A la salida de Enrique Agüera de la máxima casa de estudios en el estado, muchos creyeron que una crisis general se iba a desatar al interior de la UAP, cuyos alcances podrían también afectar a la estabilidad en el estado.
El reto del sucesor de Enrique Agüera, Alfonso Esparza Ortiz, era enorme, toda vez que los últimos dos rectores, Doger y su propio antecesor, había politizado la vida institucional de la UAP, partidizando a la máxima casa de estudios a la cual se le llegó a identificar como el cuarto sector del PRI.
La derrota de Agüera en las urnas, cuando buscaba convertirse en presidente municipal de Puebla, puso a la universidad contra las cuerdas, la situación política ciertamente podría haberse desbordado y trastocado de no haber sido porque el hombre en el cual recayó la responsabilidad de hacerse cargo de la UAP, estuvo a la altura de la circunstancias.
Esparza no tiene tal vez ni el carisma de Enrique Doger, ni del otro Enrique (Agüera), pero lo que si tiene es la sobriedad que tanta falta le hacía a la Universidad Autónoma de Puebla, para volver al camino académico del cual nunca se debió de apartar.
Si bien es cierto, los resultados fueron en cierto punto favorables para quienes antecedieron a Esparza, también lo es que la participación política de estos personajes, llego a poner en riesgo la estabilidad de la máxima casa de estudios, tras 70 años de régimen priista en casa Puebla.
Tras su interinato y sus dos primeros años de administración, la estabilidad ha sido la premisa bajo la cual ha llevado a cabo su rectorado. Esparza Ortiz, se ha mantenido sobrio en su estilo y encaminado únicamente a que la vida académica, sea el eje rector de la máxima casa de estudios.
Los dos próximos años que aún le quedan por delante al rectorado de Alfonso Esparza pintan para ser los mejores para la casa de estudios.
Y es que ya consolidada la estabilidad, ahora si habrá tiempo para poder emprender otros proyectos encaminados a la expansión de la UAP en los campus regionales y en el tema de la internacionalización.
La cercanía es hoy la máxima característica tanto del rector con sus estudiantes, como de los estudiantes con su sociedad.
Por fin la universidad pública está abocada a trabajar de la mano con su comunidad y que sus investigaciones y trabajos, estén enfocados a beneficios sociales.
Para la UAP y para su rector, los mejores años como dijera el clásico, están por venir. Por lo pronto el miércoles, el rector inicia una gira de trabajo por Brasil y precisamente en su capital, Brasilia.
Blanca suma voluntades. El evento realizado por los delegados federales de Puebla, que coordina el subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós, tiene sin lugar a dudas muchas connotaciones.
Fueron más de 5 mil personas, las que se congregaron en Puebla capital, la ciudad que Alcalá gobernó durante tres años, pero más allá de eso, el mensaje enviado a favor de la exalcaldesa para que se convierta en la candidata del PRI a la gubernatura en el 2016 es definitivo.
Lastiri no se mueve solo, es el dueño de una estructura sólida y bien organizada, la cual ya demostró su efectividad en el pasado proceso electoral.
Blanca y Lastiri habían mantenido su distancia, hasta hace unos meses, cuando la senadora priista, paso unos días en el rancho del funcionario federal enclavado en la sierra Norte de Puebla.
A pesar de este acercamiento, Alcalá no fue invitada a la reunión del Royalti, en donde aparecieron una serie de aspirantes a la gubernatura del tricolor, lo que provocó el recelo de la exalcaldesa, quien reaccionó reuniéndose con Enrique Doger y subiendo a las redes sociales las fotos de este encuentro.
¿Qué indicación habrá recibido Lastiri? ¿Qué sabe el nacido en Zacatlán? ¿Habemus candidata? ¿Qué dice de esto Enrique Doger Guerrero? Conste que son preguntas.
Ricardo Morales Sánchez
