Columna Contracara por Enrique Núñez
En un comunicado este fin de semana, el gobierno del estado enfatizó que el mandatario Rafael Moreno Valle Rosas encabezó el desfile de Independencia en la ciudad de Nueva York, denominado Mexican Day Parade.
Sin embargo, fue falso, el gobernador llegó literalmente como colado.
Y es que no fue invitado por los grupos de migrantes organizadores, sino más bien fue llevado por su amiga la cónsul de México en la Gran Manzana, Sandra Fuentes.
Así de pronto apareció de improviso el día del desfile por las calles neoyorquinas, lo que provocó la molestia de los grupos migrantes, debido a que para ser invitado hay todo un protocolo de seguridad.
Es simple, organizadores tienen que avisar a las autoridades de Nueva York, quienes serán sus invitados para montar una estrategia de seguridad en torno a ellos, dependiendo de la figura.
Sin embargo, al llegar de improviso, no se pudo hacer lo mismo, por lo que evitaron a toda costa que los miles de concurrentes se enteraran que estaba ahí el gobernador de Puebla.
Sobre todo lo evitaron por sus antecedentes como El Góber Bala, que no tiene contentos a los poblanos radicados en aquella parte de Estados Unidos y no querían manchar el desfile con un problema.
Y como son muy pocos o casi nadie de los paisanos los que lo reconocen, pasó totalmente desapercibido.
Al parecer llegó de improviso para evitar una manifestación en su contra, como la vivida por su esposa Martha Erika Alonso, cuando visitó Nueva York, cuando le fue recriminado el caso Chalchihuapan.
Incluso, la organizadora y creadora del evento desde 1994, Patricia Hernández, mujer de avanzada edad originaria de Tulcingo de Valle, prefirió no dirigirle la palabra, y solamente lo saludó por educación.
En el templete donde estaban los verdaderos invitados, Rafael Moreno Valle fue sentado en las sillas traseras, como se muestra en las fotografías que no fueron difundidas en el comunicado oficial.
Pero el gobernador no llegó solo, sino acompañado del dirigente estatal del Panal, Gerardo Islas, quien tuvo que fungir como su fotógrafo o su empleado, como todos sabíamos.
Las fotografías que fueron publicadas en el boletín oficial salieron del teléfono celular de Gerardo Islas.
De este modo, Moreno Valle tuvo que tragar sapos y aguantarse las malas miradas de los migrantes con tal de vender la idea que encabezó el desfile y que los paisanos poblanos en Estados Unidos son sus aliados.