Casi la totalidad de los 50 alcaldes del estado de Puebla que en 2018 ganaron por la vía de Morena o una fuerza aliada están ya trabajando su reelección, sin atender y entender que entre la ciudadanía hay un brutal rechazo a la posibilidad de que los ediles repitan en el cargo en un periodo inmediato, situación que sobre todo se acrecienta entre las bases y los simpatizantes de la llamada 4T. Uno de los pocos presidentes municipales que ha comprendido esa realidad es Gustavo Vargas Cabrera de Huauchinango, quien este fin de semana dejó entrever que mejor buscara ser aspirante a diputado local.
Entre los ediles de Morena priva la ilusión de que la imagen y popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador todavía es suficiente para ganar las próximas elecciones locales y federales. Por eso el grueso de ellos están desbordados en ya estar ocupados en emprender el camino de la reelección, por encima de atender los problemas apremiantes de sus municipios.
No están del todo errados, pues Morena como fuerza política en la mayoría de los municipios aventaja a la coalición Va por México, que hasta ahora no ha impactado positivamente en el electorado, pues en la opinión pública no se ha percibido un cambio trascendente el que se hayan unido el PRI, el PAN y el PRD, tres partidos cuyos líderes tienen tatuado en la frente las palabras corrupción y abuso de poder.
Sin embargo, los estudios de opinión púbica que se han levantado, por diferentes casas demoscopias, arrojan una realidad que se repite en toda la geografía poblana: hay un rechazo que va del 30 por ciento y hasta el 70 por ciento, como es el caso de la capital y la zona metropolitana de Puebla, a la posibilidad de la reelección de los ediles de Morena.
Un factor dominante para que exista ese ánimo es que Andrés Manuel López Obrador ha pregonado hasta el cansancio la máxima maderista de “sufragio efectivo, no reelección”.
El presidente ha sido contundente: 2024, cuando concluya su mandato, se retira de la vida pública del país. Luego de esa fecha no va a ser ni líder moral de la 4T, ni opositor, ni cacique, ni dirigente honorario.
Por eso es un contrasentido que el líder de la 4T está a favor de la reelección, mientras que los alcaldes poblanos de Morena, el PT y el PES, están engolosinados con repetir otro periodo más.
No es un asunto nuevo. Entre la población en general no le gusta la reelección de los alcaldes en un periodo inmediato. Se entiende como sinónimo de abuso de poder o ambición desmedida.
Eso no lo entiende la mayoría de los ediles 4T, que la reelección podría acabar siendo su tumba política.
Vargas no va
Gustavo Vargas llegó a gobernar el municipio de Huauchinango generando una fuerte esperanza de cambio y que encabezaría un ayuntamiento honesto, eficiente y ordenado. Ocurrió todo lo contrario, su gestión acabo siendo una enorme decepción.
Recién llegó al cargo y le estalló una crisis en el servicio de recolección de basura. Entre sus primeras ideas fue convertir el recinto ferial en una estación de transferencia de los desechos de Huauchinango, lo que de inicio le generó un enorme malestar ciudadano el que ese recinto lo utilizara como tiradero.
La creciente violencia y la delincuencia, junto con los conflictos con vendedores ambulantes, y hasta escándalos personales, fueron factores que debilitaron la imagen de Gustavo Vargas.
Esa condición, al parecer, le hizo tomar la decisión salomónica de entender que no hay condiciones para reelegirse.
El sábado al mediodía se reunió con un grupo de alcaldes de la región, en lo que parece ser el primer paso para buscar la candidatura de Morena a diputado local, luego de tomar la decisión de no repetir como edil.
Por esa razón se da por hecho que quien podría ser el candidato de Morena y el PT es Rogelio López Angulo, quien ya fue edil de ese municipio, pero bajo las siglas del PRI e impulsado por la finada Enoé González Cabrera, una mujer que siempre tuvo un fuerte liderazgo en la Sierra Norte.
En Huachinango la contienda será muy cerrada, pues no se logró la coalición Va por México.
El PAN llevará de candidato a Rafael Gutiérrez Alpizar, vinculado a importantes familias de priistas de la región.
Mientras que el PRD postulara a Isaac Martínez Amador, que viene de la familia de mayor poder en la región.
Y el PRI, tendrá como aspirante a Juan de la Madrid, quien es pariente político de los hermanos Martínez Amador.