Petróleos Mexicanos (PEMEX) presentó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) un proyecto que pretende desarrollar actividades petroleras en 15 municipios poblanos y 84 más de los estados de Veracruz e Hidalgo, mediante la ejecución de 22 mil obras.
Bajo el nombre de Proyecto Regional Petrolero Poza Rica Altamira y Aceite Terciario del Golfo 2013-2035 PEMEX quiere llevar a cabo, entre otras actividades, la perforación de pozos exploratorios, la construcción de líneas de descarga y ductos, o la edificación de estaciones de recolección donde se incluyen municipios de las sierras Norte y Nororiental.
En total, según refleja el expediente con clave 30VE2014X0008 presentado ante la delegación veracruzana de la Semarnat y publicado en el último número de la Gaceta Ecológica, serán 22 mil 165 obras distribuidas en una superficie aproximada de 66 mil 436.9 hectáreas que se encuentra ubicada en los estados de Veracruz, Hidalgo y Puebla.
MUNICIPIOS POBLANOS CONTEMPLADOS
Aunque en la actualidad el proyecto se encuentra en una fase de planeación, la paraestatal, a través de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) Modalidad B (incluye riesgo) ingresada para su tramitación por la entidad de normatividad ambiental, ya adelantó que entre los municipios poblanos considerados por el proyecto se encuentran Cuetzalan del Progreso, Teziutlán y Zihuateutla.
Acateno, Atlequizayan, Ayotoxco de Guerrero, Huachinango, Huehuetla, Jalpan, Jonotla, Jopala, Juan Galindo, Pantepec, Tlatlauquitepec y Venustiano Carranza serán otros de los municipios en los que la compañía petrolera pretende ejecutar algún tipo de obra en el marco del desarrollo del proyecto.
UBICACIÓN TENTATIVA DE LAS OBRAS
En el documento elaborado por PEMEX, se advierte que las obras a efectuar tienen una ubicación tentativa, ya que “dependen de los programas operativos anuales (…) debido a que aún no se conocen las estructuras al 100 por cien”.
Por este mismo motivo, tampoco se considera un presupuesto determinado para ejecutar el proyecto. “Las proyecciones de construcción de obras son tentativas y depende de los resultados que el Proyecto arroje, pues se desconoce su potencial en hidrocarburos y por consiguiente en inversión”, especificó la MIA.
Sin embargo, la paraestatal sí reflejó que se hará una inversión destinada a las medidas de prevención, control y mitigación pudiendo suponer “hasta un 10 por ciento” del costo total del proyecto.
Entre las labores previstas en el macroproyecto también se contemplan otras operaciones como “la construcción de caminos, apertura de áreas para la ubicación de presas a cielo abierto, presas metálicas o tanques verticales de almacenamiento de agua para multifractura, vados, alcantarillas, puentes”.
Todas estas actividades, señaló el escrito, conllevan la “afectación directa e indirecta” del sistema ambiental terrestre de la región, es decir, en sus “diferentes componentes ambientales” como es el suelo, la flora, la fauna o la hidrología o el aire.
El trámite para la pertinente evaluación del impacto ambiental se encuentra en la actualidad, y desde el pasado día 11 de marzo, “enviado al responsable del sector” y a la espera de que se completen las restantes fases necesarias para determinar o no la aprobación del proyecto.
De autorizar la Semarnat finalmente este proyecto, éste empezará a ejecutarse con “la apertura de brechas o haciendo transitables los caminos ya existentes” procurando que esta labor “no afecte la flora y fauna, o la infraestructura existente en el área de estudio”.




