Efekto 10
Ricardo Morales / Serpientes y Escaleras
Uno de los principales temas que estará a debate en la próxima elección, la cual ahora sí deberá de ser considerada como un referéndum para la administración morenovallista, es el choque que se dará entre continuidad contra cambio.
En 2010 —como lo he mencionado en múltiples ocasiones— el entonces candidato Rafael Moreno Valle y su equipo lograron atinadamente identificar que el punto central de la contienda era convertir la elección en un referéndum para la administración marinista y la razón de voto se centró en la continuidad, representada por el candidato del PRI, Javier López Zavala, contra el cambio del cual se apoderó el mandatario.
El 4 de julio de 2010, en una mayoría aplastante, los ciudadanos salieron a las urnas a votar a favor del cambio representado por Rafael Moreno Valle, quien en un célebre discurso dirigido en la explanada del edificio de la Secretaría de Finanzas —de la colonia Azcárate— pronunció el famoso: “Yo no le tengo miedo a Mario Marín”.
Todo lo anterior viene a colación porqué en 2016, de nueva cuenta se volverán a ver las caras la continuidad contra el cambio, y ese factor, junto con el sistema de alianzas que planteen las dos principales fuerzas políticas (PRI y PAN), será fundamental para definir al ganador de la contienda.
Es decir, tendrá más posibilidades de ganar la elección aquella fuerza política que, además de constituir el mejor sistema de alianzas, logre identificar mejor su razón de voto.
Al candidato del morenovallismo le va a costar el tema de ser identificado como la continuidad; mucho trabajo deberá hacer el abanderado del PAN en alianza con otras fuerzas políticas, para disminuir los negativos que esta variable le pueda aportar, o bien buscar de manera ingeniosa explotar de manera adecuada este recurso (las grandes obras, Audi, el desarrollo turístico).
Por su parte, quien vaya ser el abanderado del tricolor deberá de ser lo suficientemente inteligente para elaborar una estrategia encaminada a demostrar que el candidato del albiazul representa precisamente eso: la continuidad de un proyecto.
Es decir, el candidato del PRI deberá explotar, como lo hizo en su momento Moreno Valle, el tema de la continuidad y tener el valor para enfrentar al gobernador con todas las consecuencias que esto traiga de por medio, tal y como lo hizo el hoy mandatario.
Para el PRI, como oposición, queda claro que este es el único camino para obtener el triunfo: conformar una coalición lo suficientemente fuerte para enfrentar de “tú a tú” a la coalición de partidos que seguramente irán con Acción Nacional, y luego apoderarse del “cambio” y ser capaces de demostrar que ellos pueden ser la opción.
Si el PRI no sabe explotar de manera adecuada este tema o no convence a la sociedad de que aprendieron la lección y que efectivamente el tricolor puede representar un cambio o al menos convencer de que son los únicos que pueden derrotar al morenovallismo, entonces correrán el riesgo de dejarle el camino libre al gobernador y a su candidato.
Continuidad contra cambio se volverán a ver las caras como en otros procesos, pero dependerá de cómo sean explotados por ambos bandos estos conceptos como se defina al próximo ganador de la contienda.
La mesa ya está lista. ¿Quién ganará? ¿Continuidad o cambio?
Una denuncia
Al buzón de las serpientes y escaleras llegó la siguiente denuncia en contra del director del bachillerato oficial Justo Sierra, ubicado en la carretera en Santiago Acatlán, Tepeaca.
Sucede que en dicha escuela se robaron 20 computadoras, las cuales eran parte del mobiliario de la institución.
La Justo Sierra es una escuela de 500 alumnos, la cual cobra una inscripción de mil pesos. Los padres de familia piden la intervención de la SEP para que investigue el robo, el cual resulta sospechoso, y que salgan a la luz pública los malos manejos del director que está en su cargo desde hace 8 años.
De acuerdo con esta denuncia, lo único bueno es que el nuevo comité de padres de familia le ató las manos al director, el cual —denuncian— gasta seguido en mantenimientos inexistentes.


