A decir de Mariana Revilla Ramírez, catedrática del departamento de Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, campus Puebla, el turismo cultural y religioso- en el que se especializa Puebla- representa una experiencia educativa superior a la que se vive con un viaje a una playa, además el costo monetario se reduce más de 50 por ciento para una familia completa.
En un viaje a Veracruz, por ejemplo, se pagan cerca de 500 pesos en casetas de viaje redondo, un tanque de gasolina de entre 642 y 674 pesos según la capacidad y tipo de gasolina y una habitación en un hotel para dos adultos y dos niños desde 600 y hasta 4 mil pesos por noche.
Mientras que en sitios alejados del sol y el mar, los turistas pueden visitar entre dos y tres sitios como el convento de San Gabriel en San pedro Cholula y la iglesia de Tonanzintla, el costo sólo es el tanque de gasolina -poco más de 600 pesos- o los pasajes del camión –de 6 a 8 pesos por persona- y las comidas que pueden ser en sitios típicos de los pueblos, que son más accesibles que los precios de restaurantes establecidos.
Otra opción, es el Centro Histórico de la capital poblana, donde se ubican templos como la Catedral, la iglesia de la Compañía, que son muestras del arte Barroco, además está la iglesia dedicada al Señor de las Maravillas, que son algunos de los atractivos turísticos que llaman la atención de quienes hacen turismo cultural.
En general, los visitantes tuvieron una amplia gama de opciones, según lo expuesto por la catedrática, como por ejemplo la Laguna de Valsequillo, donde están Cuautinchan que tiene un convento y Tecali que tiene un museo, y está la parroquia convento del siglo XVI sin techo, entre otros más que son poco conocidos, pero que representan nuevas experiencias.




