A Puerta Cerrada
Jorge Rodríguez Corona
Oootra vez.
Los delegados federales asentados en Puebla volvieron a mirarse temerosos después de leer y releer el discurso de presentación de Manlio Fabio Beltrones como dirigente nacional del PRI.
De manera unánime, concluyeron que al terminarse la ‘sana distancia’ entre el partido y la Presidencia de la República, como adelantó el sonorense, tendrá que venir en el corto plazo un replanteamiento en las políticas de trabajo de la administración federal y, por tanto, de sus delegaciones.
Eso implicará la evaluación del desempeño de los servidores públicos para considerar despidos y enroques en los casos necesarios, lo que trae a Puebla, una vez más, al fantasma de la decapitación (política).
Las palabras de Beltrones subieron la marea entre los delegados.
No es que el nuevo presidente del PRI vaya a ser en lo sucesivo el ideólogo de la administración federal, pero se deduce que aquello que anunció en su toma de protesta fue previamente convenido en Los Pinos.
Luego entonces, los poblanos harán bien en esperar que rueden algunas cabezas antes del fin de año.
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Detrás de la inasistencia del exgobernador Melquiades Morales Flores a la fiesta de cumpleaños de Enrique Doger Guerrero, celebrada el sábado en una residencia de Zavaleta, podrían encontrarse motivaciones familiares.
Consciente de las habilidades de Doger para sacar provecho mediático de los acontecimientos, el exmandatario habría preferido no generar controversia con el resto de los aspirantes del PRI al gobierno del estado, pero sobre todo con su hermano Jesús, uno de los muchos tiradores a Casa Puebla.
El oriundo de Santa Catarina Los Reyes lleva en la sangre el compromiso con ‘Chucho’.
Con la discreción que lo caracteriza, Melquiades Morales ha realizado expresiones de apoyo en favor del exdirigente cenecista.
El hecho no debe sorprender, como tampoco que al día siguiente de la comida de cumpleaños de Doger haya estado presente como invitado especial en el informe de labores del diputado federal Jesús Morales Flores en Tepeaca.
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Más vale tomar como acertadas las versiones que ubican a Luis Maldonado Venegas de regreso a la Secretaría General de Gobierno en un futuro muy cercano.
Pocos días después de los comicios del 7 de junio, el diputado federal electo por la vía plurinominal retornó al barrio del Alto para volver a ocupar una silla y un escritorio dentro de Casa Aguayo, desde donde dio seguimiento a la gestión de temas que tienen que ver con la agenda pública.
Aunque suene extraño y hasta contradictorio, en los pasillos de ese inmueble comentan que Maldonado se fue, pero no se fue.
Parece que lo sucedido en realidad fue que el perredista optó por reforzar desde la informalidad el trabajo de su pupilo y relevo en la SGG, Jorge Cruz Bermúdez.
De ahí se derivan las especulaciones que colocan a Luis Maldonado en esa posición de nueva cuenta, para la recta final del sexenio.
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Las aspiraciones políticas del delegado de Gobernación en Puebla Noé Rodríguez Roldán para convertirse en candidato del PRI al gobierno de Tlaxcala podrían haberse extinguido el pasado fin de semana con el arribo de Marco Antonio Mena Rodríguez como dirigente del tricolor en aquella entidad.
Cuentan que Mena Rodríguez encabeza las preferencias entre los jerarcas del priismo para competir por la gubernatura de Tlaxcala en 2016 y que muestra de ello es que fue el mismísimo Manlio Fabio Beltrones quien le tomó protesta el domingo, en lo que fue el primer acto partidista del sonorense tras su llegada al Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
De ser cierto lo que se dice, Rodríguez Roldán tendrá que reencauzar sus objetivos para apuntar a una nueva aventura política, siempre y cuando ya no quisiera continuar como representante de la Secretaría de Gobernación en Puebla en el futuro inmediato.
@jorgerdzc
