Contracara por Enrique Núñez en Efecto 10
No hay que darle vueltas, la crisis que hoy sufre el grupo Volkswagen es por haber cometido un fraude.
El engañó a miles de compradores, que confiaron que los automóviles de la marca bávara reunían las especificaciones anticontaminantes internacionales, fue detectado y considerado como fraude por el gobierno de Estados Unidos.
Fue al propio gobierno norteamericano al que también buscaron sorprender con un software creado parar engañar a los equipos medidores de emisiones contaminantes.
Por donde se le vea, el poderoso grupo automotriz incurrió en una conducta fraudulenta, la cual será castigada por el gobierno de Estados Unidos con una multa que podría alcanzar los 18 mil millones de dólares según la BBC; que convertidos a pesos, sumarían 306 mil millones.
Esta multa es únicamente la sanción en Estados Unidos, pero la bola de nieve sigue creciendo ya que VW no solo fabricó vehículos fraudulentos con ese emblema, sino que también lo hizo con unidades de la marca hermana Seat, lo cual ya generó las primeras reacciones del gobierno español, en donde esta firma tiene su principal centro de operaciones.
De esta forma, ya quedó muy clara la postura de sancionar al consorcio alemán de parte de Estados Unidos y España, a cuyos gobiernos nunca les tembló la mano, sin importarles el poder del monstruo automotriz.
Se habla de que podrían retirarle los millonarios subsidios gubernamentales a Seat, como represalia al engañó perpetrado.
Y es que ningún gobernante en su sano juicio, puede pensar en solapar el megafraude cometido por VW, por más intereses que generen estas trasnacionales en los lugares en donde asientan sus reales.
Pero ¡oh sorpresa!.
En Puebla, a diferencia de la postura de los gobiernos de Estados Unidos y España -a los que seguramente se sumarán otros gobiernos-, Rafael Moreno Valle ya anunció que va a apoyar a VW y que va a comprarle 200 automóviles a los alemanes, para destinarlos para patrullas.
A toda madre.
Ahora resulta que los poblanos vamos a pagar parte de la multa que se ganaron a pulso los altos ejecutivos de VW.
Pero lo peor del caso es que en su afán de aparecer como el ángel salvador de la automotriz alemana, el Señor de los Cerros cayó en prácticas ilegales, similares a las cometidas por la VW.
Y es que el gobernador no puede anunciar que en apoyo a esta empresa y para evitar despidos en la armadora poblana, les va a comprar 200 automóviles, pasándose por el “arco del triunfo” la ley de adquisiciones, la cual obliga a licitar compras de esa magnitud.
Por más cuates que sean, por más negocios en común que tengan, no puede anunciar abiertamente que va a violar la ley.
Además, el monto por los 200 autos, suponiendo que sean versiones económicas de 200 mil pesos, tenemos que sería una compra fraudulenta de 40 millones de pesos, que convertida a dólares representan menos de 2 millones y medio de dólares; que comparados con los 18 mil millones de la multa de EU, no representan ni la milésima parte del adeudo.
Es decir, que el fraudulento apoyo a la defraudadora alemana, es un acto de absoluta demagogia.
Ojalá que la Auditoría Superior de la Federación tome cartas en el asunto y evite que Rafael siga haciendo uso de los recursos públicos con un aberrante libertinaje y con total desfachatez.
Porque lo que hizo Volkswagen no es ninguna gracia.
Los poblanos no tenemos por qué ayudar a limpiar el excremento alemán. Ya bastante le dio Moreno Valle a Audi.
Y si los quiere ayudar, que rompa el cochinito de la campaña presidencial y que les responda a sus socios comerciales.
Total, en el 2018 ni los va a poder usar.