidad, lo único que evidencia esta adjudicación directa es lo que ya sabemos: que se trata de una transa, de una monumental transa, por el precio que se paga por unidad (garrafón) y por las exorbitantes cantidades de agua purificada y fuera de toda realidad que supuestamente consumen los empleados de las secretarías y organismo públicos descentralizados del estado.
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La ex diputada local Socorro Quezada Tiempo, que alguna vez fue muy cercana al hoy gobernador Luis Miguel Barbosa, cuando ambos militaban en el PRD, se registrará esta semana como aspirante de Morena a la presidencia municipal de Puebla.
Socorro Quezada es indigenista, activista con trabajo en la Sierra Norte de Puebla y en la capital del estado. Egresó de la licenciatura de Economía y de la primera generación de la maestría en Ciencias Políticas por la BUAP.
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Si conoce a Alberto Medina Zamudio, que fue funcionario del ayuntamiento de Puebla y el gobierno del estado, felicítelo, pues acaba de ser designado director de Adquisiciones y Recursos Materiales del Banco del Bienestar.
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En algunos círculos del gobierno del estado han comenzado a correr las puestas sobre la permanencia o renuncia en los próximos días del titular de la Consejería Jurídica del gobierno del estado, Ricardo Velázquez Cruz, y sobre si regresará como magistrado del Poder Judicial del Estado o pedirá licencia en espera de mejores tiempos.
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