Serpientes y Escaleras por Ricardo Morales
Resulta que con tal de alcanzar la candidatura del PRI al gobierno del estado, algunos aspirantes han sido capaces de empeñar su alma al “diablo”.
Tal es el caso de Alberto Jiménez Merino, el actual delegado de la Sagarpa, quien se puso en manos del empresario Ricardo Henaine para que sea quien patrocine su campaña rumbo a casa Puebla.
Resulta que Ricardo Henaine dueño del Heraldo de Puebla, periódico comprado con dinero del exgobernador Mario Marín, reunió a Jiménez Merino con dos personajes clave para hacerlo candidato del PRI a casa Puebla, se trata del empresario Naim Lebien Kaui, dueño del periódico UnomasUno y con el líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, socio y amigo de Henaine en varios negocios de alcance nacional e internacional.
Lebien originario del estado de México, es amigo de Henaine, quien fue el empresario consentido de los sexenios de Melquiades Morales y Mario Marín.
Morales Flores le regaló el mal llamado “Valle Fantástico” a Henaine, quien pretendía convertir en desarrollo inmobiliario, las 18.7 hectáreas cedidas a título oneroso, por el entonces mandatario estatal, en donde solo se asentaron 13 juegos mecánicos, viejos y ya usados.
Henaine socio de Beltrones, cuyas esposas e hijas viajan juntas a los Estados Unidos y a Europa, prepara su venganza en contra del gobernador Moreno Valle, a través de Jiménez Merino, funcionario que hay que decir, es honesto y en su trayectoria profesional solo aparece una mancha, la venta de los famosos búfalos de agua, los cuales resultaron estar ligados a un narcotraficante buscando por la PGR.
Una prueba de que Henaine y Naim Lebien, están atrás de la campaña de Alberto Jiménez Merino, es que Lebien designó a su empleado, el expresidiario, Eduardo Rivera Santamaría como enlace de medios del funcionario federal.
Rivera es un consumado defraudador que ha estado dos veces en prisión y deberían ser más. La primera cuando defraudo a un empresario azucarero de Veracruz con casi 2 millones de pesos, lo cual lo envió unos días a la cárcel. La segunda, cuando defraudó en Puebla a varios empresarios como Rodrigo López Sainz de Juambelz, Salvador Echeguren Barroeta, Jorge Estefan Chidiac, Mario Marín García hijo del exgobernador, Raúl Pardo Villafaña hijo, entre otros, ligados a la clase política poblana del anterior sexenio.
Precisamente después de salir la primera vez de prisión Rivera Santamaría, fue contratado del Naim Lebien para hacerse cargo de la dirección del UnomasUno en Puebla, con la consigna de sacarle millones de pesos al gobernador Moreno Valle y a Tony Gali, o de pagar las consecuencias.
Rivera sabe de periodismo, lo que yo sé de astrofísica, pero es un rey en el tema de la extorsión, por eso fue contratado para hacer el trabajito.
Hoy tal vez ignorando los antecedentes de sus nuevos amigos, Jiménez Merino, se ha puesto en manos de un experto extorsionador, el cual se presenta como su operador de medios y le organiza reuniones, con quienes él dice, son sus amigos.
Ya el jefe de información de Efekto10 noticias Jorge Castillo había inicialmente hablado del tema, en el cual abundamos hoy.
Nada, absolutamente nada bueno le va a traer a Jiménez Merino, su alianza venida del inframundo, con personajes del pasado, manchados por el estigma de la corrupción e incluso de la delincuencia.
Maldonado ya no regresa. Difícilmente Luis Maldonado Venegas, secretario de Gobernación con licencia, regresará al gabinete del gobernador Moreno Valle, pese a su promesa.
Maldonado, fue el único de los tres personajes ligados a Puebla, que logró hacerse de una presidencia y no fue nada menor.
Luis brillante como es, se hizo de la presidencia de la comisión de Vigilancia de la auditoría Superior de la Federación, es decir, el hombre que tendrá en sus manos la revisión de la cuenta pública del presidente Peña y de su administración, ni más, ni menos.

