Enrique Núñez.
El lunes 8 de junio, el entonces director general de la policía estatal, Marco Antonio Estrada López, ordenó al director de vialidad suspender todos los patrullajes nocturnos a partir de ese mismo día.
La razón de esta instrucción no es gratuita, días antes, el comandante Próspero, adscrito a la dirección de Vialidad, detuvo por la noche una pipa de agua, que realmente trasladaba combustible.
Ante el hallazgo, y dada la delicadeza del tema, el comandante solicitó refuerzos, mismos que llegaron en tiempo récord, con la salvedad de que dichos refuerzos no eran policías uniformados, sino los mismísimos escoltas del secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas Rosas.
En cuestión de minutos, la pipa fue liberada, y días después, el comandante fue cesado.
Por obvias razones, este antecedente es una liga obligada con la detención del director general de la policía Marco Antonio Estrada, detenido por la Sedena y la PGR por delitos de robo de combustible.
Por donde se le busque, la liga de complicidad entre Facundo Rosas y Estrada López es evidente.
No es casualidad que los dos principales operadores del violento operativo en Chalchihuapan sigan firmes en el gobierno de Moreno Valle.
Facundo Rosas desde su camioneta ordenó el desalojo y Estrada lo ejecutó con sus lanza proyectiles.
Incluso, pese a las recomendaciones de la CNDH, Estrada López no sólo no fue despedido y sancionado, sino que fue premiado, al ascenderlo de director del GOES a la dirección general de las policía estatal.
La detención del segundo mando en el escalafón de la Secretaría de Seguridad Pública explica los motivos de Facundo Rosas para su ascenso.
Toda la información llevaba a que la ordeña de ductos era un negocio de estado.
Después de la protección de Rosas a Estrada y de su ascenso laboral, nadie puede tragarse el cuento de que don Facundo ignoraba lo que hacía su mano derecha.
Por el contrario, las sospechas sobre Facundo son del tamaño del Popocatépetl.
Y tampoco sería descabellado pensar, que de este enorme negocio que causa a Pemex pérdidas multimillonarias cada año, muchas de las ganancias estuvieran destinadas a engordar el cochinito para la campaña presidencial.
Quizá esto explique las razones por las que hasta ahora don Facundo y su pandilla, sigan al mando de la Seguridad Pública en Puebla.
El mando único al servicio de Facundo.
Recibí una valiosa reflexión de uno de los lectores de esta columna. Este es el interesante texto que no tiene desperdicio: “La estrategia del mando único se ve hoy manchada por el tema de la ordeña de ductos.
“Es claro que el negocio de la ordeña es un negocio que encabeza Facundo, y que el argumento del mando único que tanto ha impulsado Moreno Valle no es más que un mecanismo que les permitiría consolidar su red de negocios.
“De hecho, el que RMV haya impulsado que Facundo nombrará a los jefes de policía de varios municipios, no hace más que ampliar el alcance de la red de ordeña que encabeza Facundo.
“Y los alcaldes que tuvieron que dejarse imponer a titulares de seguridad se encuentran afectados ahora, por todo lo que pueda estar ocurriendo en sus municipios por policías que ellos no controlan.
“Lo que ayer ocurrió es gravísimo porque además vulnera el planteamiento de mando único, y cuestiona la estrategia que ha seguido el gobierno de imponerle a los alcaldes mandos definidos por un secretario de seguridad pública que pareciera ser el jefe de la banda.
“Y en su afán de controlar todo, al obligar a que los municipios entren en esta dinámica de control central, vuelve al gobernador como responsable directo del tema.
“Quizás uno de los problemas es que el aparato de inteligencia en lugar de estar enfocado a encontrar a los delincuentes tanto dentro como fuera de la estructura de gobierno, está enfocado a espiar a los que Moreno Valle y Eukid Castañón consideran que son opositores a su proyecto político.
“Lo que está pasando es que el gobierno está totalmente corrompido. Estamos mucho peor que con Marín que ya es decir. RMV no entró a cambiar nada. Al revés.
Se potenció la corrupción porque se ha realizado un saqueo institucionalizado con el argumento de la bolsa para la campaña presidencial. Y con ese ejemplo, todas las demás áreas se han desatado.
“Lo que ocurre en seguridad pública no es más que un reflejo del saqueo que está ocurriendo en todos lados. Es una verdadera pena en lo que se convirtió este gobierno.”