La Corte de los Milagros
Por Rodolfo Ruiz
¿A quién le harán más caso los empleados administrativos de la Secretaría de Educación Pública del estado: a su patrón, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, que esta mañana declaró que pesar de la muerte de un trabajador por Covid-19 tienen que presentarse a laborar, o a su representación sindical que los instruyó a no acudir a la sede central, ni a las Cordes ni a las oficinas que la dependencia tiene en la Recta a Cholula y el Centro Integral de Servicios (CIS)?
La duda tiene su origen en dos sucesos claramente contradictorios.
Uno es la declaración del gobernador Barbosa en su conferencia mañanera de este día, en la que tras lamentar la muerte de Moisés Lezama, empleado administrativo adscrito a la Dirección General de Desarrollo Educativo, afirmó que las actividades en la SEP no se suspenderían y que el SNTE así debería asumirlo, ya que no es quien para suspender labores.
Y otro es la circular enviada por la Secretaría de Organización de la Sección 51 del SNTE a los integrantes de la Delegación D III 4, en la que les indica que en atención a las indicaciones del Consejo de Salubridad, publicadas el 21 de abril en el Diario Oficial de la Federación: “Se suspenden las actividades presenciales a partir del jueves 23 de abril en la diferentes áreas de la Secretaría de Educación” del Estado.
Esta circular, que tiene supuestamente el visto bueno del secretario general de la Sección 51 del SNTE, Jaime García Roque, especifica con toda claridad las áreas en las que deben suspenderse las labores presenciales: oficinas de la sede central, de Cordes, de la Recta a Cholula y del CIS.
Hay que agregar que el documento tiene como soporte el acuerdo publicado este martes por el secretario de Salud del gobierno federal, Jorge Carlos Alcocer Varela, que ordena la suspensión de actividades no esenciales del 30 de marzo al 30 de mayo con el propósito de disminuir la carga de la enfermedad, sus complicaciones y las muertes por Covid-19.
Además de la zozobra en que viven decenas de empleados de la dependencia que tuvieron contacto con el fallecido y su esposa, así como con otros trabajadores que han presentado síntomas de tos seca, fiebres y estornudos y que han sido puestos en cuarentena en sus domicilios.
Por eso la interrogante planteada al inicio de este blog: a quién le harán caso los empleados sindicalizados de la SEP Puebla: al gobernador Miguel Barbosa o su líder sindical, Jaime García.
Para despejar la duda no habrá que esperar mucho. Mañana lo sabremos.
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