Serpientes y Escaleras por Ricardo Morales Sánchez
Oficialmente hoy acaban las vacaciones al interior de la administración estatal. Varios personajes regresan luego de haberse tomado un receso, entre ellos el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, el alcalde Antonio Gali y el secretario general con licencia, Luis Maldonado Venegas.
Dicen los que saben que es un hecho que habrá un relanzamiento de la administración estatal para tratar de cerrar fuerte, pero -sobre todo- para evitar una “sorpresa” electoral que pudiera poner en entredicho el 2018.
El desgaste en el ejercicio del poder es notorio: hay varios temas que han causado heridas y algunos “muertos” en el camino, los cuales salieron del clóset en el pasado proceso electoral del mes de julio, los que -de acuerdo con el morenovallismo- “aparecieron a tiempo” para poder hacer ajustes.
Dentro del relanzamiento que se plantea para los próximos días se planean ajustes necesarios dentro del equipo del gobernador, de los cuales ya hemos hablado: la reincorporación de Roberto Moya Clemente, pieza clave dentro del equipo del mandatario, y de Cabalán Macari, otro personaje que regresa para el cierre del ejercicio.
Como se ha dicho, Moya ocupará la oficina del gobernador, lugar que deja Antonio Gali López para coordinar de manera libre la campaña de su papá rumbo a Casa Puebla, y el regreso de Cabalán para ocupar la Secretaría de Desarrollo Económico, ante una inoperante Cristina González Medina cuyo paso por Puebla será efímero.
Pero otro movimiento que -se comenta- se tiene posiblemente contemplado, y solo será cuestión de tiempo para que se concrete, es el posible arribo de Fernando Morales Martínez a la Secretaría General de Gobierno, en sustitución de Luis Maldonado Venegas, quien dejaría la administración estatal para hacerse cargo de la presidencia de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados.
Maldonado es una pieza clave en el proyecto nacional del gobernador Moreno Valle porque es la garantía de que el PRD irá en alianza con el PAN y el mandatario en 2016 y en 2018.
Luis ha tejido una muy fuerte relación con los “Cuchos” y su líder nacional, Carlos Navarrete, lo que le ha permitido poco a poco tener cada vez más poder e influencia al interior de este partido, sobre todo luego de los resultados obtenidos en Michoacán, donde se pactó con el gobierno federal y el secretario Osorio la llegada de Silvano Aureoles a la gubernatura de aquel estado.
Luis tiene prácticamente en la bolsa la Comisión de Vigilancia en la Cámara de Diputados, que es la tercera cartera en importancia luego de las comisiones de Presupuesto (que presidirá el priista Jorge Estefan) y la de Hacienda (que tendrá en sus manos el panista Eukid Castañón), con lo cual el morenovallismo tendrá dos posiciones de primer nivel dentro de la próxima legislatura federal.
Ante este escenario, se ve poco probable que Luis Maldonado regrese a Puebla a trabajar como secretario general de Gobierno, pero eso no significa que Luis pierda posiciones al interior del gabinete.
De ahí que el propio Maldonado sea quien promueva la llegada de Fernando Morales Martínez para sustituirlo, ya que fue el propio Luis quien llamó al “cachorro” de Melquiades Morales Flores a ocupar una cartera a su lado.
Morales Martínez, aunque cometió un error grave en la pasada elección federal al aparecer en una grabación junto al diputado local Juan Carlos Natale, es un personaje que ha dado resultados y la muestra fue el propio proceso, donde entregó buenas cuentas en los distritos que se le encargaron a él y a su familia.
Fernando es integrante del clan político más importante de Puebla: “Los Kennedy de Santa Catarina”, integrado por Melquiades -aún priista-, “Chucho” -priista también-; David Villanueva Lomelí, titular de la Auditoría Superior de Fiscalización; la esposa de David, Vero Morales, presidenta del Colegio de Notarios de Puebla, y “Chucho” júnior, director del Sistema Estatal de Protección Civil.
De ahí que se comente de manera insistente que Fernando Morales será promovido como secretario general de Gobierno, dependencia donde cada vez es más notoria su influencia.
De acuerdo con esta versión, Jorge Benito Cruz Bermúdez, quien estuvo como encargado de despacho de la Segob, regresaría la SEP para hacerse cargo de esta dependencia; o bien, también podría regresar -junto con Maldonado- a la ciudad de México.
Morales Martínez estaría, por supuesto, siempre asesorado por su padre -el exgobernador Melquiades-, hombre de gran experiencia y que conoce como pocos a todos los grupos y personajes de la entidad, regresando de esa forma a la operación política de personajes con poder e influencia en Puebla, para contrarrestar la creciente influencia que otro exgobernador –Marín- ha comenzado a tener al interior del PRI en el pasado proceso electoral.
El probable arribo de Morales Martínez a la Secretaría General de Gobierno se realizaría a finales de agosto, cuando Maldonado oficialmente tenga que irse a México para formar parte de la nueva legislatura federal.
Algo que no hay que perder de vista es que Morales Martínez tendría a su cargo la operación política al interior del estado, luego de que también Eukid Castañón estará al frente de encargos nacionales y con presencia total en México, aunque -¡ojo!- el jefe del gabinete en términos de evaluación y resultados será Roberto Moya, movimiento que se interpreta como una nueva genialidad al interior del morenovallismo, Fernando será solo un operador.
Pero el probable arribo del “Fer” también -al parecer- comienza a dar “luces” sobre el perfil del probable sucesor del alcalde Gali, y es que dejaría prácticamente fuera de la jugada al titular de la Auditoría Superior del Estado, su cuñado David Villanueva. Y es que, hablando de la reglas no escritas de política, “no se puede tener gatitos y perritos”, como diría el exdelegado del CEN del PRI Manuel Gurría. ¿O sí?
En cambio, los resultados del Coneval perfilan y fortalecen al favorito: Luis Banck Serrato, pero esa, esa es otra historia. [email protected]
