La Entrega
Marco Aurelio Mirón
El plan del ex gobernador Mario Marín Torres de regresar de lleno a la política está fincado en el apoyo a favor de sus dos cartas: Enrique Doger Guerrero y Alberto Jiménez Merino.
Para nadie es desconocido su apuesta porque alguno de los dos sea candidato a la llamada mini gubernatura en 2016 pese que no están ubicados en el primer lugar de preferencias, como Blanca Alcalá.
Además sus niveles de conocimiento relativamente son bajos en el interior del estado, principalmente Doger Guerrero, en comparación a personajes como Javier López Zavala o Juan Manuel Vega Rayet.
Marín Torres quiere tener beneficios al apadrinarlos.
En este mundo nada es gratis y mucho menos en política.
La verdadera intención es regresar a la puerta grande en la política en caso de quedar como candidato alguno de sus dos gallos y desde luego, ganar la elección a inquilino a Casa Puebla por un periodo de 1.8 años.
El grupo cercano al marinismo apunta que Mario Marín quiere una posición política para el 2018.
La idea es recuperar el sitio que tradicionalmente merecen los gobernadores al terminar su sexenio.
Se trata de la SENADURÍA.
De ahí la recomposición de los marinistas por reagruparse y volver a salir a la luz pública sin temor a ser expuestos a la opinión pública.
Ganar la candidatura y posteriormente la elección de 2016 a manos de Doger o Merino sería la catapulta perfecta.
Ex funcionarios marinistas insertados en dependencias estatales de primer nivel, teniendo como principal pastor al gobernador en turno y a un lado a Mario Marín.
Aunque el escándalo dado a conocer el 14 de febrero de 2006 sobre la detención ilegal de la reconocida periodista Lydia Cacho lo perseguirá para siempre, no será impedimento para obtener lo que le correspondía al dejar Casa Puebla en 2011:
Una curul en el Senado de la República.
No dude lector en notar en los siguientes cuatro meses el activismo político marinista en todo su apogeo.
Obviamente detrás de Enrique Doger Guerrero y Alberto Jiménez Merino.
Ambos necesitan del ex mandatario.
El primero para montarse en su estructura en el interior del estado y revertir la tendencia de su poco nivel de conocimiento.
El ex presidente municipal sin duda es ampliamente conocido en la capital poblana. Su discurso aguerrido y la manera de enfrentar situaciones adversas le han valido mantenerse en la puja de la candidatura a gobernador, misma que le fue negada en 2010 por el mismo Mario Marín Torres.
Del segundo personaje y actual delegado de la Sagarpa es un hombre disciplinado, conocedor de la vida política local y reconocido por buscar la conciliación en lugar de la confrontación, lo que le ha valido relacionarse con todas las corrientes priistas. En otras palabras no está peleado con nadie.
Sin embargo, valoraciones al interior del priismo lo ubican como un político sin un perfil urbano y por tanto poco conocido en la zona metropolitana empezando por la capital poblana.
Por eso, insisto, ambos necesitan del apoyo de Mario Marín Torres y Mario Marín necesita de afianzar la candidatura de uno de los dos para labrar su retorno a la política.
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Producto de las circunstancias, todo apunta que Iván Galindo Castillejos seguirá al frente de la coordinación de regidores del PRI en el Ayuntamiento de Puebla al cierre de este año 2015 o del segundo año de gobierno municipal.
Hace dos semanas los regidores del PRI-PVEM sostuvieron su encuentro privado para abordar temas relacionados con la sesión de cabildo del mes de agosto, sin que el tema del relevo al cargo fuera aterrizado oficialmente.
Hubo el planteamiento pero sin que fuera desmenuzado por los asistentes.
Pero el clima que priva es que Iván Galindo se quede a completar este año pese que él mismo anunció que lo dejaría en las siguientes semanas.
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@Marcomironc
